La contaminación de las ciudades europeas sigue siendo elevada a pesar de movilizar 231.900 millones
Auditores del Tribunal de Cuentas de la UE reconocen que la contaminación urbana disminuye pero continúa siendo un problema importante
Además, concluyen que es prácticamente imposible evaluar los avances en la reducción en materia de contaminación acústica en la UE
Avanzan que los países tendrán que redoblar sus esfuerzos para cumplir las normas más estrictas en los próximos años
El Tribunal de Cuentas Europeo ha lanzado su Informe especial 2025 sobre contaminación urbana en la UE en el que se afirma que «las ciudades tienen un aire más limpio, pero siguen siendo demasiado ruidosas», aunque en la auditoría advierte que, tras movilizar miles de millones, sigue siendo un problema importante.
Los auditores del tribunal afirman que la contaminación atmosférica y acústica en las ciudades europeas ha mejorado en los últimos años, pero sigue siendo elevada, supone un riesgo para la salud y que será muy difícil cumplir con los requisitos más estrictos fijados para los próximos años.
El informe examina las medidas destinadas a abordar la contaminación atmosférica y acústica, incluidas algunas que recibieron la ayuda financiera de la UE, y las que la Comisión ha aplicado para hacer cumplir la aplicación de la legislación pertinente de la UE.
Avances positivos
«Se han producido avances positivos en la lucha contra la contaminación urbana. Sin embargo, sería un gran error dormirnos en los laureles», declaró el responsable de la auditoría, Klaus-Heiner Lehne, quien llamó a los países de la UE a «darse cuenta de que los objetivos ambiciosos no pueden alcanzarse sin un esfuerzo adicional considerable».
El informe del Tribunal de Cuentas se basa en un estudio de la calidad del aire y ruido en Atenas, Barcelona y Cracovia y concluye que «las ciudades europeas son demasiado ruidosas, y la contaminación atmosférica sigue siendo demasiado elevada, a pesar de las mejoras».
Una cuestión de salud
«La situación es especialmente preocupante, puesto que la Unión Europea y sus Estados miembros tendrán que redoblar sus esfuerzos por cumplir las normas más estrictas en los próximos años», apuntan los auditores, que recuerdan que tres cuartas partes de los ciudadanos de la UE viven en áreas urbanas.
En su informe recuerdan que la Agencia Europea de Medio Ambiente estima que la contaminación atmosférica mata a 250.000 personas al año y añade que la exposición a niveles excesivos de ruido puede generar trastornos del sueño, ansiedad, insuficiencia cognitiva y problemas de salud mental, lo que da lugar a 48.000 nuevos casos de cardiopatía y 12.000 muertes prematuras en Europa cada año.
Lucha de miles de millones
Ante esta situación, la Unión Europea ha ido introduciendo normas para proteger la salud de sus 450 millones de ciudadanos y las instituciones comunitarias con partidas mil millonarias para luchar contra este problema.
En este sentido, los autores del informe señalan que «la Comisión Europea también afirma haber movilizado 46.400 millones de euros para el período 2014 – 2020 y 185.500 millones de euros para el período 2021 – 2027, con el fin de apoyar los objetivos en materia de aire limpio». Es decir, se han asignado un total de 231.900 millones para un periodo de 13 años en la lucha contra la contaminación en Europa.
El problema del NO 2
Los auditores reconocen que la calidad del aire ha mejorado en el conjunto de la UE. Sin embargo, advierten de que la contaminación atmosférica, en particular la concentración de dióxido de nitrógeno (NO 2) causada por automóviles y camiones, sigue siendo un problema importante. En 2022, 10 Estados miembros seguían superando el límite actual de dióxido de nitrógeno (NO 2) de la UE.
Así mismo, alertan de que en el futuro las normas de calidad del aire de la UE pronto serán más estrictas y que las ciudades de la UE tendrán que redoblar sus esfuerzos para cumplir las nuevas normas de la UE si quieren acercarse a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Imposible evaluar el ruido
Otro de los frentes que se analizan y que suponen una incógnita es el referente a la contaminación acústica. «El ruido es el otro frente de la contaminación urbana, ya menudo se pasa por alto», reflejan en el texto los auditores y concluyen que es prácticamente imposible evaluar los avances en la reducción de este tipo de contaminación en la UE.
Se destaca que la mayoría de los Estados miembros tienen lagunas y retrasos en el seguimiento del ruido, por lo que no puede establecerse una tendencia.
Para los autores del informe se indica que los datos sugieren que es poco probable que se cumpla el objetivo de contaminación cero para 2030 de reducir en un 30% el número de personas perjudicadas por el ruido del transporte. Las estimaciones muestran que disminuirá en un 19% en el mejor de los casos y, en el peor, podría incluso aumentar un 3% para 2030.
Resistencia local
Desde el Tribunal de Cuentas Europeo se admite que «las ciudades tienen dificultades para abordar eficazmente la contaminación atmosférica y acústica. Las razones de ello van desde una mala coordinación por parte de las autoridades hasta la dudosa eficacia de las medidas, por no mencionar la resistencia local contra ellas».
Los auditores detectan problemas como que las zonas verdes, donde peatones y ciclistas tiene prioridad sobre los automóviles, mejoran la calidad del aire y reducen la contaminación acústica en esas vías, pero hacen que empeore en las calles de alrededor.
Zonas de bajas emisiones
Además, las zonas de bajas emisiones son una cuestión «cada vez más sensible», como demuestra que «los intentos de introducirlas en Barcelona y Cracovia se enfrentaron a retos jurídicos por motivos de discriminación o de restricciones a la libre circulación, lo que dio lugar a una reducción o aplazamiento» de las medidas.
En el caso de Barcelona, donde la infraestructura de transporte está bastante desarrollada y se utiliza ampliamente, indican los autores del informe, la dificultad para reducir el tráfico de vehículos privados en favor del metro, el autobús y la bicicleta está relacionado «con la falta de interconectividad de estos medios de transporte alternativos en todos los municipios».
Por último, el Tribunal de Cuentas señala que el procedimiento de infracción de la Comisión Europea para que las ciudades cumplan las normas sobre contaminación atmosférica y acústica es «largo y no siempre eficaz».