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El 9 de noviembre de 1985 ha pasado a la Historia como una de las veladas más célebres de los últimos tiempos. Aquel día, el entonces presidente de los Estados Unidos ofreció en la Casa Blanca una recepción para los príncipes de Gales, que se encontraban de viaje oficial por el país. Una noche en la que, como cabría haber esperado, la princesa Diana acaparó todas las miradas, pero no solo por el fastuoso vestido azul noche de Victor Edelstein, sino por el baile que se marcó con una de las estrellas más conocidas de Hollywood, John Travolta.
Ahora, el artista ha vuelto a recordar los detalles de aquella velada en un documental emitido hace unos días por PDB. El intérprete ha reconocido que fue como en un libro de cuentos y ha detallado cómo vivió el encuentro con la Princesa. El protagonista de ‘Grease’ ha contado que fue precisamente Lady Di quien insistió en que le invitaran aunque él al principio se sintió como “un extra en una sala de gente muy importante”. En aquel momento, Diana, además de un miembro de la realeza, ya se estaba convirtiendo en toda una celebridad, tal como comenta en el documental la historiadora Kate Williams: “cuando Diana fue a Estados Unidos en 1985, consolidó su lugar en un escenario mundial. Ya no era esta chica joven e ingenua. Era una gran celebridad, la mujer más famosa del mundo. La di-manía se extendió desde Gran Bretaña por todo el mundo y luego se apoderó del mundo”.
Fue a mitad de la velada cuando Nancy Reagan animó a John Travolta a que se acercara a la Princesa: «alrededor de las 10 de la noche, Nancy Reagan me dio un golpecito en el hombro y me dijo que la fantasía de la Princesa era bailar conmigo”, ha explicado. En aquel momento, Travolta no lo dudó y se aproximó a Diana. “Mi corazón comenzó a acelerarse, ya sabes, y toqué a Diana en el hombro y ella se dio la vuelta y me miró. Ella tenía ese tipo de gesto, con un tímido hundimiento en la barbilla y miró hacia arriba. Entonces yo le dije: ¿Le importaría bailar conmigo?”. Diana no lo pensó dos veces y aceptó. “Toda la habitación se despejó”, recuerda. El actor recuerda que grabó el momento en su memoria como un momento único y especial que inmortalizó el exfotógrafo oficial de la Casa Blanca, Pete Souza.
El vestido de la Princesa pasó a llamarse desde entonces ‘vestido Travolta’. La esposa de Carlos de Inglaterra llevaba además un impresionante collar de perlas con un broche de diamantes y un zafiro. El intérprete recuerda que la Princesa deslumbró a todos con su destreza y habilidad, ya que le encantaba bailar: “al acabar hicimos una reverencia, y, ya sabes, ella se fue, y yo me fui, y mi carruaje se convirtió en una calabaza», bromeaba el actor.