Corazón

Declaraciones incendiarias

La historia de Nuria, exnovia de Santacana: “Claro que ahora no tiene ninguna deuda. ¡Me las dejó todas a mí!”

Su experiencia le hizo profetizar el infierno que actualmente vive Arantxa Sánchez Vicario. Le hubiera gustado, en este caso, no tener razón, pero ella ya sabía que el futuro de la tenista al lado de Josep Santacana se tornaría gris. Negro. Como el tizón. Sus declaraciones en un plató de televisión en 2012 fueron visionarias. “Le va a engañar y le va a quitar todo. Las cosas caerán por su propio peso”, dijo Nuria Jiménez en ‘Sálvame Deluxe’. Su nombre se había hecho popular por una razón que ella maldice: estar endeudada hasta las cejas por su pareja, un hombre que se había hecho popular en 2008 tras contraer matrimonio con una de las mejores tenistas de la historia del deporte español. En su día quiso desenmascarar a ese apuesto catalán que había conquistado el corazón de Arantxa del mismo modo en que un día lo hizo con el suyo. Lo consiguió a medias, pero ahora, con un divorcio sobre la mesa que deja en evidencia las intenciones de Santacana, Nuria charla con LOOK para dar todos los detalles de su particular historia. Una historia que tristemente se parece mucho a la de la tenista.

Nuria Jiménez en una foto cedida de redes sociales

“Nos conocimos en el gimnasio que él dirigía. Soy muy mala para las fechas, pero debió ser por 2001 o así”, comienza explicando Nuria. Ella y Pep, como le llama ella, fueron pareja durante cinco años aproximadamente, hasta 2006, hasta que ella decidió que no podía más y que los problemas de su chico ya le habían salpicado suficiente. Estaba ahogada por las deudas y quería empezar de cero. Sin Pep. “La ruptura vino porque yo empecé a ver muchas cosas raras. No hacía más que recibir llamadas de los bancos, de la compañía de la luz, del agua… Nos lo iban a cortar todo y entonces hablé con él”, explica. Su respuesta no le gustó nada: “Él quería venderlo todo e irnos al extranjero, pero yo le dije que ni hablar porque, aunque ahora vivo en el extranjero por diversos motivos, yo soy libre de ir a España cuando quiero y de aquella forma, como quería hacerlo él, no iba a poder volver a España. A partir de ahí empezaron las discusiones y decidí que se acababa, que no quería saber nada de esta historia”.

Pero sí que supo. Mucho. Tanto que terminó siendo la persona sobre la que recayeron las deudas contraídas por su pareja. Pasado el tiempo, incluso puede bromear con aquello, pero por entonces, en 2006, esta chica que ni siquiera había pedido un préstamo vivió un auténtico calvario. “No me extraña que ahora diga que no tiene ni una sola deuda. ¡Si me las dejó todas a mí!”, se ríe. “Que miren a quién putea el banco y a quién le reclama Hacienda las cosas y aten cabos”, añade. Según confiesa a LOOK, Santacana le dejó en una situación muy complicada en España. Nuria actualmente no puede tener nada a su nombre en nuestro país. Ni siquiera tarjetas de crédito, pero matiza que eso no fue lo que la llevó a residir al otro lado de Atlántico.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana en su boda en 2008 / Gtres

Allí ha pasado página, pero aún recuerda con detalle el infierno que vivió con Josep Santacana. Le acusa de ser un manipulador y un mentiroso que, dispuesto a engañar, lo hizo hasta con sus propios padres. “A su madre le sacó una tarjeta de crédito a su nombre con bastante dinero. Además, cuando íbamos a casa de sus padres a cenar, él me pedía que no hablase de nada de las deudas. Él nunca hablaba de su problemas económicos con ellos. Nunca delante de mí y además me decía que no dijese nada, así que yo deduzco que no sabían nada. ¿Ahora? No lo sé. No sé si saben la verdad o viven en la ignorancia. Por lo que yo conozco a Pep creo que no les ha contado nada. Creo que se creen que su hijo es un santo”.

La historia se repite

Cuando Nuria ha leído en diversos medios de comunicación que Arantxa Sánchez Vicario no puede, en estos momentos, ni pagar las facturas su mente se retrotrae 12 años. Recuerda que, como la tenista, a ella no le faltaba de nada pero no podía hacer uso de la economía doméstica. Todo el dinero lo manejaba Pep y no podía, siquiera, darse un capricho porque él le administraba el dinero justo. “Él tenía el dinero no sé dónde y me daba cuando yo se lo pedía. Le tenía que pedir para hacer la compra y me daba 50 euros y punto. ”, explica.

Nuria Jiménez en una imagen cedida de redes sociales

De la misma manera que actualmente Santacana hace gala de una vida acomodada, Nuria recuerda cómo, a pesar de las deudas, la suya era una rutina más típica de una pareja con una economía holgada y no llena de deudas. “Es verdad que nunca nos fuimos de vacaciones, pero él se compraba ropa carísima. Yo no, pero él, si veía una chaqueta de 500 euros, se la compraba. Y bueno, coches todos los que queríamos. Yo no sé cuántos coches han pasado por nuestras manos, compraba uno cada dos por tres”, dice. ¿Manejaba mucho dinero?, quiere saber este diario. “Sí, manejaba grandes cantidades de dinero, pero yo creo que suyo no era nada”, aclara.

Para terminar, LOOK le pide algunos consejos para la mujer a la que ahora Josep se enfrenta en los tribunales. Sin falsa modestia, asegura que no es nadie para dar consejos, pero no quiere pasar la oportunidad de decirle lo que ahora le diría si tuviera oportunidad de hablar cara a cara con la tenista. “Le diría que luche por sus hijos, que no todo es el dinero. Todo esto es algo por lo que tiene que pasar y de lo que seguro que ha aprendido mucho. Que no deje que digan que está loca porque no es verdad. Ah, y una cosa más: que luche porque ella está en una situación mucho más privilegiada de la que teníamos las demás y tiene que conseguir que la justicia actúe”.

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