La nueva tendencia que arrasa en España: viene de Estados Unidos y todos los conductores la usan
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La conducción en España está experimentando un gran cambio que tiene su origen al otro lado del Atlántico. Inspirados por las normas de circulación en Estados Unidos, cada vez más conductores adoptan prácticas que, aunque no están alineadas con la normativa vigente en nuestro país, se han popularizado en los últimos años. La tendencia en cuestión consiste en permanecer en el carril izquierdo o central a la hora de circular por las autovías y autopistas en España, ignorando el derecho. Esto ha generado un intenso debate entre expertos en tráfico y conductores, al tiempo que ha revelado una problemática de fondo: el estado de conservación de las carreteras españolas.
En Estados Unidos, es habitual circular por cualquiera de los carriles de una vía rápida. Allí, no existen las normas europeas que obligan a utilizar el carril derecho y reservar el izquierdo para adelantamientos. Sin embargo, en España, la DGT sanciona esta práctica con multas de hasta 200 euros. A pesar de ello, cada vez más conductores optan por ignorar el carril derecho por su mal estado o simplemente por la comodidad que ofrece conducir por carriles menos transitados.
La tendencia que arrasa en España
La tendencia a adoptar un estilo de conducción «a la americana» en España no ha surgido de la nada. En Estados Unidos, los conductores tienen permitido circular y adelantar por cualquier carril, lo que les da mayor libertad de movimiento y elimina la necesidad de cambiar constantemente de carril para adelantar. Esta práctica, que puede parecer caótica desde la perspectiva europea, funciona razonablemente bien gracias al diseño de sus carreteras.
En España, sin embargo, el contexto es diferente. Aunque la normativa obliga a los conductores a circular por el carril derecho y utilizar los otros únicamente para adelantamientos, esta regla se ha ido relajando en la práctica. Cada vez más conductores permanecen en los carriles centrales o izquierdos de las autopistas y autovías. Algunos lo hacen porque desconocen normativa, mientras que otros argumentan que el mal estado del carril derecho los obliga a buscar alternativas más seguras.
Precisamente, uno de los factores clave detrás de esta tendencia que arrasa en España es el deterioro progresivo del carril derecho en muchas carreteras. Este carril, al soportar la mayor parte del tráfico pesado, como camiones y autobuses, sufre un desgaste más acelerado que el resto. Las deformaciones del asfalto, los socavones y los surcos provocados por las ruedas de los vehículos voluminosos hacen que conducir por el carril derecho sea incómodo y, en algunos casos, peligroso.
Uno de los ejemplos más evidente es la A-6, que conecta Madrid con La Coruña. Los desperfectos no sólo dificultan la conducción, sino que también aumentan el riesgo de accidentes. Según la Asociación Española de la Carretera (AEC), el mantenimiento deficiente de las carreteras en España es un problema estructural. El país invierte aproximadamente la mitad de lo que destinan otras naciones europeas a la conservación de sus redes viarias, lo que agrava la situación año tras año.
Sanciones
A pesar de la creciente adopción de esta práctica, las normas de circulación españolas siguen siendo claras. Según el Reglamento General de Circulación, los conductores deben utilizar el carril derecho en vías de más de un carril por sentido y sólo ocupar el izquierdo para realizar adelantamientos, facilitar incorporaciones o tomar desvíos hacia la izquierda. El incumplimiento de esta norma conlleva multas de hasta 200 euros.
Sin embargo, muchos conductores parecen dispuestos a asumir el riesgo de ser sancionados, argumentando que las condiciones del carril derecho no son óptimas para la circulación. Además, otros factores, como la falta de concienciación sobre la normativa o la percepción de que «todo el mundo lo hace», contribuyen a la perpetuación de esta práctica.
Fluidez del tráfico
La tendencia a circular por el carril central o izquierdo afecta directamente a la fluidez del tráfico. En teoría, el carril derecho debería ser el más utilizado, con los otros reservados para maniobras específicas. Sin embargo, cuando los conductores ocupan los carriles centrales o izquierdos sin necesidad, se generan retenciones y situaciones de estrés para el resto de usuarios de la vía.
Por ejemplo, un conductor que circula a una velocidad moderada por el carril central puede ralentizar a aquellos que desean adelantar, obligándolos a realizar maniobras más arriesgadas. Esta situación, conocida como «efecto acordeón», aumenta el riesgo de accidentes y dificulta la circulación eficiente en las autopistas y autovías.
En definitiva, la tendencia a conducir «a la americana» en España refleja un cambio en los hábitos de los conductores, pero también pone de manifiesto problemas estructurales en las infraestructuras y la normativa vial. Abordar este fenómeno requiere un enfoque integral que combine mejoras en el mantenimiento de las carreteras, campañas de educación vial y, posiblemente, una revisión de las normas actuales. Sólo así se podrá garantizar que las carreteras españolas sean seguras, eficientes y adaptadas a las necesidades de todos los usuarios.