Carlos Sobera desvela los secretos de su verdadero amor en Mi casa es la tuya

Es el cupido más famoso de la televisión y por fin se ha sentado junto a Bertín Osborne en Mi casa es la tuya. Siempre expansivo y entregado, Carlos Sobera ha vuelto a demostrar porque es uno de los rostros televisivos más queridos. El presentador habló largo y tendido de todo, aunque hubo un tema que fue determinante: el amor. Un repaso sobre su vida, sus éxitos y fracasos, pero principalmente, una oda al amor y a su esposa, la productora Patricia Santamarina.

Había mucha curiosidad por saber como es realmente Carlos Sobera en la intimidad. Lleva años buscando parejas en tv pero poco se sabe sobre su vida privada. Ese fue el leitmotiv de toda la entrevista donde se pudo conocer al verdadero Carlos. Llamó poderosamente la atención como conoció a su mujer. Ambos se cruzaron por primera vez trabajando, cuando estaban a las órdenes de Valerio Lazarov, y según desveló Patricia, al principio le “caía fatal”. El matrimonio se fue conociendo poco a poco. Dicharachero como siempre, narró la primera noche en la que durmió junto a su mujer: “en la primera noche que compartimos colchón le pregunté si le gustaban más los Mayas, los Incas o los Aztecas”. Las risas, como siempre, fueron una constante.

Más allá de las bromas, lo cierto es que se pudo ver a un Carlos Sobera muy enamorado de su mujer, de la que habló maravillas. También de las dos hijas del matrimonio, con quien ejerce “más de colega que de padre”. De hecho, si de algo se queja Patricia es que Carlos siempre le deja de “mala ante las niñas” y de que cocina poco y mal, algo que el actor restó importancia. Lo importante es que son una pareja unida por el sentido del humor: “jamás pasaríamos el test de compatibilidad de First Dates”, dijeron entre risas. En casa de herrero, cuchara de palo.

Éxito y fracaso en televisión y el terrorismo de ETA

Ya lo dijo el propio Sobera: “hay días que el éxito llama a tu puerta y hay otros en los que pasa de largo”. El presentador comenzó su andadura en EITB, la televisión autonómica vasca. Tras un primer programa de éxito, llegó otro que fue retirado de la parrilla a los pocos meses. Una lección de vida de la que pronto se recompuso para abrazar nuevos desafíos. Meses más tarde llegaría su gran oportunidad en la televisión nacional. Fue en la mítica serie “Al salir de clase”. El éxito fue tan arrollador que en ese momento decidió abandonar otra de sus pasiones: la enseñanza.

Aunque pocos lo recuerdan, Carlos fue profesor durante 10 años en la universidad. Tras su paso por la serie de Telecinco llegaron otros proyectos de gran envergadura que lo apartaron para siempre de la docencia. Fue durante sus años en la facultad, tanto como alumno como con profesor, donde vivió muy de cerca la barbarie del terrorismo de ETA. El presentador contó como el ambiente hostil en la universidad, así como el asesinato de un ex profesor suyo, le marcaron de por vida. Una triste realidad que por suerte ya ha terminado.