Los accionistas de Tesla a favor de extraer los minerales de los lechos marinos
Los inversores activistas habían presionado al fabricante de automóviles para que se uniera a otros líderes de la industria para considerar los impactos de la minería en aguas profundas en su reunión anual de accionistas
Los accionistas de Tesla han votado en contra de aceptar una moratoria sobre el abastecimiento de minerales para baterías de vehículos eléctricos provenientes de ecosistemas de los lechos marinos profundos.
El no aceptar esta moratoria implica que Tesla podría utilizar los minerales extraídos de los fondos marinos para fabricar sus baterías con cobalto y níquel.
Los inversores más activistas habían estado presionando al fabricante de automóviles para que se uniera a otros líderes de la industria que consideran los graves impactos de la minería en aguas profundas (DSM en inglés) en su reunión anual de accionistas.
En este sentido, los accionistas solicitaban previamente, a través de As You Sow que «Tesla se comprometiera a una moratoria en el abastecimiento de minerales procedentes de la minería de aguas profundas, en consonancia con los principios anunciados en la Declaración Empresarial de Apoyo a una Moratoria de la Minería de Aguas Profundas».
Votos en contra
As You Sow, una organización sin fines de lucro que promueve la responsabilidad social corporativa, presentó esta propuesta en diciembre, considerando que «vemos a Tesla, la cara de la transición a los vehículos eléctricos, como un rezagado», en declaraciones recogidas por Bloomberg.
El pasado jueves, el 78% de los accionistas de Tesla votaron en contra de la propuesta de activar una moratoria sobre la extracción de minerales de los lechos marinos y el 6% votó a favor, incluidas abstenciones y no votos de los corredores.
A principios de este mes, los inversores de General Motors rechazaron una propuesta similar, también presentada por As You Sow, que habría requerido que la compañía revelara públicamente cualquier uso de minerales de aguas profundas en su cadena de suministro.
Minería en aguas profundas
Si bien la minería comercial en aguas profundas no ha comenzado, la industria apunta a extraer rocas del tamaño de una patata llamadas nódulos polimetálicos que se encuentran en el lecho marino a 4.000 metros debajo de la superficie. Contienen metales utilizados en las baterías de vehículos eléctricos, como cobalto y níquel.
La lucha por la minería en aguas profundas se está intensificando a medida que un número creciente de naciones, científicos y ambientalistas piden una moratoria o prohibición de la minería en ecosistemas de aguas profundas frágiles y biodiversos, que albergan organismos que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
Daños irreversibles
En el escrito a Tesla, la organización defendía el voto en contra de la minería de aguas profundas por ser «destructiva para el medioambiente». Además, consideraban que la DSM «corre el riesgo de causar daños irreversibles a los ecosistemas marinos, destruyendo el hábitat, aniquilando la fauna y flora circundantes y reduciendo drásticamente la biodiversidad».
Entre los argumentos también exponían que afectará a la fauna circundante y reducirá drásticamente la biodiversidad. En su búsqueda de nódulos polimetálicos, la maquinaria de DSM draga el fondo oceánico que «mata indiscriminadamente la vida marina a su paso y podría crear un efecto cascada de pérdida de biodiversidad que no se limita al emplazamiento minero».
Industria naciente
Una organización afiliada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se encuentra en medio de una lucha prolongada por la redacción de regulaciones para la minería del fondo marino.
La naciente industria minera de aguas profundas sostiene que los minerales de los lechos marinos profundos acelerarán la descarbonización, proporcionando los materiales necesarios para construir nuevas baterías y otras tecnologías que son clave para la transición energética.
Algunos países como Noruega también están de acuerdo y, a principios de este año, el país escandinavo intentó explotar los fondos marinos del Ártico.
¿Minerales necesarios?
En enero, Tesla apeló a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) para que omitiera la propuesta de minería en aguas profundas de la reunión de accionistas de este año, diciendo que tenía como objetivo microgestionar la empresa.
El director senior y asesor general de Tesla, Derek Windham, redactó entonces que «la propuesta no se centra en una cuestión importante de política social que trasciende el negocio ordinario de la empresa». La SEC rechazó la solicitud de Tesla el 27 de marzo.
Esta votación pone de relieve una cuestión más amplia a la que se enfrenta la industria automovilística: si los minerales de los lechos marinos profundos son necesarios para competir en la carrera mundial de vehículos eléctricos.
Varios fabricantes de automóviles no estadounidenses (incluidos Volvo Car, Volkswagen y BMW) ya han firmado una moratoria sobre la minería en aguas profundas en cooperación con el Fondo Mundial para la Naturaleza.
«Estados Unidos es un referente en este sentido», añadió la presidenta de As You Sow, Danielle Fugere. «Otros países están más adelantados y esto se refleja en la forma en que operan las empresas automovilísticas».
Las baterías de Tesla
Tesla utiliza cada vez más baterías de fosfato de hierro y litio (LFP, por sus siglas en inglés), que también son populares en China y no dependen del níquel ni del cobalto.
La compañía ha seguido ampliando su cadena de suministro de LFP en EE. UU. y afirma que, a principios de 2022, casi la mitad de los vehículos que producía tenían baterías de este tipo.
El director ejecutivo de Metals Company, una importante empresa minera de los fondos marinos, ha dicho que la química de las baterías está sujeta a nuevos cambios. «Creo que los LFP están llenando un cierto segmento del mercado», ha afirmado en declaraciones recogidas por la agencia estadounidense.
«Durante la próxima década, las sustancias químicas basadas en sodio se volverán más populares y reemplazarán parte de la cuota de mercado de LFP. Y eso requerirá los metales de nuestros nódulos», ha añadido el ejecutivo.
Dudas sobre su rentabilidad
Los votos de los accionistas de Tesla y GM se producen en un momento en que el panorama de los vehículos eléctricos se enfrenta a un cambio importante. Para finales de 2025, la industria mundial de baterías será capaz de fabricar cinco veces más celdas de las que requiere la demanda, según la empresa de datos BloombergNEF.
También se prevé que el contenido de níquel de las baterías de los vehículos eléctricos caiga un 25% el próximo año, según estimaciones del medio. Esos cambios podrían hacer que la extracción de níquel y otros minerales en el lecho marino sea ambientalmente dudosa y económicamente desaconsejable.
En esta votación, los accionistas de Tesla se mostraron a favor de la propuesta para entregarle al fundador del fabricante, Elon Musk, una remuneración a través de opciones sobre acciones valorada en 56.000 millones de dólares (52.333 millones de euros)