Prueba del Dacia Duster dCi 110 4×4, el todoterreno ‘low cost’

Si nos apasiona el mundo del todoterreno y nuestra cartera no es muy boyante, pocas opciones mejores, por no decir ninguna, encontraremos en el mercado que el Dacia Duster 4×4. Es austero, sí, y mejorable en algunos aspectos, también, pero a la vez se trata de un vehículo íntegro y verdadero que cumple exactamente con lo que promete, y eso no lo pueden decir todos. Vamos a verlo con detalle.

Diseño del Dacia Duster

El Dacia Duster ha ido evolucionando con el paso de los años a nivel de diseño de tal forma que es capaz de mantener el tipo más que correctamente en un segmento de los más competidos del mercado. No es sencillo mantenerse a flote con los avances de la competencia, pero una línea muy marcada y reconocible y una estética que tira más por el mundo del todoterreno que el del SUV convencional son sus armas.

La parte más llamativa del Dacia Duster es su frontal, donde destaca una parrilla cromada de curiosas formas que está rodeada por unos faros de grandes dimensiones. También destaca la parte baja de esta zona en color plata, lo que aporta un toque más aventurero.

En cuanto a la vista de perfil, lo que más llama la atención es la presencia de unas barras en el techo que cuentan con la inscripción ‘Duster’. Éstas aportan un toque más aventurero si cabe que hubiese tenido su complemento perfecto con unas molduras de plástico situadas sobre los pasos de rueda. No están presentes.

La zaga es más convencional y sobria, si bien destaca bastante la inscripción ‘4WD’, para que todo el mundo se entere de que estamos al volante de la variante 4×4. Eso sí, las ópticas tienen personalidad propia gracias a su curiosa forma, la cual casa a la perfección con la línea del maletero. También se apuesta en la zona baja por el plateado para el paragolpes, siguiendo la estética de la parte frontal.

Interior

El interior del Dacia Duster hay que tomarlo como es. ¿Avanza respecto a versiones precedentes? Sí. ¿Llega a lo que ofrecen sus rivales de mayor precio? No. Austeridad sería la palabra que mejor lo definiría. Se apuesta por el plástico duro en la gran mayoría del salpicadero, aportando una calidad percibida algo menor de lo que tenemos enfrente realmente. Además, la marca del grupo Renault sigue apostando por su tradicional volante, cuya zona central es demasiado voluminosa y su arco excesivamente fino. Cuestión de manías, supongo.

En cuanto a los avances que antes destacábamos, encontramos una disposición más lógica de los elevalunas eléctricos delanteros -algo que no sucede con otros mandos, como el activador del modo Eco o el mando para desconectar el control de estabilidad, que se sitúan bajo la consola central muy lejos del alcance del conductor-, así como una consola central que avanza mucho gracias a la pantalla táctil que integra. Destaca también la presencia de huecos destinados a dejar los siempre molestos objetos que llevamos en los bolsillos, siendo especialmente útil el situado sobre la mencionada consola.

En cuanto al espacio disponible, el Dacia Duster asegura que cuatro adultos puedan viajar de forma cómoda durante muchos kilómetros, si bien los asientos delanteros podrían sujetar mejor nuestro cuerpo. La quinta plaza no ofrece tantas comodidades, algo que sucede también en todos sus rivales. Cuestión de tamaño. También merece elogios el maletero, que con una capacidad que se mueve entre 443 y 1.604 litros en función de si abatimos o no los asientos traseros nos permitirá cargar bastante equipaje. Además, bajo el piso del mismo, encontramos una rueda de repuesto convencional -es una opción-, lo que merece todos los elogios.

Motor y consumos

El motor que equipaba la versión que hemos probado del Dacia Duster es el 1.5 dCi diesel de 110 CV, cuyo par máximo es de 260 Nm. Si tenemos en cuenta la utilización que se le va a dar a este vehículo, que en teoría pasará bastantes ratos de su vida en caminos de tierra, tenemos que decir que se trata de la mecánica más equilibrada de todas cuantas se ofrecen. Hablamos en términos de rendimiento -es más caro que su equivalente de gasolina, obviamente-, dada su buena capacidad de arrastre a bajas vueltas.

Es cierto que su mejor rendimiento lo da una vez superadas las 1.800-2.000 revoluciones por minuto, pero si tenemos en cuenta la cilindrada del motor, no podemos quejarnos de lo que sucede por debajo. Además, el corto recorrido de la primera marcha -se asocia a una caja de cambios manual de seis velocidades- ayuda a que el Duster salga airoso de cualquier situación, sea cual sea ésta, sin contar con reductora. Eso sí, lo que no me cuadra es que el recorrido de la sexta marcha sea también bastante corto, lo que deriva en un exceso de gasto de combustible cuando circulamos por autopista. Hablando de éste, durante los siete días que compartimos con el todoterreno rumano, el ordenador de a bordo nos marcó 6,5 l/100 km. No está mal para un coche de 1.396 kilogramos al que hay que exigirle bastante según la situación.

Volviendo a la caja de cambios, Dacia debería trabajar en la suavidad de la palanca. Su tacto bastante rumoroso, llegando a causar ciertas imprecisiones a veces. De aquí pasamos al sistema de tracción del Duster que hemos probado, que como ya sabes es un 4×4. Eso sí, éste es de tipo Haldex, cuyo funcionamiento real es el de un tracción delantera que activa el otro eje solamente cuando hay pérdidas de tracción. Tenemos además tres modos de funcionamiento, que son el 2WD -solo tracción delantera-, el Auto -que reparte la tracción como hemos comentado- y el Lock -bloquea el diferencial central y envía la mitad del par a cada eje-.

Comportamiento

El comportamiento del Dacia Duster presenta luces y sombras. Empezando por su desempeño en la carretera, nos encontramos con un todocamino que ha apostado claramente por el confort en marcha. Eso deriva en una evidente falta de obediencia cuando entramos en curva a más velocidad de la debida. Tenemos que saber lo que llevamos entre manos, y conduciéndolo como se debe no da problemas, pero es cierto que quizás un toque menos blando hubiese venido mejor. Por lo demás sin queja, especialmente en la fase de frenada, que me ha parecido bastante correcta y eficaz.

¿Y en condiciones ‘off-road’? El Dacia Duster es muy cumplidor, pero sin llegar a poder ser catalogado como un todoterreno como tal. La culpa la tienen unas suspensiones cuyo recorrido me ha parecido bastante escaso cuando la cosa se complica. Al menos, la presencia de unos neumáticos con mucho perfil montados sobre unas llantas de 16 pulgadas nos evita sustos. El Duster sabe que quiere rendir ‘fuera pista’, con lo que hubiese sido absurdo apostar por algo más agraciado estéticamente como hacen algunos de sus rivales sacrificando a la vez rendimiento.

Otro punto que no está tarado como debería -ojo, si lo que buscamos es un todoterreno, porque cumplir, cumple perfectamente- es su control de tracción. Éste siempre busca la mayor estabilidad, lo que puede ser un hándicap cuando necesitamos sacar el vehículo de un obstáculo que no ofrezca todo el agarre que debe.

Resumiendo, con el Dacia Duster tenemos un vehículo que no suspende en ningún momento ante las situaciones que se le puedan presentar en su día a día, pero que tampoco es el mejor en nada. Tampoco lo pretende, ni tú deberías esperarlo. Volvemos a decir lo mismo que al principio, con este vehículo sabes lo que compras, y solo así no vas a salir decepcionado.

Equipamiento

El equipamiento con el que contaba nuestra unidad de pruebas del Dacia Duster era bastante completo. Lo que más destaca es la presencia de una pantalla táctil que sin embargo peca de no ser especialmente moderna. ¿Os acordáis de las primeras que salieron, incluso en los teléfonos móviles, que había que apretar para que nos hiciesen caso? Pues eso. Eso sí, disponíamos de navegador, USB, conexión por Bluetooth, cámara de visión trasera… Lo único que hubiese cambiado sería su ubicación, ya que está situada demasiado abajo y obliga a quitar la vista de la carretera más de la cuenta.

Otros elementos modernos que incluía nuestro Dacia Duster, como son el limitador de velocidad o el control de crucero, contrastaban bastante con la ausencia de climatizador. El todoterreno rumano cuenta con un aire acondicionado de los de toda la vida cuyos controles parecen sacados de un coche de otro tiempo.

Conclusión

La conclusión prácticamente te la hemos revelado nada más comenzar este artículo. ¿Quieres un todoterreno cumplidor y no gastarte mucho dinero? El Dacia Duster es tu coche. Sí, renunciarás a ciertas cosas, pero también desaparecerán de tu cuenta menos de 20.000 euros. De hecho, la versión que hemos probado nosotros, que es de las más completas de entre las que están a la venta, no llega siquiera a 19.000. Irte a la competencia a por otro 4×4 supone un gasto mínimo de unos 3.000 euros más. Si es lo que quieres y, sobre todo, si sabes lo que compras, el Duster es una apuesta segura. Con sus defectos, sí, pero cada vez son menos.

Lo mejor

• Relación calidad-precio.
• Mejora continua del modelo.
• Habilidades camperas más que suficientes.

Lo peor

• Algunos detalles del interior.
• Tacto de la palanca de cambios y recorrido de la sexta marcha.
• Recorrido de las suspensiones bastante corto.