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Científicos del CSIC recurren a la vainilla para luchar contra los ataques del lobo ibérico

Las pruebas piloto se están llevando a cabo en la Sierra Norte de Guadalajara por ser una de las zonas donde se ha detectado una mayor presencia y ataques al ganado

Vainilla lobo
Lobo ibérico (Canis lupus signatus), fotografiado en Zamora
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Un llamativo proyecto piloto en el que participa personal del CSIC y el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC) está utilizando la vainilla para luchar contra el lobo ibérico (Canis lupus signatus) y su aplicación te va a sorprender.

El proyecto, auspiciado por el Gobierno de Castilla-La Mancha con fondos europeos, tiene como objetivo el desarrollar estrategias que reduzcan los daños del lobo a la ganadería extensiva de la Sierra Norte de Guadalajara.

La experimentación, que actualmente afronta su fase final, deberá estar concluido a finales de año y está financiado con fondos europeos, deberá estar justificado ante Europa a mediados del año que viene.

Aversión condicionada

Por este motivo, el ensayo afronta ya este último periodo denominado de aversión condicionada, donde se utiliza el olor a esencia de vainilla para alejar el lobo del ganado, señala el científico del CSIC y uno de los investigadores del proyecto, Pablo Ferreras, en declaraciones a Europa Press.

La iniciativa científica consta de tres fases en la que en la primera, llamada de preacondicionamiento, se habitúa a los lobos a acercarse a un lugar a ingerir carne colocada como cebo.

Tras esta primer acercamiento, los cebos se impregnan con una sustancia que genera malestar y vómitos en los animales. Tras esta fase, comienza la última etapa en la que los cebos solo se impregnan del olor a esa esencia, todo ello para ver si les ha generado esa aversión.

Rociar el ganado

En colaboración con los ganaderos y aprovechando los saneamientos que se les realizan a las vacas un par de veces al año, se ha rociado el ganado ovino con la esencia de vainilla y se han colocado collares a las vacas, impregnados también de este olor.

Con este estudio se trata de generar repulsión del lobo hacia la carne del ganado, una labor complicada porque el cánido se mueve mucho. Los investigadores que participan en el proyecto han trabajado con dos manadas: la que se ubica en Cantalojas y la del Alto Rey. Ya han empezado con el experimento en sí de lo que es aversión condicionada.

Estos resultados están siendo divulgados a la par en seminarios y congresos, y, además, se ha elaborado un díptico en el que, con un lenguaje sencillo, se explica la técnica que se pretende desarrollar para disminuir los ataques del lobo al ganado.

Lobo ibérico vainilla
El proyecto piloto emplea el uso vainilla para ahuyentar al lobo del ganado en la Sierra Norte de Guadalajara (Foto: Europa Press)

Problemas con los ataques

El proyecto se está realizando en la Sierra Norte de Guadalajara por ser una de las zonas donde se ha detectado una mayor presencia y ataques al ganado vacuno, especialmente, pero también al ovino. Tiene que ver con los problemas que este depredador causa a la ganadería de la zona desde hace tiempo y reducir los daños.

La aversión condicionada es una forma de condicionamiento clásico que se produce cuando un individuo consume un alimento y acto seguido le provoca un malestar, como el dolor abdominal, náuseas y vómitos.

Como consecuencia de esto, el animal asocia el malestar con la ingestión de ese alimento, rechazando a partir de entonces su consumo. Además, es posible introducir una señal de olor artificial durante el condicionamiento, generándose una aversión a ese olor que potencia más la aversión al alimento.

También en zorros y linces

Esta forma de abordar el problema de los ataques de los lobos al ganado, ha sido probada con éxito con otros cánidos, como el zorro (Vulpini), con el que se realizaron estudios en campo para reducir la depredación de diversas presas, y también con el lobo ibérico en cautividad.

Aunque los resultados obtenidos por el momento son prometedores, la utilización de la aversión condicionada para reducir los ataques de lobo al ganado tiene que ser explorada en profundidad, desarrollando las metodologías necesarias para su implementación de forma efectiva en el campo.

Actualmente, depredadores como el lobo ibérico se encuentran en expansión, volviendo a recolonizar áreas que ya ocuparon en el pasado. Por lo tanto, los daños y pérdidas ocasionadas a la ganadería se prevé que aumenten, pero el desarrollo de este método podría contribuir a reducir dichos daños.

Esta herramienta de usar vainilla como método de aversión para el lobo también podría aplicarse en otros conflictos como el causado por los ataques puntuales de lince ibérico (Lynx pardinus) al ganado ovino y las aves de corral.

Encuesta a los ganaderos

También se está distribuyendo una encuesta, no sólo a los ganaderos sino al público en general, sobre el conflicto de los depredadores con la ganadería y cómo percibe la población, los daños por fauna.

En función de los resultados que marque la fase final, se podrá dar a la administración autonómica la herramienta que se necesita para que se pueda utilizar en los casos en los que se produzcan daños a la ganadería.

Estudio del lobo

Hasta ahora, en las fases iniciales se ha estudiado cómo se mueve el lobo por la zona, descubriéndose varios grupos que no permanecen quietos, sino que aparecen y desaparecen sin que por el momento se haya observado una tendencia creciente de su población, afirma el científico del CSIC, Pablo Ferreras.

El investigador también señala que los ensayos terminarán este año, no podrán concretarse todo lo que a ellos les hubiera gustado, de ahí que considere interesante poder seguir trabajando en esta línea en esta zona.