Diana de Gales: el estrepitoso fracaso que nunca imaginaste
El icónico vestido con el que Lady Di bailó con John Travolta en la Casa Blanca ha vuelto a subastarse en Londres, pero no ha encontrado comprador
Diana de Gales fue todo un icono, no solo de moda, sino también un modelo de vida. El estilo único y sofisticado que caracterizaba a la Princesa hizo que todas las prendas que se ponía fueran objeto de deseo en los armarios de la mayoría de mujeres. Hasta hoy, se creía que los vestidos que Diana escogió para sus eventos en los quince años de matrimonio del príncipe Carlos seguían siendo de gran reclamo. Muchos de estos trajes también han servido durante muchos años para recaudar dinero dirigido a las fundaciones que la Princesa apoyaba.
Sin embargo, también los mitos pueden tener una ‘fecha de caducidad’ y parece que, al menos en cierta medida, el reclamo de la Princesa podría haberse acabado. Así lo apunta la última subasta relacionada con la madre de Guillermo y Enrique de Gales. A principios de esta semana tuvo lugar una subasta en la que se ofrecía uno de los vestidos más icónicos de la que fuera nuera de la reina Isabel. Un vestido de noche de terciopelo azul de la firma Victor Edelstein que Diana lució en la década de los 80 en una visita a Estados Unidos y con el que protagonizó un mítico baile con John Travolta en la Casa Blanca. El vestido fue uno de los favoritos de la madre de Harry y Guillermo, que decidió personalmente el color y enseñó el resultado con mucho orgullo al príncipe Carlos.
Por ser uno de los vestidos más emblemáticos y favoritos de la nuera de Isabel II, se esperaba que alcanzara hasta 350000 euros en la subasta. Sin embargo, no logró alcanzar ni siquiera los 200000 que se pedían por su reserva. La última vez que el vestido salió a subasta fue en 2013 por 200000 euros. Seis años después, la pareja que lo compró admite que el vestido pasa la mayor parte del tiempo en el armario y creen que la mejor solución es sacarlo de nuevo al dominio público. No obstante, parece que esta vez, el interés por la prenda no es el mismo.