Los espejos retrovisores tienen los días contados
Los avances de la tecnología van a provocar que uno de los elementos más tradicionales de la historia del automóvil desaparezca a medio plazo. Hablamos de los espejos retrovisores, que de aquí a un tiempo serán sustituidos por cámaras cuya misión será proyectar las imágenes que graben en pantallas situadas estratégicamente en el interior del vehículo.
Esta solución ya la hemos visto en algunos prototipos de última generación, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho posible su paso al mundo de la producción. Al menos en Japón, que es el primer país que ha llevado a cabo los cambios legislativos necesarios para que este tipo de dispositivos puedan equiparse legalmente. De nuevo, una muestra más de que el país del sol naciente está un paso por delante del resto del mundo en lo que a avances tecnológicos se refiere. Además, no es el primer paso adelante si hablamos de retrovisores, ya que en la década de los 60 se popularizaron en aquel país unos espejos situados en el capó, en lugar de su posición habitual en el pilar A.
Diversas empresas japonesas se encuentran ya desarrollando sistemas de cámaras para reemplazar a los espejos, las cuales llegarán al mercado durante el mes de agosto. Habrá que esperar algo más para que esta opción se popularice. De hecho, se espera que de aquí a 2023 el 23% de los coches nuevos que se vendan en Japón cuenten con cámaras en lugar de espejos.
Esta idea, además de suponer un importante avance tecnológico, también tendrá su impacto a nivel ecológico. La ausencia de espejos va a favorecer la aerodinámica de los vehículos, lo que derivará directamente en una menor resistencia al aire de los mismos, provocando mejoras a nivel de consumo y emisiones.
Habrá que ver las soluciones que aportan los fabricantes de este tipo de cámaras, aunque se espera que las primeras versiones centralicen la emisión de las imágenes captadas en una pantalla situada donde a día de hoy va el espejo retrovisor interior. Habrá por tanto que acostumbrarse a mirar solamente ahí cuando queramos consultar lo que sucede por detrás de nosotros. Se espera además que más pronto que tarde otros países se pongan manos a la obra con la modificación legislativa correspondiente respecto a este tipo de tecnologías. Es el futuro.