Multas de hasta 5.000 euros si haces esto en tu autocaravana: todos lo hacen y la DGT lo sabe
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En los últimos años, viajar en furgoneta camper o autocaravana ha pasado a ser una forma de turismo cada vez más extendida en España. Lo que muchos no saben, sin embargo, es que dormir en el interior de un vehículo estacionado está sujeto a normas que, si se incumplen, se pueden traducirsen multas elevadas. La Dirección General de Tráfico (DGT) y las ordenanzas municipales han comenzado a prestar mucha atención a este fenómeno, debido al impacto ambiental y social que puede generar la masificación de estos vehículos en ciertos puntos del país.
Muchos viajeros creen que con aparcar correctamente ya están cumpliendo la ley, pero la realidad es mucho más compleja. Uno de los principales problemas es la falta de claridad entre dos términos clave: pernoctar y acampar. Aunque a primera vista parezcan sinónimos, legalmente representan situaciones muy distintas. La pernocta se refiere a dormir dentro de un vehículo que está correctamente estacionado, sin desplegar ningún elemento exterior ni generar molestias. En cambio, acampar implica una ocupación del espacio público con elementos como toldos, sillas, mesas o abrir ventanas abatibles que sobresalgan del perímetro del vehículo.
Consejos para evitar sanciones
La mejor forma de evitar problemas legales es la información. Antes de iniciar un viaje, es recomendable consultar las ordenanzas municipales de las zonas por las que se va a circular. En internet existen páginas y aplicaciones como Park4Night o Campercontact que ofrecen información actualizada sobre lugares permitidos para pernoctar y acampar, así como valoraciones de otros viajeros.
También es buena idea planificar rutas que incluyan áreas de servicio para autocaravanas, que suelen estar equipadas con agua, electricidad y espacios legales para pasar la noche. Respetar las normas de cada lugar, mantener la limpieza, no ocupar más espacio del necesario y evitar actitudes invasivas ayuda no solo a evitar multas, sino a mejorar la convivencia con los residentes y a preservar el entorno.
Dormir en el interior de una furgoneta o autocaravana puede parecer una solución práctica y económica, pero no está exenta de regulaciones. La línea entre estacionar y acampar es más fina de lo que parece, y cruzarla puede costar caro. Las sanciones, que van desde los 200 hasta los 1.500 euros, son una realidad que muchos viajeros desconocen hasta que ya es tarde.
Informarse, planificar con antelación, respetar el entorno y seguir las reglas locales es la mejor manera de disfrutar del caravaning sin complicaciones. Viajar con libertad también implica responsabilidad, y parte de esa responsabilidad consiste en convivir armónicamente con los lugares que visitamos y con las personas que los habitan. Sólo así este estilo de vida seguirá siendo viable y respetado en el tiempo.