Zara pone a tu alcance en rebajas el clon del vestido de novia más ideal de Carolina de Mónaco
La boda de Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi fue uno de los grandes acontecimientos royal de los años ochenta. La pareja se daba el ‘sí, quiero’ en una ceremonia civil discreta y con pocos invitados, que nada tuvo que ver con el primer enlace de la hija de los príncipes Rainiero y Grace Kelly con Philippe Junot. Una boda en la que, sin embargo, la novia irradiaba felicidad y que supuso el broche de oro a un romance breve e intenso.
Carolina de Mónaco con Stefano Casiraghi en Niza.
Debido a que Carolina ya se había casado con anterioridad, la pareja no pudo contraer matrimonio por la Iglesia. Es más, sus hijos no fueron reconocidos por la Iglesia hasta tiempo después de la muerte de Stefano Casiraghi, a pesar incluso de las peticiones de la propia Grace Kelly. Sin embargo, la imposibilidad de conseguir la nulidad de su primer matrimonio no fue un impedimento para el amor de la pareja, a lo que se suma, además, que, parece que, en el momento de la boda, la princesa Carolina de Mónaco ya estaba embarazada de su primer hijo. Sin duda, un motivo de peso para que sus padres no se opusieran al compromiso.
Carolina de Mónaco en un viaje a Venecia.
Si en su primer enlace Carolina apostó por un vestido más clásico de la firma Christian Dior -marca fetiche de su madre, la princesa Grace Kelly- que, por cierto, inspiró a su hija mayor para su boda religiosa con Dimitri Rassam, en su boda civil con Stefano Casiraghi, la Princesa sorprendió con un estilismo más minimalista. Un look que podría lucir en cualquier evento de cóctel y que no era exclusivamente nupcial.
Se trataba de un modelo también de la Casa Dior, en este caso, firmado por Marc Bohan, entonces director creativo de la Maison. Un look de corte cruzado, en satén, de corte midi y color champán, con cinta en el pelo a juego. Un estilismo muy sencillo que le sentaba como un guante a la hermana del príncipe Alberto.
Vestido de Zara similar al de Carolina de Mónaco.
Ahora, más de treinta años después, Zara tiene a la venta un clon de este emblemático estilismo de la Princesa y, además, de rebajas. Un vestido de color champán, en tejido satinado, con manga a medio antebrazo ligeramente acampanada y escote fruncido, que está a la venta por tan solo 29,99 euros. Un precio más que razonable para un vestido ideal de invitada que, antes del descuento, costaba más de 45 euros. Además de en color champán, para las que prefieran el modelo en un tono más alegre, también pueden hacerse con él en fucsia, uno de los colores tendencia de la temporada, y perfecto para dar un toque alegre a lo que queda de invierno y el resto de primavera y verano. Sin duda, una compra segura de rebajas que podrá formar parte durante mucho tiempo de tu fondo de armario.