Se instala un radar de recaudación ‘solidaria’
Del mal, el menos, que se suele decir. Así podríamos resumir la historia que os vamos a contar hoy. ¿Qué os parecería que la recaudación que se obtenga a través de los radares de velocidad tuviese fines solidarios? Pues esto es precisamente lo que sucede desde hace unos días en el pueblo cántabro de Santa María de Cayón.
Esta localidad, cuya población no alcanza los 10.000 habitantes, se ha convertido en noticia por ser pionera en nuestro país. En ella funciona el que popularmente ha sido bautizado como el radar solidario. Su funcionamiento es exactamente el mismo que el de cualquier otro dispositivo de los que pueblan las carreteras españolas, solo que el dinero que se consiga a través de las sanciones que se impongan desde él irá a parar a los más necesitados.
La idea surge debido a la peligrosidad de uno de los puntos del pueblo. La carretera CA-142, una de las más transitadas de Cantabria, atraviesa Santa María de Cayón a la altura de un colegio y un instituto donde cada día se dan cita más de 1.600 menores. El riesgo que estos corren al llegar o salir de las clases han hecho que tanto los padres como el centro hayan reclamado en multitud de ocasiones que se instale un radar en la zona para lograr que los coches circulen más despacio.
Finalmente, las peticiones tuvieron éxito, aunque la idea del alcalde de la localidad cántabra, Gastón Gómez, del PP, ha ido más allá. Las 130 familias del pueblo que están pasando por dificultades económicas serán las que reciban el dinero que se recaude con el nuevo radar.
Según los primeros datos, que recogen los dos primeros días de funcionamiento, un total de 76 vehículos de los 3.200 que han cruzado la zona han sido sancionados. Esto se traduce en una recaudación de 3.800 euros. Pero ojo, porque no toda esta cantidad va destinada a las familias desfavorecidas, ya que el 50% se lo queda la empresa encargada de la gestión y el mantenimiento del radar. La otra mitad es la que se quedan las autoridades para el posterior reparto entre los más necesitados. Sin duda, una iniciativa que merece un aplauso.