Los españoles reciclamos menos y cada vez peor con respecto a Europa

Los españoles generamos menos residuos urbanos, pero reciclamos menos porque nos falta mucho para llegar a la media europea en el reciclaje, según el último informe Esenciales titulado Evolución de la economía circular en el siglo XXI realizado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), elaborado a partir de datos de Eurostat.

El desafío de la economía circular que incumbe a todos, empresas, administraciones y ciudadanos no está obteniendo la respuesta deseada en España, ya que nuestra tasa de reciclaje se sitúa 12 puntos por debajo de la media europea y la tendencia es que empeoramos en el reto de dar una segunda vida a los materiales que utilizamos.

Del estudio se puede concluir que tenemos en España un largo camino que recorrer para resolver el problema del reciclaje en muchos frentes, en mejorar la tasa, apostar por una mayor circularidad de los materiales e invertir más en tecnología, ecoinnovación y ecodiseño.

Producimos menos residuos que Europa

Los autores del estudio afirman que «España ha pasado de generar una mayor cantidad de residuos urbanos per cápita que la media europea (653 kilos por habitante) en 2000, a reducir esta cifra en un 32,5%».

Este dato hace que nuestro país esté entre los países de mayor tamaño económico (en términos de PIB) de la UE, y sea el que más ha reducido los kilos de residuos por habitante desde principios de siglo, pasando de ser el que mayores residuos generaba al que menos produce.

Los datos recopilados nos sitúan más de un 10% por debajo de la media europea en 2021 (472 kilos por habitante). Sin embargo, a pesar de los avances realizados en los últimos años, aún queda bastante camino por recorrer en el desarrollo de la economía circular, según destacan en el informe.

Reciclamos menos

Estos buenos datos de reducción de residuos contrastan con las tasas de reciclaje españolas, que son todavía muy reducidas, ya que sólo se recupera el 48% del total de residuos, frente a la media de los 27 países europeos que alcanza el 58%.

Y lo que es peor todavía, el resultado de la tasa de uso circular de los materiales que utilizamos es muy modesta «que incluso ha empeorado con el paso del tiempo, al reducirse 3,3 puntos porcentuales desde el 10,4% de 2010 hasta el 7,1% de 2022», resumen los autores del estudio.

En cuanto a los residuos urbanos, España destaca por el esfuerzo realizado en la reducción de residuos generados, tanto en términos per cápita como sobre el PIB.

Generación de residuos

El total de residuos generados, incluyendo los asociados a las actividades económicas y los domésticos, se redujo un 40% entre 2004 y 2020 en términos per cápita. La buena evolución se debe especialmente a la reducción de los residuos químicos (-68%), de madera (-69%), textiles (-50%) y plásticos (-50%). Entre los residuos que más crecen en cuanto a generación están los electrónicos, o los envases y embalajes, que han crecido un 12% desde principios de siglo.

Aun así, desde el estudio destacan «que desde principios de siglo las tasas de reciclaje españolas han aumentado considerablemente, especialmente en el caso de los residuos urbanos (99%) y determinados residuos como envases y embalajes (76%), residuos electrónicos (8% desde 2010), etc.».

Menor circularidad de materiales

Pero, la mala noticia es que existe una debilidad en términos de reciclaje que provoca que nuestra tasa de uso circular de materiales, que mide la relación entre el uso circular de materiales y el uso general de materiales.

España está por debajo de la media europea en 2022 (7,1% frente 11,5%) y muy alejada de la de otros países europeos, como Países Bajos (27,5%), Francia (19,3%), Italia (18,7%) o Alemania (13%).

«Es preocupante la evolución de este indicador, pues en lugar de mejorar con el paso del tiempo, como ha ocurrido en el resto de economías, en España se ha reducido, perdiendo 3,3 puntos porcentuales entre 2010 y 2022», señala el informe.

Preocupación por la circularidad

La preocupación por la circularidad de los materiales se deriva en una dependencia exterior y porque se están desaprovechando recursos en un contexto en el que las materias primas son cada vez más escasas y caras.

En el ámbito económico, las actividades relacionadas con el reciclaje y la recuperación de materiales suponen un 1,9% del PIB, un porcentaje inferior a la media europea (2,1%), aunque por encima del peso que representan en países como Francia o Países Bajos.

Se da la paradoja que, en términos de empleo, su peso es algo más alto en España (2,3%), frente a la media de 2,1% de la UE, teniendo en cuenta nuestras menores tasas de reciclaje.

Retraso tecnológico

Esto es debido, según se desprende del texto de la Fundación BBVA y del IVIe, «puede ser debida a que estos sectores son tecnológicamente menos avanzados en España. La menor eficiencia y productividad explicaría el mayor peso en términos de empleo».

Para luchar contra estos datos de ineficiencia se señala que hay que apostar por «la investigación, la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías que serán determinantes del avance de la economía circular en el futuro», y que hay superar las pocas patentes relacionadas con esta actividad en Europa en España son muy pocas y desarrollar más las áreas de ecoinnovación y ecodiseño.