Cocaína Glifosato contra la coca

Colombia piensa de nuevo en el glifosato, un plaguicida cancerígeno, para erradicar cultivos de coca

Este componente es polémico por sus posibles efectos cancerígenos en los seres humanos

Glisofato

Colombia avanza en el proceso de compra de glifosato para retomar la erradicación terrestre de cultivos de coca con este polémico herbicida, cuya aspersión aérea no se utiliza desde 2015, cuando el Gobierno de Juan Manuel Santos la suspendió.

«Por compromisos ya adquiridos, por decisiones que se habían hecho, vamos avanzando hasta ahora, es en un proceso de contratación. Esperamos, ojalá, que funcione tan bien la sustitución (de cultivos ilícitos) que no sea necesario emplear este método (de erradicación con glifosato)», declaró el ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, en una rueda de prensa.

Licitación pública

La prensa colombiana publicaba la noticia en la se reflejaba que la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional abrió el 26 de febrero pasado el proceso de contratación para adquirir, textualmente, Plaguicida químico de uso agrícola con composición garantizada de ingrediente activo: Glifosato.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, es uno de los mayores opositores al uso del glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos porque «no sirve y criminaliza a los campesinos productores de coca».

Polémica con el glifosato

La Corte Constitucional ordenó suspender hace diez años la aspersión aérea del glifosato basándose en el argumento de que el herbicida puede ser cancerígeno para los seres humanos y causar además daños al medio ambiente, como advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Gobierno de Santos (2010-2018) ordenó en 2015 parar esta práctica y en 2017 el alto tribunal suspendió la fumigación aérea de cultivos ilícitos.
Sin embargo, la Corte Constitucional dejó abierta la posibilidad de volver a autorizar la aspersión con glifosato «que no está prohibido, ya que se usa en agricultura y jardinería, pero sí su uso por aspersión aérea» en la lucha antidrogas si el Gobierno cumple seis exigencias sanitarias ambientales.

Decretos regulatorios

Sin embargo, el Gobierno de Iván Duque (2018-2022) reabrió en 2021 la polémica, cuando aprobó una serie de decretos que regulaban las aspersiones aéreas de cultivos ilícitos y ordenaba a los ministerios e instancias pertinentes que se movieran para conseguir las exigencias sanitarias y ambientales que requería la Justicia para poder retomarlas.

No obstante, en enero de 2022, siete meses antes que Petro asumiera la Presidencia, la Corte Constitucional tumbó un nuevo intento del ejecutivo de Duque para retomar las aspersiones aéreas de cultivos ilícitos con glifosato, a la vez que reafirmó la necesidad de la consulta previa en las comunidades afectadas.

Cultivo de coca

Efecto cancerígeno

El glifosato es un herbicida que ha sido clasificado como probablemente cancerígeno para los humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Sin embargo, hay divergencias entre las conclusiones de diferentes autoridades reguladoras.

El glifosato es un eficaz herbicida muy utilizado en la agricultura y la jardinería para controlar el crecimiento de plantas no deseadas. Fue introducido por primera vez en la década de 1970 y, desde el año 2000, puede fabricarlo cualquier laboratorio.

Sin alternativa

Actualmente, no existe una alternativa que alcance los mismos efectos con el mismo coste económico. La eliminación mecánica con maquinaria agrícola es mucho más costosa y aumenta la emisión de CO₂.

Además de su uso en las explotaciones agrarias, el glifosato también se aplica en la limpieza de los márgenes de las carreteras, y en espacios urbanos, como parques y jardines.

De modo indirecto, tiene una función de salud pública al permitir una fácil limpieza de vegetación espontánea en zonas verdes, arbolado urbano, alcorques y solares abandonados.

Autorizado en Europa

El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo, sin embargo, ha sido objeto de un intenso debate en relación con su seguridad y regulación durante décadas.

Pese a la permanente controversia en relación con su potencial efecto en la salud humana y la biodiversidad, en noviembre de 2023, después de un largo proceso de evaluación y consultas, la Comisión Europea decidió renovar la autorización del glifosato por un segundo período de 10 años, aunque algunos países han regulado su uso o su prohibición.