Amador Mohedano, de mánager de las estrellas a salvar su hogar en el último minuto
Amador Mohedano ha evitado, por el momento, la subasta de su casa en Chipiona.
No corren buenos tiempo para Amador Mohedano. El hermano de Rocío Jurado se enfrenta a uno de los momentos más complicados de su vida: estar a punto de perder su casa. En el año 2006 el exmarido de Rosa Benito recibía en herencia parte de la finca ‘Los Naranjos’ -propiedad de ‘La Más Grande’-, lugar donde construyó la vivienda que habita actualmente junto a su pareja Jacqueline. La Agencia Tributaria de Sevilla tenía previsto subastar este martes 11 de diciembre la casa de Amador, acto que ha sido suspendido a última hora, tal y como ha podio comprobar Look. Mientras sale a la luz el futuro de esta finca, Amador puede presumir de haber saboreado las miles del éxito a nivel profesional -siempre a la sombra de su hermana-, aunque desde el fallecimiento de la chipionera más universal nada ha vuelto a ser igual.
La vida de Amador Mohedano en los últimos 15 años ha sido una montaña rusa. El gaditano se convirtió en los años 90 en el mánager de su hermana, después de que esta terminase su relación profesional con Manolo Sánchez. Un hombre con quien logró tocar el cielo en el Olimpo de los artistas de habla hispana. Rocío Jurado ya era una cantante con tirón internacional y Amador, que había sido asistente de la chipionera durante gran parte de su vida, cogió las riendas de su carrera. Viajes, contratos millonarios en televisión, conciertos y publicidad fueron algunos de los asuntos de los que Mohedano tuvo que hacerse cargo. Tarea en la que estuvo acompañado de su por entonces esposa Rosa Benito, quien ejerció de peluquera de la cantante. En aquel momento, Amador adoptó un perfil bajo que no hacía presagiar su posterior salto a la palestra mediática.
Los altos cachés de Rocío Jurado y sus muchas contrataciones -sumado a que en época de bonanza económica el precio de los artistas era mayor al de hoy día-, hacen suponer que Amador Mohedano hizo una gran fortuna en los más de 16 años que estuvo gestionando la carrera de su hermana. Unos ingresos que cesaron en seco tras su muerte. Una vez fallecida Rocío, el hermano de la estrella intentó reubicarse en el mundo del espectáculo, algo que nunca consiguió del todo. Belén Esteban o su propia hija Rosario Mohedano fueron algunas de sus nuevas representadas, experiencia que no salió nada bien. Belén Acabó denunciando al hermano de Rocío Jurado por no darle su parte tras una actuación que realizó con motivo de la gala del Carnaval de Las Palmas, y su hija -después de varios años divagando en el mundo de la música- rompió relaciones profesionales con su padre alegando discrepancia de pareceres. «Mi padre es muy buena gente, pero ya no sabe hacer su trabajo», decía Rosario, que incluso llegó a decir que había perdido oportunidades de actuar a consecuencia de la mala gestión de Amador.
Desde entonces, la carrera profesional del hermano de la más grande pasó a ser la del escándalo mediático. Su paso por televisión y alguna que otra supuesta infidelidad, terminó costándole su matrimonio con Rosa Benito. Ruptura que le catapultó de nuevo a la palestra mediática y que inclusive le sirvió para ganarse una plaza como concursante en el reality ‘Supervivientes 2014’. Una edición en la que consiguió ser uno de los famosos mejor pagados. Tras varios conflictos televisivos Amador decidió retirarse de la pequeña pantalla para emprender varios negocios de hostelería. Proyectos que acabaron fracasando. Recluido en su casa de Chipiona y a esperas de si continúa o no en ella, Amador deja atrás el calor de los focos y el glamour que un día le acompañaron.