Los Grimaldi se preparan para su celebración más especial: las incógnitas y detalles
Para los monegascos, la celebración de Santa Devota es uno de los momentos más especiales del año
La Familia Grimaldi siempre participa en los actos en honor a Santa Devota
El pasado año, el príncipe Alberto no puso participar por el coronavirus
El Principado de Mónaco se prepara para vivir una de sus fechas más importantes. Aunque es cierto que el mes de enero está cargado de momentos especiales para los Grimaldi, año tras año, la celebración de Santa Devota es, sin duda, una de las jornadas de mayor alegría no solo para el príncipe Alberto y su entorno, sino también para todos los monegascos.
Por eso, en los últimos días Mónaco se está preparando para conmemorar, un año más, una de sus tradiciones más antiguas. Santa Devota es la patrona del Principado y las celebraciones en torno a su figura se encuentran profundamente arraigadas en el país del que el príncipe Alberto es jefe de Estado. Unas celebraciones que van más allá del ámbito religioso y que abarcan otros aspectos como el folclore popular.
Este año las celebraciones se van a concentrar en los días 26 y 27 de enero y se espera que participen varios de los miembros de la Familia Grimaldi, encabezados por el príncipe Alberto de Mónaco. El soberano se perdió el pasado año parte de los festejos tras haber dado positivo en coronavirus y tuvo que ser su esposa, la princesa Charlene de Mónaco, la que llevara la voz cantante junto a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella. No estuvo sola, sino que contó con el apoyo de una de las primas de Alberto, Mélanie-Antoinette Costello de Massy, con la que mantiene una relación muy estrecha.
Tal como ha trascendido, este año van a participar en los festejos las ciudades de Lucciana, Dolceacqua (Italia) y Ostende (Bélgica), para conmemorar los 60 años de hermanamiento con Mónaco, por lo que será una ocasión muy especial.
Las festividades comenzarán el viernes 26 de enero a las 10:30 horas con una misa tradicional en la iglesia de Santa Devota. Esta ceremonia incluirá también la Bendición del Mar, un ritual muy significativo en el Principado.
Más tarde, a las 18.30 horas, comenzará la procesión de las reliquias de Santa Devota, uno de los momentos clave de las celebraciones. Al final del día tendrá lugar la quema de la barca por parte de la Familia Grimaldi, en el muelle Alberto I. Es uno los actos más simbólicos de las celebraciones de Santa Devota y que ilustra precisamente la leyenda de la patrona del Principado. En este acto, los hijos menores del príncipe Alberto suelen cobrar un gran protagonismo. La jornada culminará poco después de las 20:00 horas con un espectáculo de fuegos artificiales.
No se ha confirmado, por el momento, qué miembros de la Familia Grimaldi van a participar en los diferentes actos dedicados a Santa Devota aunque es seguro que estarán tanto el príncipe Alberto como su esposa y sus hijos pequeños. La gran duda surge en torno a la familia de la princesa de Hannover y de la princesa Estefanía de Mónaco, cuya presencia en la agenda va variando.
La leyenda de Santa Devota
La leyenda de Santa Devota comienza en torno a principios del siglo VI en Córcega, con la persecución de los cristianos por el gobernador romano Dioclitano. Fue allí donde Devota, una joven cristiana, resultó arrestada, encarcelada y torturada. Devota murió sin renegar de su fe y tras su fallecimiento se ordenó que se quemara su cuerpo. Sin embargo, un grupo de cristianos se lo llevó y lo colocó en una barca que salía para África.
Aunque se esperaban que en el continente africano recibiría sepultura, en el viaje estalló una tormenta y, según la leyenda, de la boca de Debota salió una paloma que orientó la barca hasta Mónaco, concretamente hacia la capilla llamada ‘des Gaumates’ (iglesia de Santa Devota). La fecha aproximada era el 27 de enero del año 303 o 304.
Desde entonces, muchas de las personas que habitaban en Mónaco se acercaban a rezar sobre la tumba, hasta que alguien intentó robar las reliquias. El robo se evitó gracias a un grupo de pescadores y la barca del ladrón fue quemada como sacrificio expiatorio.
Además, se cuenta que, durante el siglo XVI, en la guerra contra los Genoveses y los Pisanos, Santa Devota protegió a los monegascos. Los enemigos quisieron hacerse con la fortaleza del Principado y durante más de seis meses, los ataques fueron rechazados por la población monegasca, a quienes la Santa se les había aparecido, asegurándoles la protección divina y la victoria.