Prueba Renault Espace Initiale Paris dCi 160 EDC

Cuando te subes a un Renault, sea el que sea, no esperas encontrarte con algo así. Y no entendáis esto como una frase despectiva -el que escribe estas líneas tiene un Mégane de tercera generación como coche propio-, sino como un ensalzamiento de las virtudes del nuevo Espace. Cuando nos dijeron durante su presentación que querían hacer de este vehículo algo realmente ‘premium’, no esperábamos que lo cumpliesen hasta tal extremo. ¡Pero vaya si lo han hecho! Y más si hablamos de la edición Initiale Paris que hemos tenido en nuestras manos. Así es el Renault Espace, un auténtico espectáculo de coche.

Diseño exterior

¿Es el Renault Espace un monovolumen con aspiraciones de SUV o totalmente lo contrario? Poco importa. Aunque personalmente prefiero considerarlo uno de los monovolúmenes más llamativos y mejor acabados de los últimos tiempos. Mirad que es complicado que un vehículo de este segmento sea agradable de ver. Pues el Espace lo es. Renault ha conseguido dotarlo de un diseño de lo más deportivo y estilizado -especialmente en la parte delantera-, enmascarando además el gran tamaño que tiene. Recordemos que este nuevo Espace tiene una longitud de 4,86 metros. Su zaga es, obviamente, algo más cuadriculada. Algo inevitable en un vehículo de este segmento. Pero ni aun así se rompe una armonía estética que se agradece mucho.

Os decíamos que sus formas enmascaran en parte la realidad de su tamaño. Fijaos si esta sensación es así, que si miras las llantas parecen pequeñas. Cuando te acercas y compruebas que son de 19 pulgadas te da otra pista de lo que puede llegar a ocupar el Renault Espace. Es el coche ideal para las familias numerosas o para aquellos que demanden un gran espacio de carga. Pero de esto hablaremos más adelante en el apartado de diseño interior. Para acceder a éste nos encontramos con unas enormes puertas que dejan espacio más que suficiente para acceder al habitáculo. Sin embargo, éstas pueden presentar alguna dificultad para abrirlas si aparcamos en batería muy cerca de nuestros ‘vecinos’.

Interior

Llegamos a una de las partes más interesantes del Renault Espace. Especialmente si hablamos de la versión Initiale Paris que hemos tenido el placer de probar. La calidad y el lujo ofrecido superan por varios cuerpos lo que estamos acostumbrados a ver en productos de marcas generalistas. Alguna pega tiene -iremos con ellas más adelante-, pero sería absurdo echar la bronca al alumno que ha sacado un 9 en un examen, ¿no?

Antes de sentarte en los asientos ya vimos que estábamos ante un vehículo especial. La inscripción ‘Initiale Paris’ se encuentra perfectamente visible en ellos, disponiendo además de sistema de calefacción. Una vez sentados, contemplamos delante de nosotros un cuadro de mandos de lo más moderno, que contrasta con el mando de control del volumen del audio -entre otras funciones- que se sitúa detrás del volante a la derecha. Ni se ve, ni se intuye, con lo que su manejo ha de ser memorizado. Es algo que se viene repitiendo en los distintos modelos de Renault desde hace tiempo y que de momento la firma gala no corrige.

Otro de los puntos que llama considerablemente la atención es la consola central, presidida por una gran pantalla táctil desde la que controlar todos y cada uno de los parámetros que deseemos. Su funcionamiento es brillante, eso sí, con un par de matices. El primero de ellos es una visión personal. Prefiero que algunos comandos -véase el climatizador- se manejen con botones de los de toda la vida. Me parece más cómodo e intuitivo. El segundo es la situación de los ‘botones’ del control del volumen, encendido/apagado de la pantalla etcétera. Están situados a la derecha de la misma, con lo que el conductor, especialmente si no nació para jugar al baloncesto como es el caso, debe estirarse más de la cuenta para manipularlos. Por su parte, otro de los puntos que destaca en la consola central es el diseño de la palanca de cambios. Es una especie de ‘7’ que de primeras choca bastante visualmente, pero que la primera vez que lo usamos nos damos cuenta de que ergonómicamente es una solución muy bien pensada. Destaca también una guantera de apertura automática.

En cuanto al espacio disponible, como os podréis imaginar tenemos a raudales. Tanto en la parte delantera como en la segunda fila de asientos. La tercera, que se puede esconder, no ofrece tanto. No obstante, esto sucede en todos los vehículos de este corte. Nada que criticar por tanto, salvo que seas muy alto, ya que mientras más atrás te sientes, más posibilidades tendrás de golpearte con el techo. Los diseños de corte deportivo es lo que tienen, en algún momento sacrifican espacio.

Destaca también la capacidad de carga, que con dos filas de asientos desplegadas ofrece un mínimo de 680 litros. Si solamente dejamos disponibles los asientos delanteros, esta cifra llega a superar los 2.000 litros. Además, el portón de apertura eléctrica deja al descubierto un espacio de entrada al maletero muy bien pensado. La parte más baja coincide prácticamente con el paragolpes, con lo que la introducción de los diferentes objetos al maletero se facilita bastante.

Motor y consumos

El motor diesel dCi de 1,6 litros y 160 CV que equipaba la unidad del Renault Espace que hemos probado es, simplemente, perfecto para este vehículo. Ofrece un compromiso ideal entre rendimiento y consumo. No hubo un solo momento en el que echásemos en falta más potencia bajo nuestro pie derecho. En todo el rango de revoluciones reacciona tal y como debe. Su par motor de 380 Nm es más que suficiente.

Este motor se asocia a una caja de cambios automática EDC, que es el único lunar que podemos ver en este apartado. Su funcionamiento es algo lento, especialmente cuando se trata de arrancar desde parado. Con el paso de los kilómetros te acostumbras a anticipar las maniobras de arranque, pero se agradecerá que Renault ponga su esfuerzo y saber hacer en este apartado para futuros modelos dotados de este tipo de transmisión.

Otro punto que debemos elogiar es el del consumo. Teniendo en cuenta que estamos ante un vehículo de 1.734 kilogramos, obtener una cifra de 7,5 l/100 km durante nuestra semana de pruebas es de aplaudir. Dista bastante de los 4,7 l/100 km homologados por Renault, pero aun así continúa mereciendo elogios. Además, la presencia de un depósito de combustible de 58 litros nos asegura que no tengamos que visitar las estaciones de servicio con demasiada frecuencia.

Comportamiento

El comportamiento dinámico del Renault Espace que hemos probado gira sobre un sistema que solo podemos aplaudir. Se trata del 4Control, que hace que las cuatro ruedas sean directrices. La capacidad de afrontar virajes -los más cerrados inclusive- del monovolumen francés es impresionante. Tanto, que las primeras veces que encares curvas te pasarás con el volante. Pero una vez que te acostumbras, el 4Control es una auténtica gozada. Eso sí, el sistema no funcionaría tan bien si no viniese acompañado de un trabajo de altura en el resto de elementos que influyen en el comportamiento de un vehículo.

En lo que a las suspensiones se refiere, se ha llegado a un compromiso perfecto entre firmeza y confort. A pesar del tamaño del coche y de su concepción, en ningún momento tuve la sensación de que el exceso de balanceo fuese un problema. Más bien lo contrario. Tampoco molestaban las habituales inercias de los coches grandes y altos. En resumen, un trabajo óptimo de Renault en este apartado, que consigue una estabilidad que solamente podemos catalogar como óptima.

Su punto más fuerte, como cabía esperar desde un principio, lo encontramos a la hora de salir a carretera abierta con él. El Espace es uno de esos vehículos en los que devorar kilómetros se convierte en una auténtica gozada. Además de la comodidad a la que ya hemos hecho referencia, también es de aplaudir la ausencia de ruidos. Destaca a su vez el sistema de frenado, muy eficaz y de buen tacto en cualquiera de las circunstancias.

Equipamiento

El Renault Espace Initiale Paris tiene absolutamente de todo. Es el mejor resumen que te podemos hacer. Cuando hablamos de un vehículo ‘premium’ es exactamente esto lo que esperamos. Desde detalles más extendidos como el freno de mano eléctrico o el Head-Up Display a otros de calidad como un sistema de sonido Bose con el que los aficionados a la música disfrutarán de lo lindo.

Otro de los puntos que destaca en esta versión del Espace es el techo solar. Éste puede abrirse completamente hasta la mitad del mismo, convirtiéndose en una buena opción para ganar un extra de libertad cuando el tiempo lo permita. En lo que a seguridad se refiere contaremos también con elementos como sistema de alerta de salida de carril o el sensor de ángulo muerto.

Sin embargo, si hay algo que destaca en el equipamiento del Espace es el sistema Multi Sense, con el que podremos elegir entre cinco modos de conducción. El primero de ellos es el Confort, que ofrece una iluminación ambiental en tono verdoso y propone un comportamiento donde el confort y el ahorro de combustible son sus pilares. Después tenemos el Eco, con luz ambiental azul y donde todo se orienta a la eficiencia. El modo Neutro es muy similar al Confort, con una suspensión algo más rígida y una iluminación interior amarilla. Por encima está el modo Sport, que propone una respuesta del acelerador más reactiva, la presencia del régimen de giro del motor donde más par hay, una dirección más directa, una suspensión más rígida y una iluminación ambiental en color rojo. Además tenemos un modo personalizado, donde el conductor elegirá el reglaje de parámetros como el sistema 4Control, la caja de cambios, la luz ambiental o la suspensión.

Conclusión y rivales

Roza los 45.000 euros, sí. Pero todos y cada uno de ellos están bien empleados en este Renault Espace Initiale Paris dCi Twin Turbo 160 EDC. Además, cuenta con la ventaja de ofrecer un comportamiento dinámico muy difícil de combatir por sus rivales, especialmente gracias a la presencia del sistema 4Control, que le da una agilidad impropia de los vehículos de este tamaño y segmento. Solamente podemos aplaudir el trabajo de Renault, que ha cumplido a la perfección la promesa de convertir al Espace en un modelo ‘premium’ de verdad. Si lo compras, no te arrepentirás.

Rivales

• Citroën C4 Grand Picasso
• Ford S-Max
• Volkswagen Sharan
• BMW Serie 2 Gran Tourer

Lo mejor

• Diseño
• Calidad por los cuatro costados
• Sistema 4Control

Lo peor

• Cambio automático algo lento
• Mando de control situado tras el volante