Cómo ir con tu perro en el Metro de Madrid: horarios, requisitos y todo lo que debes saber
De lunes a domingo puedes viajar con tu perro en el metro de Madrid aunque respetando horarios y siguiendo las normas
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El censo de perros ha crecido considerablemente en España, especialmente en las grandes ciudades. En el caso de Madrid, según los últimos datos del censo, en la capital viven 323.175 perros lo que equivale a un perro por cada 11 habitantes, y con ellos podemos ir a todas partes e incluso viajar en el transporte público aunque respetando horarios y normas. Toma nota entonces porque te explicamos a continuación, cómo ir con tu perro en el Metro de Madrid: horarios, requisitos y todo lo que debes saber.
Moverse por la ciudad con nuestro perro es, cada vez más, una necesidad y no solo un capricho. Ya sea para llevarlo al veterinario, a una sesión de adiestramiento o simplemente porque queremos compartir con él más momentos de nuestro día a día, el transporte público se convierte en una opción muy útil. Pero claro, no todos los sistemas están igual de preparados para recibir a nuestros compañeros de cuatro patas. En el caso del Metro de Madrid, sí se puede viajar con perro, pero hay ciertas normas que es importante conocer para evitar problemas y viajar con responsabilidad, dado que el horario no será el mismo entre semana que los fines de semana y quizás te preguntes si existe algún vagón específico en el que viajar con el perro o si este debe llevar o no, bozal. Toda la información en los siguientes apartados.
Cuándo puedes viajar con tu perro en el metro de Madrid
El horario de acceso con perros está restringido en ciertos tramos del día. Si vas de lunes a viernes, ten en cuenta que no podrás viajar con tu perro entre las 7:30 y las 9:30 de la mañana, entre las 14:00 y las 16:00 y entre las 18:00 y las 20:00. Es decir, en las horas punta queda prohibido llevar animales, para evitar aglomeraciones y situaciones de estrés tanto para los viajeros como para los perros.
Sin embargo, hay momentos en los que la entrada está totalmente permitida sin restricciones: los fines de semana, los días festivos y durante los meses de julio y agosto se puede viajar con perros a cualquier hora del día y por toda la red del Metro de Madrid.
Requisitos básicos para viajar con perros
No basta con que sea tu perro y quieras llevarlo contigo: para poder acceder al metro, debe cumplir con una serie de requisitos obligatorios.
- Lo primero es que el perro esté correctamente identificado con microchip, según lo establece la normativa vigente de animales domésticos.
- Además, sólo se permite un perro por persona, y siempre tiene que ir con bozal y sujeto con correa corta, que no supere los 50 centímetros de longitud.
- El perro no puede subir a los asientos ni moverse libremente por los vagones. Siempre debe permanecer junto a su responsable y viajar en el último coche del tren.
- En el caso del Metro Ligero 1, los perros deben ir en los coches centrales. Esta medida busca facilitar el control y evitar situaciones que puedan molestar o incomodar a otros viajeros.
Normas de comportamiento y responsabilidad
Viajar con tu perro en el metro implica, sobre todo, una actitud responsable. Tú eres el único responsable del animal: de su comportamiento, de su bienestar y de que no moleste a otras personas ni cause daños. Es fundamental asegurarse de que el perro esté tranquilo, bien sujeto, y acostumbrado a este tipo de entorno. Si tu perro se asusta fácilmente o es muy reactivo con otros animales o personas, quizá el metro no sea el mejor lugar para él.
Además, no se permite el uso de escaleras mecánicas ni pasillos rodantes con el perro. Tendrás que utilizar los ascensores, siempre que no estén llenos ni se moleste a otros pasajeros. También es posible que, en momentos de mucha afluencia, el personal de Metro limite el acceso con animales por razones de seguridad. En todos los casos, el personal tiene la autoridad para decidir si un perro, por su tamaño, comportamiento, ruido o cualquier otra circunstancia, puede suponer una molestia o un riesgo.
Qué pasa con los perros de asistencia y adiestramiento
En este caso, la normativa es diferente. Los perros guía que acompañan a personas con discapacidad visual, así como los que están en proceso de adiestramiento oficial, pueden viajar sin restricciones. Eso sí, deben ir identificados correctamente, con chaleco distintivo, y su responsable debe portar una acreditación oficial (por ejemplo, de la Fundación ONCE).
También pueden acceder aquellos perros de asistencia especiales que están entrenados para ayudar a personas con discapacidades físicas o enfermedades concretas, como detectar bajadas de azúcar en personas diabéticas. En estos casos, además del chaleco que indique su función, el usuario debe llevar la documentación que justifique la necesidad del animal y su entrenamiento profesional.
¿Y los animales pequeños en transportines? También pueden viajar
Si tienes un animal pequeño (como un gato, un hurón o un perro mini), puedes llevarlo en el metro siempre que vaya dentro de un transportín o receptáculo adecuado. Estos deben estar cerrados, ser seguros y no emitir olores, ruidos o resultar molestos por su forma o tamaño. En este caso no hay límite de horarios, ya que se considera equipaje personal.
Eso sí, igual que ocurre con las maletas grandes o los bultos voluminosos, el personal de Metro puede valorar si el transportín es adecuado o no para acceder, en función de su tamaño o si impide el paso a otros usuarios.
Consejos para una experiencia positiva
Si nunca has viajado con tu perro en metro, lo ideal es empezar por trayectos cortos y en horas poco concurridas. Lleva contigo agua, golosinas o premios para reforzar su buen comportamiento y, sobre todo, obsérvalo: si notas que está nervioso, asustado o incómodo, no fuerces la situación. El objetivo es que la experiencia sea positiva tanto para ti como para él.
También es buena idea consultar en tiempo real el estado del servicio, ya que hay ocasiones en las que las líneas sufren incidencias o retrasos, lo cual puede alargar el trayecto más de la cuenta. Si puedes planificar con antelación y moverte en franjas tranquilas, mucho mejor.