Belén Esteban: "Si me tuviera que casar embarazada, me casaría embarazada"
La boda de Belén Esteban el próximo 22 de junio de 2019 será uno de los acontecimientos del año, así vivió Belén la pedida de mano
«Ya sabes Belén que quiero compartir mi vida contigo, sé que tú la quieres compartir conmigo y es momento de que te dé esto», así fue la pedida de mano de Miguel a Belén Esteban, tal y como la propia colaboradora de Sálvame ha relatado en su entrevista con la revista ‘Lecturas’. Una boda que se celebrará el próximo 22 de junio de 2019 en la finca La Vega de Henares. Un romántico momento del que Belén Esteban presume, así como de anillo de pedida: «¡Estoy todo el tiempo mirándome al espejo con el anillo! Es un anillo de diamantes, me da hasta vergüenza decirlo». Un paso que, pese a ser simbólicamente muy importante para Belén, no ha sido una gran decisión: «A los cinco meses de conocernos nos fuimos a vivir juntos, considero que soy su mujer y el mi marido, ¿me entiendes?». Aunque, los primeros intentos de Miguel de proponer el tema no calaron en Belén, que se lo tomaba a broma. «Vamos a ver, ¿me estás vacilando?», se rió ella. ¿Podría llegar la noticia del bebé antes de la celebración? «No creo, pero si me tuviera que casar embarazada, me casaría embarazada», reconoce Belén Esteban.
Una boda que causará muchísimo revuelo en la televisión y a la que, por supuesto, irán invitados muy famosos y compañeros de plató. «Mila, Kiko Hernández, María Patiño, Gema López, Antonio Rossi, Chelo, Carlota, Jorge Lydia, Paz Padilla… Sé que se van a poner como locos cuando se enteren de la noticia», declara Belén Esteban. «Me encantaría que grabaran ‘Sábado Deluxe’ por la mañana, no sé si será posible», afirma sobre la posibilidad de que muchos de sus amigas tengan que trabajar la noche del festejo. De todo el mundo de la televisión, una persona tendrá una función muy especial. El director Raúl Prieto, íntimo amigo de Belén Esteban, «un hermano» para ella, será el encargado de llevarla al altar. «Me emociono cuando hablo de él y ni te cuento cuando hablo con él, voy a llorar mucho», relata Belén. Eso sí, entre los casi 300 invitados que se esperan, no habrá nadie de Ambiciones: «No tengo relación con ellos».
De su hija, Andrea Janeiro, Belén Esteban insiste en proteger su privacidad: «Se quiere mantener al margen y lo voy a respetar siempre. Solo te diré que está muy contenta, súper feliz», afirma. Tampoco quiso hablar en exceso de los acuerdos legales tomados para el matrimonio, de cara a proteger al que será su marido, Miguel. Una boda que será civil, pero que quizás algún día sea por la Iglesia si a su pareja «le hace ilusión».