Skoda Vision E, llega el germen de una estirpe
El Salón de Shanghái, que tendrá lugar entre los próximos 19 y 28 de abril, será muy importante para Skoda. Va a ser en la muestra china donde se presente el nuevo Skoda Vision E, un SUV coupé de cinco puertas con un diseño emotivo que puede recorrer hasta 500 kilómetros gracias a su motor eléctrico, y que además cumple con los requerimientos para una conducción autónoma de Nivel 3. Se trata del primer paso de la marca checa de cara al año 2025, cuando está previsto que ofrezca hasta cinco vehículos 100% eléctricos en diversos segmentos.
El nuevo Skoda Vision E, que es el primer prototipo totalmente eléctrico y con funciones autónomas de la marca, cuenta con unas medidas de 4.645 mm de largo, 1.917 de ancho y una altura de 1.550 mm, mientras que su distancia entre ejes se va hasta los 2.850 mm. Todo esto, así como a los voladizos en la parte frontal y posterior, han hecho posible un interior extremadamente espacioso, donde además contaremos con unos asientos con posición elevada.
En cuanto al apartado mecánico, el nuevo Skoda Vision E dispone de dos motores eléctricos que generan una potencia de 225 kW, suficiente para disparar el prototipo hasta una velocidad de 180 km/h. Se asegura además, gracias a la gestión inteligente de los recursos, la máxima eficiencia, ajustándose los motores para permitir el máximo grado de estabilidad, dinamismo y seguridad en todo momento.
Con el nuevo Skoda Vision E, la marca también ofrece una visión sobre las formas de conducción autónoma que llegarán en breve. Según los últimos estudios, en 2030, alrededor del 15% de todos los vehículos nuevos podrán conducirse de manera completamente autónoma. Este prototipo cumple con los requisitos para el nivel 3 de conducción autónoma, es decir, puede operar independientemente en congestiones de tráfico, entrar en piloto automático en autopistas, permanecer en un carril y desviarse, realizar maniobras de adelantamiento, buscar de forma independiente plazas de aparcamiento gratuitas, y aparcar y salir de estacionamiento de forma completamente autónoma. Para ello, varios sensores de distintos rangos y numerosas cámaras supervisan constantemente la situación del tráfico.
