Ford Focus ST, un dopaje legal
El Ford Focus ST aumenta su nivel de picante, y todo gracias a un nuevo kit de mejora preparado por Ford Performance que aumenta tanto la potencia como el par de la versión de gasolina. Este departamento está afincado en el país de origen de la marca del óvalo, Estados Unidos, con lo que aún no está confirmado que esta preparación se pueda adquirir en el mercado español.
Esperemos que Ford España cuente dentro de poco en su catálogo con este kit de preparación, ideal para todos aquellos que no vean necesario adquirir un ‘monstruo’ con ruedas como el nuevo Ford Focus RS, cuando éste llegue al mercado, pero sí que quieran disfrutar de un deportivo en toda regla. El Focus ST original ya lo es, gracias a su motor de 250 CV, pero más aún si podemos disfrutar de los 279 CV que ofrece Ford Performance.
¿Cómo se ha logrado este aumento de potencia de 29 CV? Según nos han informado desde fuentes de la marca americana, los ingenieros de Ford Performance han optado por realizar una reprogramación de la centralita electrónica, sustituir el filtro de aire original por uno nuevo e incorporar un nuevo intercooler. La arquitectura del motor, con dos litros y cuatro cilindros, así como el sistema de turbo original, se mantienen inalterados.
Otra de las cifras que crece en el motor del Ford Focus ST es la de par máximo. De los 340 Nm originales pasaremos a 400, aumento que también viene provocado por todos los cambios que os hemos contado que se han realizado en el motor. De esta forma se asegura una mayor sensación de deportividad al volante.
Cada vez que hablamos de una preparación de este estilo, todos tememos porque ésta afecte a la fiabilidad del conjunto. No será así en este caso. Al menos eso nos asegura Ford Performance, que ofrece una garantía oficial para la preparación de 3 años o de 58.000 kilómetros. En cuanto al precio, en Estados Unidos Ford cobrará 1.900 dólares por el kit, lo que al cambio actual serían poco más de 1.700 euros. Suponemos que, de llegar a España, este coste aumentaría ligeramente.
Este trabajo de Ford Performance está reservado para aquellos Ford Focus ST que dispongan del motor de gasolina. Todos aquellos que cuenten con la mecánica diesel deberán conformarse con los 184 CV que ésta trae de serie. Se trata de una versión que penaliza algo en lo que a sensaciones deportivas se refiere respecto a la de gasolina, aunque asegura un importante ahorro a la hora de ‘dar de comer’ al coche. Los más puristas incluso seguirán diciendo que un diesel no es un auténtico deportivo. En parte tienen razón, porque este Focus ST no llega al nivel del EcoBoost, pero lo importante de cara al cliente es tener el mayor número de opciones posibles para elegir. Y luego cada cual que compre lo que más se ajuste a sus necesidades. ¿No creéis?