Lucía Bosé planta cara a su hijo Miguel para seguir viendo a los hijos de Nacho
Lucía quiere seguir viendo a Nacho y a sus hijos, a quienes considera sus nietos
La Gala contra el Sida ha decidido prescindir de Miguel Bosé como embajador
Hace unos meses, Miguel Bosé tomó una de las decisiones más complicadas de su vida, poner punto final a su relación con Nacho Palau, su pareja desde hacía 26 años y el hombre con el que había formado una familia. Tras conocerse la noticia, que dejó a todo el mundo boquiabierto, pues pocos sabían de la existencia del arquitecto valenciano, Miguel decidió hacer caso omiso a las noticias y centrarse en su rutina diaria en México, país en el que reside actualmente junto a dos de los pequeños. Una vida que, según lo que se ve en las redes sociales, le hace muy feliz a pesar de que le mantiene lejos de los otros dos niños, hijos biológicos de Nacho, pero a los que en muchas ocasiones se ha referido como sus hijos.
La situación no solo es complicada para los pequeños, que han tenido que separarse, sino también para el entorno, en el que se encuentra la madre del artista, Lucía Bosé, que ha decidido hacerle frente ante su última exigencia. Según cuenta la revista ‘Pronto’, que se ha puesto en contacto con una fuente familiar muy cercana, la italiana insiste en que la ruptura no hará que deje de visitar a su exyerno y a los niños que llevan su apellido, a los que considera sus nietos.
Según el semanal, al autor de ‘Amante bandido’ no le ha gustado nada la decisión de su madre. De hecho, tras hacerse pública su ruptura, impuso el silencio absoluto a su familia y a sus amigos. «O estás a su lado o en contra, no conoce término medio», dice ‘Pronto’ sobre el carácter de Miguel.
A pesar de todo, Lucía no está dispuesta a renunciar a la relación con los pequeños y, si es necesario, se enfrentará a su hijo. «Aunque en alguna ocasión llegó a confesar en televisión que a Miguel hay que temerle cuando se enfada, ella no se deja amedrentar por nadie, porque también tiene mucho carácter», se lee en las páginas. Y es que ella se considera abuela de los cuatro, no solo de los dos biológicos de su hijo, sino también de los de Nacho, a quienes conoce desde que nacieron. «Durante largas temporadas, se ha desplazado a Panamá para cuidarlos a los cuatro y ahora quiere dividir su tiempo entre los niños de Valenia y los de México», explican sobre sus planes de futuro.
Si bien una solución podría ser una reconciliación, lo cierto es que es improbable. Tanto que los más cercanos de Palau aseguran a que «Miguel quiere ahogar físicamente a Nacho, incluso está propiciando una campaña de desprestigio contra él, lo que es totalmente injusto, porque Nacho lo ha dado todo, y dejado todo, por Miguel. Bosé imponía su ley en casa y Nacho se convirtió en un simple recadero, en un empleado con derecho a roce».