Feliciano López defiende su patrimonio: todas las cifras que avalan su demanda contra Alba
Aunque probablemente a él le encantaría, lo cierto es que Feliciano López (35) no consigue desligar del todo su imagen de la de Alba Carrillo (31). Desde que se conocieran en 2013 hasta ahora mismo han sido muchos los acontecimientos que han cambiado la vida de ambos y, aunque desde
mayo de 2016 no están juntos, todo lo que han vivido ha repercutido en la imagen pública que se tiene de ellos.
El tenista cree que todas las polémicas en las que se ha visto envuelto a causa de su ya ex mujer dañan su intimidad y su honor y, según informa ‘La Vanguardia’, prepara una demanda por ello y por presuntos daños patrimoniales. ¿Qué argumentos podrían figurar en su demanda? LOOK recopila todas las cifras y fechas claves.
Feliciano López tiene dos fuentes de ingresos. Por un lado, su profesión, el tenis, y por otro lado las remuneraciones de las campañas publicitarias a las que presta su imagen. La primera depende de sí mismo, de su esfuerzo, de su forma física y quizá también del momento anímico por el que pase. En el caso de su segunda fuente de ingresos, él no tiene tanto que decidir, es más bien la imagen pública que proyecta la que le genera más o menos contratos de este tipo.
Cuando conoció a Alba Carrillo, Feliciano ya era un veterano en el mundo del corazón. Había estado con mujeres tan conocidas como María José Suárez, Úrsula Corberó o Alejandra Prat, pero jamás había copado tantos titulares como con la que finalmente se convirtió en su mujer. Esto le llevó a disfrutar una época de bonanza en cuanto a contratos publicitarios se refiere. Eran la pareja del momento.
En 2013, ya siendo novio de la modelo, firmó como imagen de ‘Braun’. Consiguió mantener este contrato tres años, los que duró su noviazgo y posterior matrimonio. En la misma época contaron con él para promocionar ‘Agua Fresca’, la última fragancia de Adolfo Domínguez. Y hoy, el único contrato publicitario que mantiene es el que lo vincula a la firma de ropa deportiva italiana ‘Ellesse’, que comenzó en 2015, también de la mano de Alba.
Ahora, sin embargo, en lo que va de año, no ha pisado photocall alguno. La última vez que lo vimos ante las cámaras fue el pasado 23 de noviembre, coincidiendo con el revuelo mediático que había causado el juicio por su divorcio, como imagen de ‘Blue Label’ una nueva bebida alcohólica. Ese mismo mes también contaron con él para aparecer en el tradicional calendario benéfico de la joyería Chocrón.
Parece que las cosas no se le presentan fáciles en el terreno publicitario. LOOK ha consultado con ‘Personality Media’, agencia dedicada a la sinergia entre las marcas y los personajes famosos, y confirman lo que parecía evidente. En una escala del 1 al 10, la valoración general de Feliciano de cara al público ha descendido desde 2016, año en el que se
divorcia, a hoy, de un 6,4 a un 5,4. Podría no parecer demasiado, pero sí lo es si tenemos en cuenta que esto quiere decir que si en 2016 solo un 10% del total de encuestados le valoraban por debajo del 4 (suspenso) en 2017 el 30% opinan que no llega al aprobado.
Atendiendo a la variable de confianza, algo fundamental de cara a que una marca elija tu nombre o tu imagen como la que quiere asociar a su producto, también cotiza a la baja. Si cuando aún estaba casado gozaba de un 6 sobre 10, ahora ni siquiera llega al 5. Se queda en un escaso 4,9. No son, sin duda, buenos datos sobre lo que trasmite.
Por suerte, en el tenis, la cosa no ha decaído. Lejos de un matrimonio que, según él mismo ha explicado, no funcionaba, se ha centrado en la raqueta y ha conseguido superar el número de victorias totales, aunque no el número de euros a ingresar en su cuenta. Si en 2016, Feliciano López por estas fechas ocupaba el puesto 36 de la ATP (la lista que engloba a los mejores jugadores de tenis profesional masculino) y había ganado casi 2 millones de euros, gran parte por haber ganado el Roland Garros y el Open de Doha (Catar), este año las cosas han sido diferentes. Ocupa el puesto 36 en singles y el 21 en dobles, ha logrado más victorias, pero
menos importantes y la cifra en euros a ingresar ha bajado, parece que cerrará el año con un millón trescientos mil en cuenta, que tampoco está nada mal.
Todos estos datos serían los que Feliciano habría valorado a la hora de tomar la decisión de poner una demanda contra la que fue su mujer para defender su honor, su intimidad y sobre todo su patrimonio. Pero no sería el único enfrentamiento judicial que le quedaría por delante a la pareja. Pues Feliciano aún tiene que verse la cara con Alba Carrillo delante de un juez para dirimir una clausula, supuestamente engañosa de su separación de bienes.