[Vídeo] El tema del que Tamara Falcó prefiere no hablar
La gala de nominados de los 40 Principales, celebrada en Madrid, se ha convertido en un hervidero de famosos. Por su alfombra roja han pasado decenas de invitados, Tamara Falcó entre ellos. Había mucho interés en preguntarle su opinión ante la inminente nueva boda que el próximo 22 de septiembre celebrarán su padre, Carlos Falcó, con Esther Doña.
Sin embargo, la hija de Isabel Preysler no solo no se ha pronunciado, es que directamente ha vetado todas las preguntas al respecto. Algo que sorprende, ya que este verano no tuvo remilgos en afirmar públicamente su conformidad con la decisión del Marqués de Griñón de casarse con una mujer unos veinte años más joven que él.
Cabe destacar que, en una semana, Carlos Falcó y Esther Doña celebrarán su boda ‘pública’, en el suntuoso palacio de El Rincón, en Aldea de Fresno (Madrid), después de casarse el pasado 22 de julio. En aquella ocasión tan solo acudieron cinco personas: los novios; dos testigos y el alcalde de la localidad, Guillermo Celeiro. Para esta ocasión se espera que acudan en torno a 150 invitados, entre los que -presumiblemente- estará Tamara Falcó.
«Enrique está destrozado»
En otro orden de cosas, la socialité ha pasado revista a diferentes temas que rodean su actualidad. Era imposible no preguntarle por la tremenda polémica levantada por su hermano, Enrique Iglesias, a raíz de la publicación de un vídeo conduciendo por Miami en plena vorágine causada por el huracán Irma, que ha azotado el Atlántico.
Si hay algo que caracteriza a Tamara Falcó es la buena relación que tiene con su hermano y la defensa encendida que a menudo hace de él. Esta vez ha confesado que el cantante está muy afectado por el aluvión de críticas recibido en las redes sociales. «Él vive allí. Está destrozado, le ha afectado mucho», ha explicado.
Tamara también ha hablado de cómo ha vivido la experiencia de estar ingresada (voluntariamente) en la prestigiosa clínica Buchinger de Marbella, junto a su madre y su pareja, Mario Vargas Llosa. Un lugar donde los VIP se ponen a punto espiritual y físicamente a través de un método desarrollado por el doctor alemán Otto Buchinger. Precisamente Vargas Llosa ha sido quien le ha convencido de probar: «Mario iba todos los años y yo este año me apunté».