¿Haces ruido con tu coche? ¡Multa al canto!
Te paras en un semáforo y a tu lado se detiene un individuo que conduce uno de esos coches con los que siempre has soñado. Una vez la señal luminosa se pone en verde, éste acelera como si no hubiese un mañana para hacerse notar gracias al ensordecedor sonido de su motor. ¿Cuántos de vosotros habéis vivido esta situación alguna vez? Seguro que más de uno de vosotros lo ha hecho. Pues bien, que sepáis que si viviéseis en Londres, esta ‘fea’ costumbre se iba a acabar, ya que está previsto empezar a multar a aquellos conductores que produzcan demasiado ruido con sus coches.
Esta medida se quiere tomar a raíz del aumento de los conocidos como ‘Millionaire Boy Racers’, jóvenes con coches muy por encima de sus posibilidades que se pasean por la ciudad británica molestando al personal tanto a la hora de conducir como de forma acústica. El problema ha llegado a tal punto que se ha propuesto una ley de protección de espacios públicos que pretende sancionar con 1.000 libras a todos aquellos que generen demasiado ruido con sus coches. A pesar de que la libra está bastante cara para nosotros -la multa en España serían casi 1.400 euros-, no creemos que se trate de una cantidad que haga recapacitar a estos ‘liantes del volante’. En cualquier caso, la medida en cuestión es bien vista por los ciudadanos londinenses.
Las zonas donde más problemas están causando los coches deportivos en este sentido son los distritos de Chelsea y Kensignton, dos zonas ricas y, al menos hasta ahora, tranquilas. Quizás pienses que los vecinos exageran, pero lo cierto es que si lo pensamos fríamente, por mucho que nos gusten los coches, aguantar la misma cantinela cada día no tiene que ser sencillo.
Según la ley que se va a proceder a aprobar, son susceptibles de ser multados todos aquellos conductores que no se comporten de manera cívica. Esto incluye excesos de revoluciones innecesarios que provoquen demasiado ruido, aceleraciones desmedidas, ‘quemadas’ de rueda e incluso piques entre coches de alta gama. Sí, hasta este punto llegan estos ‘niñatos’ con frecuencia. Pero ojo, porque ya puestos también se van a vigilar conductas no tan mal vistas a priori como tocar el claxon o escuchar música con un volumen desmesurado, sin olvidar perseguir a aquellos que estacionen su vehículo de forma que obstruya el tráfico.
