Cambio climático

Añadir algas marinas a la dieta de las vacas reduce las emisiones de metano en un 40%

El metano es un gas de efecto invernadero más potente que el C02

Vacas metano
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Alimentar al ganado vacuno de pasto con un suplemento de algas en forma de gránulos reduce las emisiones de metano de estas vacas en casi un 40% sin afectar a la salud ni al peso del animal, lo que podría ser una solución para disminuir la contribución de este sector al cambio climático.

El ganado es responsable del 14,5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y la mayor parte de ellas proceden del metano que el ganado libera al expulsarlo.

La potencia del gas metano

El metano (CH4) es uno de los principales y más potentes Gases de Efecto Invernadero (GEI) que aceleran el cambio climático. Se calcula que es responsable del 30% del incremento de la temperatura media global desde el inicio de la revolución industrial, siendo el segundo gas que más ha contribuido al cambio climático tras el CO₂.

A diferencia del CO₂ , que puede persistir en la atmósfera durante siglos, el CH4 tiene una vida útil mucho más corta, normalmente alrededor de 12 años. Sin embargo, durante su presencia atmosférica relativamente breve, el CH4 es muy eficaz para atrapar el calor.

El metano presenta un potencial de calentamiento global que es aproximadamente 80 veces más vigoroso para absorber calor que el CO₂ durante un período de 20 años y 27 veces más eficaz durante un siglo.

vaca

Algas contra el metano de las vacas

El estudio Mitigación de las emisiones de metano en el pastoreo de ganado vacuno con un aditivo alimentario a base de algas marinas: implicaciones para la agricultura climáticamente inteligente recogido en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS por sus siglas en inglés) propone una solución basada en las algas marinas para una ganadería de pasto más respetuosa con el medioambiente.

El trabajo recuerda la contribución sustancial del ganado rumiante a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, particularmente CH4, un potente contaminante climático de vida corta, destacando que «investigación ofrece una vía prometedora para mitigar el cambio climático».

Vacas de pasto

La investigación partía con los antecedentes de que anteriores trabajos habían demostrado que la alimentación a base de algas reduce las emisiones de metano en un 82 % en el ganado de cebo y en más de un 50 % en las vacas lecheras.

Sin embargo, esta solución no se había planteado hasta ahora para las vacas de pasto (para carne), a pesar de que son las que más metano producen, porque comen más fibra de la hierba y suelen pastar lejos de las granjas durante periodos más largos.

Resultado sorprendente

Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de California Davis decidió hacer el experimento en una granja del estado estadounidense de Montana: dividieron 24 novillos de vacuno (una mezcla de razas Angus y Wagyu) en dos grupos: uno recibió el suplemento de algas marinas en forma de gránulos y el otro no.

Durante 10 semanas, el grupo de vacas que ingirió el suplemento en el pasto, y los resultados mostraron que estos animales redujeron sus emisiones de metano en un 40%.

El "Covid de las vacas"

Lamer las algas

«Este método allana el camino para alimentar con un suplemento de algas marinas a los animales de pastoreo, los ganaderos se lo podrían introducir incluso a través de un bloque que puedan lamer», señala uno de los autores, Ermias Kebreab, investigador del departamento de ciencias animales de la Universidad de California Davis en un comunicado.

Para los autores, «los hallazgos pueden ser relevantes en el contexto de la creciente demanda mundial de productos pecuarios y la necesidad urgente de abordar los impactos ambientales de los alimentos de origen animal».

Por lo tanto, este estudio «contribuye a los esfuerzos más amplios destinados a desarrollar prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas con el medioambiente», añaden.