Los expertos avisan: “Si te pilla una nevada en la carretera, querrás llevar esto en el maletero para evitar un susto”
Con la llegada del invierno, una nevada inesperada puede convertir un viaje de rutina en una situación complicada, especialmente si no estamos preparados. Por ello, los expertos en seguridad vial recomiendan llevar siempre en el maletero del coche elementos esenciales como unas cadenas y una pala. Las cadenas garantizan la tracción en carretera, mientras que las palas permiten retirar la nieve alrededor del coche.
«Todo aquel que viva en la mitad norte de la península o suela circular por carreteras nevadas porque viva en la montaña o practique algún deporte de invierno, debería tener neumáticos de invierno para asegurarse de que una nevada sorpresa no va a impedir que pueda desplazarse con seguridad y con la comodidad de no tener que poner las cadenas. Otra opción son los denominados neumáticos All Season, que permiten la circulación por una zona nevada sin necesidad de poner cadenas y ofrecen en verano unas prestaciones muy cercanas a las de un neumático tradicional o de verano. Su principal ventaja respecto a los de invierno es que se pueden mantener todo el año».
Tipos de cadenas para neumáticos
Las cadenas para neumáticos son el accesorio más conocido para circular sobre nieve y hielo. Su función es mejorar la tracción y evitar que las ruedas patinen, ofreciendo mayor control sobre el vehículo. Existen varios tipos:
- Cadenas metálicas tradicionales: resistentes y duraderas, son ideales para trayectos largos en carreteras con nieve densa.
- Cadenas textiles o de tela: más ligeras y fáciles de colocar, no dañan los neumáticos ni las llantas, pero tienen una vida útil más corta.
- Cadenas automáticas o semiautomáticas: se ajustan al neumático de forma rápida y sencilla gracias a sistemas de tensión incorporados.
- Cadenas mixtas o híbridas: combinan metal y goma, proporcionando buena tracción y facilidad de instalación.
La pala: un accesorio básico en una nevada
Aunque a primera vista pueda parecer una herramienta simple, la pala cumple una función muy importante. Al retirar la nieve acumulada, es importante empezar alrededor de las ruedas y los bajos del coche. Esto evita que se forme hielo y que el arranque se complique. Las palas de nieve modernas presentan varias características útiles:
- Material: las más ligeras son de aluminio o plástico resistente.
- Extensibles: permiten ajustar la longitud del mango para alcanzar zonas complicadas o trabajar sin agacharse demasiado.
- Plegables: ocupan poco espacio en el maletero, facilitando su transporte y almacenamiento.
- Diseño ergonómico: lo mejor es que tengan mango antideslizante y hoja amplia para recoger mayor cantidad de nieve en cada pasada.
Además, existen modelos combinados que incluyen cepillo para limpiar nieve y hielo de parabrisas y ventanas, lo que los hace aún más prácticos.
Consejos de la DGT para conducir con nieve
Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta es el anticongelante, que se debe añadir al radiador, evita que con las habituales heladas de invierno se fisure el sistema y se pierda el líquido refrigerante, lo que podría derivar en una avería grave por sobrecalentamiento.
Durante la conducción, un elemento crucial es la distancia de seguridad, que debe ser mayor que en condiciones normales. Asimismo, circular con marchas largas en suelos deslizantes ayuda a que el motor no se revolucione en exceso y evita que las ruedas patinen. En el caso de circular en pendientes descendentes sobre hielo o nieve, lo recomendable es usar marchas cortas y frenar únicamente de manera suave y progresiva, utilizando el freno motor siempre que sea posible.
Cuando aparecen placas de hielo, se debe levantar el pie del acelerador y evitar frenar hasta recuperar la adherencia. Para no perder el control del vehículo, la DGT recomienda mantener las ruedas rectas al salir de la placa y corregir la trayectoria con suavidad. Por otro lado, al encontrarse con una máquina quitanieves, conviene mantener cierta distancia y no confiarse en que la carretera está limpia, ya que la nieve retirada puede dejar una capa dura o hielo fino que hace la conducción más peligrosa. La suavidad es otro principio fundamental: maniobrar con cuidado al volante, acelerar progresivamente y frenar con delicadeza reduce el riesgo de pérdida de control.
«Al circular con nieve, es fundamental encender las luces de cruce, reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Además, se recomienda seguir las huellas o rodadas de otros vehículos y evitar movimientos bruscos del volante. Al iniciar la marcha, se debe acelerar suavemente; si el coche es manual, soltando poco a poco el pedal del embrague, y si es automático, manteniendo mínima presión sobre el acelerador.
En el caso del hielo, la anticipación es clave: es recomendable evitar zonas donde se prevea hielo, como aquellas en sombra, resguardadas, con alta humedad u orientadas al norte. Además, se debe extremar la precaución durante la noche, ya que se pueden formar placas en cualquier punto donde haya corrido agua durante el día», recuerda la DGT.
