Carmen Borrego justifica su "huída" tras su incendiaria entrevista
La pequeña de las Campos puso tierra de por medio tras su polémica con Mila Ximénez.
Desaparecida en combate. Así es como ha estado Carmen Borrego durante unos días, tiempo que ha coincidido con la guerra que ha estallado tras la publicación de la entrevista que concedió a Mila Ximénez a la revista ‘Semana’. La hermana de Terelu confesó no sentirse muy contenta con el material que finalmente vio la luz, llegando incluso a insinuar que se había sentido traicionada por la entrevistadora -en este caso la colaboradora de ‘Sálvame’-. Tras su regreso, Carmen ha concedido una entrevista en el programa donde trabaja para contar su parecer y justificar su ausencia.
«Yo no he desaparecido. Tenía previsto irme de puente y así lo he hecho. Lo he pasado mal, he pataleado, he llorado… Mi familia me apoya y ni mi hermana, ni mi madre me han echado nada en cara», afirma la hija de María Teresa Campos, que confiesa haberse marchado de puente con su marido independientemente a este escándalo. «Yo ya tenía planeado este viaje, de hecho se lo tenía pedido al director de este programa. Me he ido porque lo necesitaba». La pequeña del clan Campos confiesa que necesitaba despejarse y alejarse del mundanal ruido, y es que son muchos los problemas que han asolado a esta popular familia en los últimos tiempos. «Me he ido con mi marido y he apagado el móvil. Si el lo lleva encendido yo me despreocupo, necesitaba estar desconectada y con el teléfono encima no había manera. Me han llegado cosas, pero he querido saber lo que pasaba cuando llegase», afirma la que fue directora de programas de televisión.
De este modo queda justificada la aparente ‘bomba de humo’ que ha realizado Carmen Borrego en los últimos días, una escapada que ha servido para que la hermana de Terelu haya ordenado sus ideas. Más tranquila y con carácter conciliador, la Campos más desconocida regresa a los platós para hacer frente a todas las críticas que ha cosechado en la última semana. Tarea complicada dados los crispados ánimos que ha propagado la polémica entrevista.