Prueba del SsangYong Tivoli GLP: El gas como combustible alternativo
Cuando hablamos de vehículos movidos por energías alternativas, todo el mundo piensa en los híbridos impulsados por un motor eléctrico además del convencional de gasolina o gasóleo. Los hay incluso que son reacios a adquirir uno de estos que tenga la capacidad de ser enchufado a la red. Miedo a los cambios, que se llama. Pero, ¿todos los que estáis leyendo estas líneas sabíais que hay coches con un depósito de gas que nos permite ahorrar bastante dinero en combustible? Parece una pregunta un poco absurda, pero me ha sorprendido mucho la cantidad de gente cercana que se ha llevado las manos a la cabeza cuando les he dicho que el SsangYong Tivoli que he probado, y del que te voy a hablar en este artículo, es de este tipo. Sí, amigos, el GLP es una realidad muy económica que muchos no conocen. Y esto es lo que da de sí.
Diseño
Vaya por delante que hasta que no lleguemos al apartado del motor, no tendremos que hablar de cambios importantes en el SsangYong Tivoli por ser la variante de GLP. Tan solo un distintivo en la parte trasera y la doble boca de combustible al abrir la tapa del depósito diferencian esta variante del modelo asiático de sus hermanos de gasolina y diesel.
Por lo demás, estamos ante un SUV compacto de cuadriculadas formas que si por algo destaca es por su personalidad. El SsangYong Tivoli es perfectamente reconocible desde todos los ángulos, y con una imagen que difiere bastante de la de sus rivales. Gusta, especialmente cuando la combinación de colores elegida -hay más de 100 posibles variantes entre unas cosas y otras- es llamativa.
Desde adhesivos hasta vinilados podrán ser aplicados al Tivoli para que la imagen de tu unidad sea prácticamente única. Esta capacidad de personalización es, sin duda, uno de los puntos fuertes de un modelo que, bajo mi punto de vista, es el primer gran acierto estético de la firma. Gran trabajo el realizado en este apartado, por tanto.
Interior
El interior del SsangYong Tivoli es otro de los puntos donde se nota el progreso de la marca coreana. Hacía bastante tiempo que no me subía a uno de sus vehículos, y tengo que reconocer que el recuerdo que tenía no era especialmente positivo. Pues bien, nada más sentarme en esta unidad del todocamino asiático me di cuenta del gigante avance que se ha logrado desde cualquier prisma que se mire. Calidad, equipamiento, confort, habitabilidad… Te gustará más o menos que otras marcas, pero ya no puedes negar, al menos en el Tivoli, que SsangYong se ha hecho fuerte.
Me gustaron especialmente sus asientos, muy cómodos y dotados de una tapicería bitono es además muy elegante. La pega es que alguno de los mandos de la consola central se encuentra en una posición excesivamente baja, aunque tengo que reconocer que mi estatura -1,74- puede jugar en contra a la hora de percibir esto.
Desde el asiento del conductor se perciben unos materiales de lo más correctos con unos buenos ajustes entre sí. El único problema realmente palpable que encontré son los deslumbramientos que provoca la pantalla de la consola central en función de cómo incida el sol sobre ella, lo que además dificulta bastante su lectura en determinados momentos del día.
En cuanto al espacio disponible, resulta sorprendente cuánto existe, tanto en la parte delantera como en la trasera. De primeras te esperas algo menos teniendo en cuenta las medidas del coche, pero lo cierto es que no he encontrado pegas de ningún tipo. El cuadriculado diseño del vehículo juega a favor de la ergonomía interior.
Finalizamos este apartado con una de las primeras diferencias palpables que existen entre esta versión GLP del SsangYong Tivoli y el resto, su maletero. De los 423 litros de capacidad que anuncian las variantes convencionales pasamos a 348, una reducción que se nota especialmente cuando tenemos que cargar una cantidad importante de equipaje en el vehículo.
Motor y consumo
La joya de la corona de esta versión del SsangYong Tivoli es su motor. Se trata del gasolina de 128 CV que todos conocemos, al que se le une el depósito de gas y demás cambios para que el funcionamiento con este tipo de combustible sea el que debe. Lo mejor de todo es que es la propia marca la que hace la transformación y la homologa, manteniendo la garantía mecánica de 5 años o 100.000 kilómetros que tienen el resto de variantes.
¿En qué cambia conducir un motor adaptado al GLP respecto a uno de gasolina? En nada. Tan solo veremos un botón situado a la derecha de la palanca de cambios con el que conectar este segundo depósito, que con los 30 kg que admite nos permitirá ahorrar bastantes euros. ¿Cuántos? Según SsangYong, estamos hablando de 3,5 euros cada 100 kilómetros si lo comparamos con la versión de gasolina y 1,5 respecto a la diesel. Y eso sin tener en cuenta el resto de ventajas económicas del GLP. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que la instalación del sistema de GLP cuesta 1.750 euros sobre el precio de la variante de gasolina, lo que significará que necesitaremos unos 45.000 kilómetros para amortizarlos, 25.000 en el caso de la comparación con el diesel.
Cifras aparte, tenemos que hablar del comportamiento del motor. Sus 128 CV pueden parecer suficientes, pero lo cierto es que con un par máximo de tan solo 160 Nm se echa en falta algo más de empuje, especialmente cuando la carretera se empina. Es un motor bastante justito para mover el Tivoli en determinadas circunstancias. En SsangYong lo saben, y por ello han equipado una caja de cambios manual de 6 velocidades de cortos recorridos que provoca que el gasto de carburante aumente, especialmente en carretera. De hecho, la media obtenida durante la semana de pruebas fue de 8,4 l/100 km.
Hablando de la caja de cambios, SsangYong debe trabajar en su tacto. Los recorridos de la palanca me parecieron algo irregulares, haciéndome cometer el error de engranar la tercera marcha en lugar de la primera en bastantes ocasiones.
Comportamiento
El comportamiento dinámico del SsangYong Tivoli está marcado por sus formas y su peso. Estos parámetros son dos de los responsables de que estemos hablando de un vehículo cuyo centro de gravedad es bastante elevado, con lo que en ciertos momentos notaremos las inercias que éste provoca. Pero ojo, porque estamos hablando de un SUV. Compacto, pero un SUV al fin y al cabo. Si queremos altura, lo normal es que penalicemos por otro lado.
Todo esto que digo en el párrafo anterior no debe ser entendido como una crítica, y sí como una declaración de intenciones del vehículo que vamos a comprar. Tenemos que tener bien claro lo que adquirimos en el concesionario, y eso vale para cualquier vehículo.
El control de estabilidad del SsangYong Tivoli trabaja bastante en cuanto detecta que podemos tener un incidente. Tiende a hacer bastante subvirador el vehículo, siempre buscando que no tengamos problemas graves en caso de que perdamos la zaga. Es algo que casi nunca ocurrirá, pero de hacerlo y no existir el ESP, podríamos volcar con facilidad. Repito, no sucederá.
En cuanto a la dirección, me pareció otro gran paso adelante respecto al último modelo de la marca coreana que probé. Es eléctrica, y ofrece hasta tres reglajes diferentes, que son el confort, el normal y el sport. Lo habitual será que utilices el segundo, porque el primero se vuelve demasiado suave y el tercero se endurece de una forma demasiado artificial.
Otro de los puntos que destacaría del SsangYong Tivoli serían sus frenos. Su rendimiento no admite pega, aunque debemos acostumbrarnos a su tacto. Es cierto que personalmente siempre me encuentro mejor con un pedal de tacto más deportivo, por lo que entramos en un terreno donde lo que a mí me parece una pega, a otro le parecerá una virtud. Tendremos que hincar con firmeza el pie en el pedal central para que el sistema responda en plenitud, siendo la primera parte del recorrido excesivamente suave para mi gusto.
Equipamiento
Teniendo en cuenta el precio del que estamos hablando -19.750 euros-, no podemos más que aplaudir el equipamiento que traía la versión que hemos probado del SsangYong Tivoli. Con el acabado Limited que gastaba estamos hablando del más completo de la gama, siendo éste su principal as bajo la manga respecto a sus rivales.
Estamos hablando por tanto de una dotación que incluye, entre otras cosas, llantas de 18 pulgadas, dirección de asistencia variable, control de crucero, luz diurna con tecnología LED, equipo de audio con conexión por Bluetooth, retrovisores eléctricos calefactables, volante regulable, climatizador bi-zona, pantalla táctil desde donde manejar el sistema de multimedia, conexión HDMI… en definitiva, todo un lujo.
Ficha técnica
Ficha técnica | |
Motor | |
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Situación | Delantera transversal |
Nº Cilindros | 4 |
Tipo de combustible | Gasolina/GLP |
Compresión | 10,5 a 1 |
Potencia (CV/rpm.) | 128 a 6.000 rpm |
Par máximo (Nm/rpm.) | 160 a 4.600 rpm |
Transmisión | |
Tipo | Manual |
Cambio | 6 velocidades |
Bastidor | |
Suspensión delantera | Tipo McPherson / Resorte helicoidal |
Suspensión trasera | Rueda tirada con elemento torsional / Resorte helicoidal |
Frenos | |
Delanteros | Disco ventilado (298 mm) |
Traseros | Disco (284 mm) |
Dirección | Cremallera eléctrica |
Diámetro de giro (m.) | 10,6 |
Número de vueltas de volante | – |
Neumáticos | 215/45 R18 |
Llantas | 18 pulgadas |
Carrocería | |
Nº de plazas | 5 |
Peso en vacío (kilos) | 1.469 kg |
Depósito de combustible | 47 litros + 30 kg. GLP |
Largo (mm.) | 4.202 |
Ancho (mm.) | 1.798 |
Alto (mm.) | 1.590 |
Vía delantera (mm.) | 1.555 |
Vía trasera (mm.) | 1.555 |
Distancia entre ejes | 2.600 |
Capacidad del maletero (litros) | 327 |
Prestaciones | |
Velocidad máxima (km/h.) | 181 |
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) | – |
Consumos | |
Urbano (litros/100 km) | 6,9 |
Extraurbano (litros/100 km) | 4,0 |
Mixto (litros/100 km) | 5,0 |
Conclusión
¿Es el SsangYong Tivoli un SUV compacto interesante? Sí, y mucho. Pocos pueden toserle en lo que a la relación calidad-precio se refiere. ¿Es la variante GLP la que me tengo que comprar? Depende de varios factores. El primero de ellos y principal es que cuentes cerca de tu casa o de tu lugar de trabajo con una gasolinera donde poder repostar este tipo de combustible. Si no es así, es tontería, porque no podrás aprovechar sus ventajas. Después tienes que mirar lo que valoras la capacidad de carga del coche, que es mayor para las variantes de gasolina y diesel. Y, en tercer lugar, hay que pensar también en las prestaciones que vas a necesitar. La variante GLP -así como la de gasolina- va justita, con lo que quizás te convenga más apostar por el motor de gasóleo. Piénsalo detenidamente y seguro que acertarás.
Lo mejor
- Relación calidad-precio.
- Las ventajas del GLP -transformación previa de la marca incluida-.
- Habitabilidad interior.
Lo peor
- Prestaciones del motor bastante justitas.
- Menos maletero que las versiones convencionales.
- Inercias en marcha.