Los neumáticos del futuro serán… ¡pelotas!
Después de 117 años viendo los neumáticos de los coches con su forma habitual, llega Goodyear y nos va a cambiar todo. Según el famoso fabricante, los neumáticos del futuro serán totalmente esféricos. Así lo muestra al menos el Eagle-360, un prototipo realizado con una impresora 3D que estará especialmente destinado para los vehículos autónomos.
La idea que se persigue con el peculiar Eagle-360 de Goodyear es la de contribuir a incrementar los niveles de seguridad y manejabilidad, para así responder a los requisitos de la movilidad autónoma. La forma esférica del neumático es esencial para poder proporcionar una manejabilidad revolucionaria. Los neumáticos multidireccionales se mueven en todos los sentidos, contribuyendo a la seguridad de los pasajeros. Además, la tecnología activa permite al neumático moverse de tal forma que reduce el deslizamiento que puede sobrevenir por riesgos potenciales, como el hielo negro o los obstáculos imprevistos.
Según los ingenieros del proyecto, la forma esférica del Eagle-360 permite una conducción suave, al crear un movimiento lateral fluido. De este modo, el coche puede rebasar un obstáculo sin que el conductor cambie de dirección.
Además, como este neumático permite realizar giros de 360 grados, podrá hacer frente a los posibles problemas de aparcamiento del futuro, ya que los coches equipados con neumáticos esféricos necesitarán menos espacio para estacionar. Suponiendo que las zonas de aparcamiento públicas sigan funcionando igual, este sistema podría incrementar considerablemente su capacidad, sin tener que aumentar su tamaño.
Pero… ¿y las llantas?
Para conectarse con la carrocería del automóvil, el prototipo del neumático Eagle-360 de Goodyear emplea la levitación magnética. El neumático se une al coche mediante campos magnéticos, de forma similar al funcionamiento de los trenes de levitación magnética. Este sistema provocaría un aumento del confort de los pasajeros y una reducción del ruido.
Goodyear tuvo en cuenta también algo que está cobrando cada vez más importancia en los coches, la conectividad. A la hora de optimizar la conducción de los vehículos autónomos ésta se materializaría en tres características:
- La primera son los sensores que se encuentran en el interior del prototipo Eagle-360 y que sirven para rastrear las condiciones de la carretera, como pueden ser el tiempo o el estado de la calzada, comunicando esta información al coche, así como a otros vehículos, para mejorar la seguridad.
- La segunda característica, a partir de la tecnología de Goodyear para monitorizar la presión y el desgaste de la banda, consiste en la instalación de unos sensores en el Eagle-360 que registran y regulan el desgaste del neumático para incrementar el kilometraje.
- La tercera, como la banda se produce con una impresora 3D, es posible personalizar el neumático en función del lugar de residencia del conductor.
Por último debes saber que el diseño del Eagle-360 cuenta con elementos de biomímesis (imitación de la naturaleza), un principio que Goodyear utiliza a menudo en sus diseños. La banda imita la forma de un coral y sus bloques y surcos multidireccionales contribuyen a asegurar una buena superficie de contacto. El fondo de los surcos cuenta con los mismos elementos que una esponja natural, que se vuelve rígida cuando está seca y se ablanda al mojarse, para ofrecer unas buenas prestaciones de conducción, así como resistencia al aquaplaning. Este tipo de textura también absorbe el agua de la carretera y la expulsa por la huella del neumático, mediante una fuerza centrífuga, lo que evita sustos cuando rodamos sobre el líquido elemento. Sin duda, un proyecto muy interesante éste.