Los cazadores trasladan al Ministerio de Agricultura un paquete de medidas urgentes frente a la peste porcina
El sector cinegético reclama su inclusión inmediata en los planes oficiales de gestión de la peste porcina
Piden ayudas directas por jabalí abatido y financiación integral para la gestión de residuos SANDACH

Ante la confirmación de nueve jabalíes muertos por peste porcina africana (PPA) en Cataluña y la declaración de emergencia por parte de la Generalitat, el sector de la caza ha trasladado este lunes al Ministerio de Agricultura un paquete de medidas urgentes para reforzar la lucha contra esta grave enfermedad.
La Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA), la Real Federación Española de Caza (RFEC) y la Fundación Artemisan han remitido una carta conjunta al ministro Luis Planas en la que subrayan su plena disposición a colaborar.
La caza como herramienta sanitaria
Las tres entidades recalcan que la actividad cinegética debe ser reconocida como una herramienta sanitaria esencial frente a la peste porcina, actuando como colaborador imprescindible de las administraciones públicas para el control poblacional del jabalí en el medio natural.

La PPA, que no afecta a las personas, constituye, sin embargo, una amenaza crítica para el sector porcino, la economía rural y la sanidad animal. El jabalí silvestre es un elemento clave en el mantenimiento y propagación del virus, lo que convierte a los cazadores en actores fundamentales de la estrategia sanitaria.
Emergencia en Cataluña
La Generalitat ha declarado hoy martes la situación de emergencia para todas las actuaciones destinadas a contener, prevenir y paliar los efectos y contagios de la peste porcina africana.
Según explicó la portavoz del Ejecutivo catalán, Sílvia Paneque, la rápida propagación del virus y el riesgo de que algún animal pueda salir de la zona de confinamiento justifican activar el procedimiento de emergencia previsto en la Ley de contratos del sector público.
Con esta declaración, se tramitarán por vía de emergencia los contratos de servicios, suministros y obras que tengan como finalidad frenar el avance de la enfermedad.

30 años sin peste porcina
El brote se detectó inicialmente a finales de noviembre en Cerdanyola del Vallès, en la sierra de Collserola (Barcelona), con dos jabalíes hallados sin vida. Posteriormente, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete confirmó el positivo en otros siete ejemplares encontrados en la misma zona.
Se trata de los primeros casos que se detectan en España desde 1994, tras 31 años sin registrar ningún positivo en el territorio nacional. La Comisión Europea ha ampliado el perímetro de zona infectada hasta 91 municipios catalanes, estableciendo restricciones en un radio de 20 kilómetros alrededor del foco.
Carta al ministerio
En la carta enviada al Ministerio, que será trasladada también a las Comunidades Autónomas, el sector de la caza y de la carne de caza reclama su inclusión inmediata en los planes oficiales de gestión de la peste porcina, en coordinación con el sector porcino.
Las entidades alertan de que sin un marco de apoyo adecuado no será posible mantener los niveles de extracción necesarios, especialmente en un contexto en el que la crisis sanitaria puede provocar desequilibrios de mercado. La pérdida de incentivo para la actividad extractiva comprometería los objetivos de control poblacional del jabalí, facilitando así la propagación del virus.
Ayudas directas por jabalí abatido
Entre las principales medidas propuestas destacan las ayudas directas por jabalí abatido, orientadas tanto a reforzar la presión de control poblacional como a compensar los desequilibrios de mercado derivados de la depreciación de la carne de jabalí.
Estas ayudas resultarían indispensables para asegurar la continuidad de las operaciones de extracción necesarias para la gestión sanitaria frente a la peste porcina. Asimismo, solicitan la financiación integral de la gestión de SANDACH (subproductos animales no destinados al consumo humano), cubriendo recogida, transporte y eliminación de los residuos generados para garantizar la bioseguridad y sostenibilidad del sistema.

Reconocimiento formal
Otro de los puntos clave del paquete de medidas es el reconocimiento formal del sector de la caza y la carne de caza como parte integrante de los planes de gestión de la peste porcina, por su capacidad operativa y conocimiento del territorio.
Las entidades subrayan que los cazadores trabajan diariamente sobre el terreno y disponen de una experiencia invaluable para implementar estrategias de control eficaces. Este reconocimiento debería traducirse en una participación activa y estructural dentro de la estrategia sanitaria nacional contra la PPA.
Medidas de apoyo al mercado
Además, las organizaciones cinegéticas proponen medidas de apoyo al mercado, incluida la activación de ayudas al almacenamiento privado y el análisis de la inclusión de la carne de jabalí en los mecanismos de la Organización Común de Mercados (OCM).
Estas acciones permitirían estabilizar el sector y evitar el colapso de precios que podría derivarse de la crisis sanitaria. Las entidades consideran igualmente necesario acompañar las medidas técnicas con acciones de sensibilización ciudadana, que faciliten la comprensión social del papel del cazador como aliado en sanidad animal.

Colaboración leal
ASICCAZA, la RFEC y la Fundación Artemisan reiteran su voluntad de colaboración leal y constructiva con el Gobierno y las Comunidades Autónomas. Las tres entidades confían en que, ante la situación generada por la peste porcina africana, se adopten medidas urgentes y proporcionales, contando desde el inicio con quienes trabajan diariamente sobre el terreno.
El sector cinegético se posiciona así como un elemento clave en la respuesta nacional frente a esta enfermedad que amenaza al sector porcino español, responsable del 19,3% de las exportaciones de alimentos y bebidas desde Cataluña y con un volumen de 3.000 millones de euros anuales.
Parálisis de la actividad cinegética
La prohibición de caza en la zona infectada, excepto para las operaciones de control sanitario, ha paralizado la actividad cinegética tradicional. Sin embargo, el sector reivindica su papel esencial en la extracción controlada de ejemplares dentro del perímetro de seguridad, una labor que requiere coordinación con las autoridades sanitarias y veterinarias.
La movilización de 120 agentes rurales, 117 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y el Equipo Veterinario Europeo de Emergencia demuestra la magnitud del desafío sanitario al que se enfrenta España.
Las medidas propuestas para combatir la peste porcina por el sector de la caza buscan reforzar este dispositivo con la experiencia y el conocimiento territorial de los cazadores profesionales.