Adiós a las uñas rojas: las pijas de Madrid ahora llevan este color y es mucho más elegante
Desde los desfiles de Milán hasta los perfiles de las influencers más seguidas
Su versatilidad lo convierte en una opción ideal
El color vino tinto tiene una historia rica y simbólica

El color vino tinto ha regresado con fuerza a los escaparates y a las pasarelas, pero no solo en prendas o accesorios. Este otoño-invierno, las uñas se tiñen de ese tono profundo, elegante y atemporal que evoca sofisticación y carácter. Desde los desfiles de Milán hasta los perfiles de las influencers más seguidas, han dicho adiós a las uñas rojas para dar paso al esmalte vino tinto se posiciona como el nuevo imprescindible de belleza. Más que una simple elección estética, representa una actitud: la de una mujer segura de sí misma, que encuentra en la sobriedad del color oscuro una manera sutil de expresar su personalidad.
Esta tendencia no surge por casualidad. En un momento en el que la moda busca equilibrio entre lo clásico y lo contemporáneo, el vino tinto encarna ambos mundos para dejar de lado las uñas rojas. Su versatilidad lo convierte en una opción ideal tanto para un look de oficina como para una cita elegante. Firmas como Chanel o Dior han incluido este tono en sus nuevas colecciones de esmaltes, y las redes sociales amplifican su impacto. Según tendencias estudiadas en 2024, los tonos borgoña y vino aumentaron un 35% en las búsquedas de belleza en Europa durante el último trimestre. En paralelo, la Universidad Politécnica de Milán analizó cómo los colores oscuros refuerzan la percepción de profesionalidad y autocontrol, especialmente en entornos laborales.
Las uñas rojas no están de moda: el nuevo color que sobresale
De los viñedos a las pasarelas
El color vino tinto tiene una historia rica y simbólica. Inspirado en los matices de los vinos europeos, especialmente franceses e italianos, combina notas de rojo, marrón y púrpura. En el ámbito de la moda, se asocia con el lujo y la madurez, pero también con la pasión y la fuerza.
Desde los años 90, cuando se popularizó con la estética “grunge chic”, ha mantenido su presencia cíclica, adaptándose a cada década con nuevos matices. Este 2025, su retorno coincide con un movimiento más amplio hacia la elegancia consciente, donde el minimalismo y la sostenibilidad guían las decisiones de consumo.
El esmalte vino tinto encaja en esa filosofía: es sobrio, combina con casi todo y transmite sofisticación sin esfuerzo. Además, al ser un tono intermedio entre el rojo clásico y el marrón, favorece a diferentes tonos de piel y se adapta tanto a uñas cortas como largas. Las expertas en belleza coinciden en que, aplicado con acabado brillante o satinado, aporta un toque de distinción discreta que no pasa de moda.
Cómo lucir el vino tinto en las uñas
Llevar este color con estilo requiere algunos cuidados básicos. Una buena manicura empieza con uñas bien limadas y cutículas hidratadas. El esmalte vino tinto, al ser oscuro, puede resaltar cualquier imperfección, por lo que la preparación previa es fundamental.
Los tonos borgoña o merlot con subtonos cálidos favorecen especialmente en otoño, mientras que los matices más fríos o con destellos violetas resultan ideales en invierno.
Una combinación ganadora es coordinar las uñas vino tinto con accesorios dorados o prendas en tonos neutros, como el beige o el gris topo. También puede ser el contrapunto perfecto para estilismos en negro total o blanco puro. En maquillaje, conviene optar por labios naturales o un delineado fino, evitando competir con el protagonismo del color en las manos.
El mensaje detrás del color
Más allá de la estética, y de que las uñas rojas no estén de moda, los colores transmiten emociones y actitudes. De acuerdo con un estudio de la Universidad Politécnica de Milán mencionado anteriormente, los tonos oscuros, como el vino tinto, se asocian con la autoconfianza y el liderazgo, en contraste con los tonos pastel, vinculados a la suavidad y la receptividad. Esta percepción psicológica explica su popularidad entre mujeres que buscan proyectar seguridad y madurez.
Un clásico que vuelve para quedarse
El esmalte vino tinto no es simplemente una moda de temporada; es una reinterpretación de un clásico. Su éxito radica en su equilibrio entre lo audaz y lo sobrio, entre lo atemporal y lo contemporáneo.
Así, el vino tinto se consolida como mucho más que un color bonito: es un símbolo de fuerza tranquila y elegancia permanente. Y todo apunta a que seguirá siendo, año tras año, la elección favorita de quienes buscan destacar sin necesidad de alzar la voz.
La influencia del vino tinto en las uñas trasciende las fronteras europeas: marcas internacionales como OPI o Essie han lanzado colecciones inspiradas en los tonos del vino de Burdeos y la Toscana, confirmando su impacto global. En plataformas como Pinterest o TikTok, las búsquedas de wine nails han crecido más de un 40% en los últimos meses, reflejando cómo la moda digital y la industria cosmética dialogan entre sí. Este fenómeno demuestra que las uñas, lejos de hablar de las uñas rojas, se han convertido en un accesorio esencial de la autoexpresión contemporánea.