La de Ángel Nieto y Pedro Carrasco: una amistad para la eternidad
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Se ha marchado el padre del motociclismo español. Este jueves Ángel Nieto dejaba huérfano el mundo de las motos tras su fallecimiento en la policlínica Nuestra Señora del Rosario (Ibiza) a los 70 años de edad, dejando consternado a sus familiares, amigos y, en definitiva, a todo aquel que tuvo el privilegio de conocerle. Las primeras declaraciones a los medios de comunicación o la lluvia de mensajes en las redes sociales en su apoyo, son buen reflejo de ello. Todos coinciden en lo mismo. Ángel es un campeón para la historia de del motociclismo de nuestro país. Pero, sobre todo, era una mejor persona. Con su marcha, el 12 +1 veces campeón se reencuentra con Pedro Carrasco, su fiel amigo «desde siempre», tal y como recuerda a LOOK Rosa Benito, excuñada de la desaparecida Rocío Jurado, además de ser dos de las leyendas que han reinventado y alzado a lo más alto el deporte español. Por su parte, la viuda de Carrasco, Raquel Mosquera, con quien también se ha puesto en contacto este digital, se ha limitado a afirmar que «este es un asunto muy delicado» para ella, por lo que prefiere no recordarlo.
La del exmarido de Rocío Jurado fue una muerte igual de dolorosa para sus seres queridos cuando apareció el cuerpo sin vida el 28 de enero de 2001 en su domicilio. Un adiós que revive hoy por la amistad que unió a ambos campeones. «Quizá les unió que ambos fueron hombres hechos a sí mismos. Ángel, como Pedro, nunca olvidó de dónde venía. Llegó a dormir en una chabola y, una vez en Madrid, en un colchón dentro de una frutería», rememora Rosa Benito.
«Se hicieron tan amigos que aquello duró para siempre»
Su amistad fue un flechazo. «Desde que se conocieron se hicieron tan amigos que aquello duró para siempre. Y no me extraña. Recuerdo lo bonita que era la casa de Madrid en la que Ángel vivía con Pepa, su primera mujer, y cómo se te ofrecía para cualquier cosa. Nunca se le subió en ningún momento nada de todos los títulos que conseguía. Siempre te hablaba de la pobreza que había vivido y de todo lo que después la vida le había dado», recuerda a LOOK la excuñada de la desaparecida artista.
Pero, más allá de ser dos de los pioneros en el deporte español, tanto a Nieto como a Carrasco les unía la simpatía, la cercanía, el cariño y la humildad. «Quedaban siempre que podían, abrieron juntos una tienda de motos, y siempre encontraban un hueco para mantener la buena relación», dice Rosa.
De hecho, cuando el boxeador falleció, fue precisamente Ángel uno de los primeros en llegar a su domicilio, roto de dolor. Ese fue el día en el que el muerte les separó. Hasta hoy. «Pedro y yo teníamos una relación muy estrecha de hace muchos años, no me lo puedo creer», relataba entonces el expiloto entre lágrimas para el diario ABC.
«Ahora ha sido él quien, ironías de la vida, ha muerto en un quad. El destino es caprichoso pero ha muerto donde siempre ha vivido. Sobre una moto», concluye Benito. Un adiós que no hace sino recordar aquella legendaria amistad que hoy les vuelve a unir eternamente. Donde quiera que estén y a partir de ahora. Descansa en Paz, campeón.