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El aviso de un peluquero sobre el uso de bufandas: el error que todas cometemos y estropea nuestro pelo

El uso de bufandas, aunque necesario, pueden ser perjudiciales para nuestro pelo

Los accesorios invernales suelen entrar en conflicto con la fibra capilar por la fricción

Se recomienda lavar estas prendas con frecuencia

El aviso de un peluquero sobre el uso de bufandas: el error que todas cometemos y estropea nuestro pelo

El uso de abrigos y accesorios para protegernos del frío resulta esencial para prevenir enfermedades en invierno. El uso de bufandas, aunque necesario, pueden ser perjudiciales para nuestro pelo, pues su contacto constante, su fricción, sus tejidos y la humedad que retienen pueden provocar efectos no deseados como encrespamiento, sequedad o incluso rotura. Según la Escuela Moderna de Peluquería y Estética, los accesorios invernales suelen entrar en conflicto con la fibra capilar por la fricción, el aire seco y los tejidos demasiado ajustados.

«Esta interacción repetida, día tras día, termina alterando la hidratación natural del cabello y generando cambios visibles en su textura y comportamiento», mencionan los especialistas. A su vez, explican que en climas fríos es frecuente que el cabello luzca más electrizado, con menos volumen y más propenso a romperse. «Esto responde a una combinación de factores ambientales y mecánicos: el aire seco reduce la humedad interna de la fibra capilar, mientras que las bufandas, gorros y cuellos altos intensifican el roce que desordena la cutícula», aseguran. Además, dichos accesorios acumulan grasa, sudor y restos de productos capilares, lo que puede irritar el cuero cabelludo o hacer que el cabello se engrase más rápido. Para evitar que el uso de bufandas estropee tu cabello, la Escuela Moderna de Peluquería y Estética recomienda lavar estas prendas con frecuencia, ya que la transferencia de aceites y residuos contribuye a empeorar la situación.

Por qué el uso de bufandas estropea al pelo

Uno de los principales motivos por los que las bufandas pueden estropear el pelo es la fricción, especialmente cuando están hechas de lana, algodón áspero o materiales sintéticos.

Los miembros de la Escuela Moderna de Peluquería y Estética sostienen que, cada vez que el cabello roza estos tejidos, la cutícula se abre y pierde uniformidad, generando frizz, puntas abiertas y sensación de resequedad.

A su vez, la especialista en cuidado capilar Terrinique Pennerman destaca que esta fricción es especialmente dañina en la zona de la nuca, donde el cabello queda atrapado entre la prenda y los movimientos del cuello. Con el tiempo, este desgaste mecánico puede volverse visible, sobre todo en cabellos rizados o frágiles.

La pérdida de hidratación y sequedad

El uso de bufandas no solo producen fricción: también absorben los aceites naturales del cabello. Esto se debe a que los tejidos como la lana y algunos sintéticos actúan como esponjas, reducen la hidratación y dejan la fibra capilar expuesta y debilitada.

Según Terrinique Pennerman, esta pérdida de humedad provoca que el cabello se vuelva más quebradizo y desordenado, sobre todo en los rizos, que dependen de una hidratación constante para mantener su forma. «La sequedad se acentúa en ambientes fríos y con calefacción interior, donde el aire ya es de por sí menos húmedo», afirma.

La bufanda enreda el pelo y produce nudos

Las bufandas voluminosas, los cuellos altos o los abrigos con cierres cercanos a la nuca suelen generar enredos en el cabello y esto contribuye a la rotura y a la pérdida de definición del peinado.

Terrinique Pennerman también advierte que las bufandas de lana o polar desprenden pequeñas partículas que se adhieren al cabello, dándole un aspecto opaco y volviéndolo más difícil de peinar. Además, sostiene que esta acumulación de pelusa, junto con los restos de sudor y grasa, puede resultar difícil de retirar si no se hace un mantenimiento adecuado.

La irritación del cuero cabelludo

El roce continuo alrededor del cuello y la retención de humedad pueden causar irritación en el cuero cabelludo. La mezcla de calor corporal, sudor y aceites atrapados crean un entorno favorable para la picazón, pequeños granitos o descamación.

La Escuela Moderna de Peluquería y Estética menciona que, si el cabello se engrasa más de lo normal, el problema puede estar en una bufanda sucia o en un tejido poco transpirable. Por lo tanto, aconsejan mantener estos accesorios limpios y alternarlos para evitar que se vea afectada la piel.

Alopecia por tracción

Cuando las bufandas se combinan con gorros muy ajustados, puede aparecer un riesgo adicional: la alopecia por tracción. Según la Clínica Dermatológica Dr. Kalra, los gorros demasiado apretados ejercen presión sobre la raíz capilar, provocando caída en zonas específicas debido al tirón constante.

El dermatólogo Kashish Kalra explica que este tipo de caída suele presentarse en los bordes del cuero cabelludo, donde la presión es mayor. Una manera de reducir las probabilidades de la alopecia es usar gorros ligeramente holgados y evitar peinados muy tirantes.

¿Cuáles son los problemas específicos de las bufandas de poliéster?

Las bufandas de poliéster plantean desafíos adicionales. La empresa Hang Zhou Sino Unicom, especializada en la fabricación de estos accesorios, explica que este material sintético tiende a generar electricidad estática, lo que incrementa el encrespamiento y los enredos.

Además, el poliéster retiene el calor y dificulta la transpiración, lo que puede resecar aún más el cabello o provocar que se engrase rápidamente. «Su poca absorción hace que el sudor y los aceites queden en la superficie, creando una sensación pesada y poco higiénica que afecta la apariencia del cabello», concluyen los expertos.

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