Ni a las 9 de la mañana ni a las 4 de la tarde: ésta es la mejor hora para salir de viaje y evitar atascos

Cada año, con la llegada del verano, miles de familias se preparan para emprender sus vacaciones. Este 2025 no es la excepción, y como ya es habitual, el mes de julio marca el inicio de la conocida «Operación Salida», en la que se prevé un gran volumen de desplazamientos por carretera. Elegir la mejor hora para salir de viaje es fundamental para evitar atascos, conducir con seguridad, proteger la salud ante las altas temperaturas y disfrutar del trayecto sin prisas ni sobresaltos.
La Dirección General de Tráfico (DGT) insiste en la importancia de conocer con antelación el estado del tráfico, las posibles incidencias, y por supuesto, identificar las horas más problemáticas. Aunque no siempre es posible evitar las aglomeraciones, elegir bien el momento de salida puede marcar una enorme diferencia.
¿Cuál es la mejor hora para salir de viaje en verano?
Si hay una recomendación que se repite año tras año entre los expertos en movilidad y seguridad vial es ésta: sal temprano por la mañana. Y no se trata de salir a media mañana, sino de hacerlo realmente temprano, idealmente antes de las 7:30 horas.
A esa hora, las carreteras suelen estar despejadas, el sol todavía no aprieta, y los conductores están más frescos y atentos. Salir temprano también permite llegar al destino con margen suficiente para instalarte sin agobios y aprovechar parte del día.
Quienes viajan con niños pequeños, personas mayores o animales, también agradecerán haber evitado las horas más calurosas del día. El vehículo se mantiene más fresco, el consumo de aire acondicionado es menor y el motor trabaja más eficientemente, sin sobrecalentarse. Si puedes organizar tu salida entre las 6:00 y las 7:30 horas, es muy probable que disfrutes de un trayecto mucho más fluido.
El amanecer: tu mejor aliado al volante
Conducir al amanecer no sólo tiene beneficios logísticos, sino también emocionales. Hay algo especial en empezar el día en carretera con la luz dorada del sol asomando por el horizonte, con el aire fresco de la mañana y sin la tensión de ir contrarreloj. Las carreteras ofrecen una experiencia completamente diferente: menos ruido, menos estrés y mayor atención al entorno.
Además, conducir con luz natural mejora notablemente la visibilidad. Al salir de noche o demasiado temprano, los ojos tardan más en adaptarse y los reflejos pueden disminuir. Pero a partir de las 6:30, la luz del día empieza a estabilizarse, lo que permite conducir con mayor seguridad. Esa franja entre las 6:30 y las 9:00 horas es considerada por muchos conductores experimentados como la más cómoda y segura del día.
Viajar por la tarde: ¿cuándo es buena idea?
Aunque la recomendación general suele centrarse en las primeras horas del día, también hay opciones válidas para quienes prefieren o necesitan viajar por la tarde. En estos casos, lo ideal es esperar a que el sol comience a bajar, es decir, a partir de las 19:30 o 20:00 horas. A esa hora, el calor ha comenzado a ceder, el tráfico habitual de media tarde empieza a disolverse y la conducción se vuelve menos exigente.
Eso sí, si eliges esta hora para salir de viaje, es importante tener en cuenta algunos aspectos: asegúrate de descansar antes del viaje, cenar algo ligero antes de salir o llevar comida, y evitar conducir durante muchas horas seguidas. También conviene revisar bien el estado de las luces del vehículo y asegurarte de que tienes buena visibilidad para las últimas horas del trayecto, cuando podría oscurecer.
En zonas especialmente calurosas del país, como Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura, esta franja vespertina puede ser incluso mejor que la de media mañana, cuando el calor puede ser extremo. Además, los atardeceres de verano son un espectáculo visual que hacen del viaje parte del disfrute.
Viajar entre semana: la opción más tranquila
Si tienes flexibilidad para elegir qué día salir, considera programar tu salida entre semana. Los martes, miércoles o jueves suelen presentar un volumen de tráfico mucho más bajo en comparación con los viernes o fines de semana. Además, las primeras horas del día en días laborables tienen menor presión turística, lo que facilita una conducción relajada.
Salir, por ejemplo, un miércoles a las 7:00 horas puede suponer una ventaja considerable: evitas los grandes desplazamientos de fin de semana, el calor aún no es intenso y llegas a tu destino con tiempo suficiente para aprovechar el día completo. Incluso muchas veces puedes encontrar mejores precios en alojamientos si evitas los días de mayor demanda.
¿Y si tienes que volver un domingo?
Uno de los mayores errores que cometen muchos viajeros es volver de sus vacaciones el domingo por la tarde, justo cuando lo hace todo el mundo. Pero, si no puedes alargar tu estancia y debes regresar ese día, salir de vuelta el domingo entre las 8:00 y las 10:00 horas puede marcar una gran diferencia. En ese horario, la mayoría de los viajeros todavía están desayunando o haciendo las maletas, lo que te permite recorrer muchos kilómetros antes de que empiecen las aglomeraciones.