La joya de Victoria Eugenia que Felipe VI podría regalar a Letizia por su 20 aniversario

La Reina Letizia no es, ni mucho menos, una apasionada de las joyas, como sí lo es Máxima de Holanda o como lo era la reina Victoria Eugenia. Sin embargo, la esposa de Felipe VI utiliza en ocasiones especiales las joyas a las que tiene acceso como Reina de España, así como las piezas que ha ido atesorando a lo largo de los años. Algunas de ellas llevan en la Familia Real varias generaciones, en concreto, la aportación de la bisabuela del Rey Felipe VI a la colección de los Borbones fue bastante considerable. Sin embargo, no todas las joyas de Victoria Eugenia han acabado en manos de la estirpe del actual jefe del Estado.

La esposa de Alfonso XIII era una gran fanática de las joyas y, por este motivo, logró atesorar una impresionante colección de firmas de gran prestigio como Ansorena, Cartier o Chaumet, muy vinculadas a la realeza y a la aristocracia. Entre las piezas que tenía la bisabuela de Felipe VI destacaban, por ejemplo, las esmeraldas que heredó de su madrina, la emperatriz Eugenia de Montijo. Algunas piezas han quedado dentro de la Familia Real, otras fueron vendidas en los últimos años de vida de Victoria Eugenia para costear sus gastos en Suiza y otras han pasado a manos de sus herederos, entre los que se encuentra el conde Alessandro Lequio. Precisamente una de estas piezas va a ser subastada en Christie’s este mes de mayo.

Se trata de un broche que está formado por dos esmeraldas de talla cabujón rodeadas por diamantes, a las que se añadió un pasador posteriormente. La pieza la infanta Beatriz, que se casó con el príncipe Alessandro Torlonia, V príncipe de Civitella-Cesi -abuelos de Alessandro Lequio-. Tras la muerte de la infanta Beatriz, la pieza pasó a manos de Sandra Torlonia, que la lució por última vez en la boda de su hijo Alessandro con María Palacios en 2008. Cuando murió Sandra en 2014, pasó a sus descendientes, que ahora han decidido poner el broche a subasta. Se estima que podría alcanzar un precio de 200.000 euros.

En el perfil en redes sociales Royalty & Glittering han recogido toda la información relativa a la pieza, y han publicado algunas imágenes de la reina Victoria Eugenia y de Sandra Torlonia luciendo la joya. Se sabe que, a conjunto con el broche, había un par de pendientes de esmeraldas, pero no se conoce el paradero. Eso sí, es probable que hayan pasado a manos de Sibilla Weiller, hija de Olimpia Torlonia, casada con el príncipe Guillermo de Luxemburgo, que es una apasionada de las joyas y que, además, ha ido comprando algunas piezas de sus ancestros de manera privada y discreta.

Un regalo para la Reina Letizia

Aunque no hay confirmación oficial de que el Rey Felipe pueda estar interesado en adquirir este broche para incorporarlo al joyero real, hace algunos años, el jefe del Estado ya obsequió a su esposa con una tiara nueva por su quinto aniversario de boda, por lo que tampoco sería extraño que le hiciera algún regalo especial por sus 20 años de matrimonio. A esto hay que añadir que, no sería la primera vez que se incorpora una pieza histórica al joyero de la Familia Real sino que, ya Juan Carlos I compró la Tiara Rusa a sus hermanas, las infantas Margarita y Pilar, para que la diadema volviera a ser parte del joyero de las Reinas de España. Algo parecido ocurrió con la Tiara Cartier, en este caso, el padre de Felipe VI se la compró a su tía, la infanta María Cristina de Borbón, para incorporarla al joyero de la Casa Real.