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Intenso y complejo retorno a España para los Reyes. Tras su viaje oficial a Estados Unidos, don Felipe y doña Letizia ya están en casa, donde el Rey retoma su agenda oficial con una de sus citas más ‘incómodas’. Mientras que la Reina permanece en Zarzuela, el monarca se traslada este viernes a ‘tierra hostil’, a Tarragona para presidir la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Mediterráneos. Un plato fuerte para entrar en calor tras su periplo estadounidense.
Un delicado momento
Un plato fuerte que no llega en el mejor momento, ni en el plano personal ni en el institucional. El ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin ha marcado estos días la actualidad y sin duda el foco mediático está puesto en la infanta doña Cristina y sus hijos. A pesar de que la Corona se ha mantenido al margen durante todo el proceso del caso Nóos, lo cierto es que resulta inevitable que tanto doña Sofía como don Juan Carlos sufran por su hija, al fin y al cabo, aunque hayan sido reyes, también son padres y les preocupa el alcance que la nueva condición vital de doña Cristina y su marido pueda tener. De hecho, hace apenas unos días fuimos testigos de cómo la Emérita pasaba el día del ingreso de su yerno en prisión junto a su cuñada, la infanta doña Pilar, algo inusual ya que don Juan Carlos no las acompañaba y que podría responder a una reunión familiar para planificar la estrategia a seguir de cara al futuro familiar.
Inestabilidad política
El retorno del Rey a Cataluña ha estado marcado por la incertidumbre y la polémica hasta el último momento. Una incertidumbre que ha sembrado el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien no ha confirmado su asistencia a la ceremonia hasta mediodía del día ‘D’ . Sus motivos estaban claros. Torra estaba esperando por parte de Felipe VI una rectificación por su discurso tras el referéndum catalán del 3 de octubre, una disculpa pública que nunca se ha producido ni parece se producirá. Pese a esto, el President mantiene que desde la Generalitat se han hecho todos los esfuerzos para llegar a un entendimiento con Zarzuela,y que incluso ha enviado una carta junto a Mas y Puigdemont para mantener un encuentro con el Rey aprovechando su visita a Tarragona.
No ha sido hasta el último momento cuando Torra ha confirmado su presencia en Tarragona, a pesar de la negativa del Rey a reunirse con él por no saltarse la Constitución. «Sin la Generalitat, los Juegos no se podrían haber hecho», ha dicho. Sin embargo, aunque estará presente, ha afirmado que no volverá a invitar al Rey a ningún acto que convoque ni asistirá a los que organice Casa Real. Por si esto no fuera suficiente, ha anunciado su renuncia a la vicepresidencia de la Fundación Princesa de Girona, una decisión que llega justo una semana antes de que se entreguen los premios de la misma y que este año vienen marcados por la polémica.
Una agenda difícil
Sin duda, el regreso de don Felipe y doña Letizia a España va a ser cualquier cosa menos tranquilo. Si el monarca retoma su agenda con un acto cargado de connotaciones políticas, la Reina no se va a quedar al margen. No será hasta el miércoles cuando doña Letizia retome su actividad oficial, en un lugar que no le es extraño. Hasta Benidorm, muy cerca de donde pasaba los veranos en su infancia, se trasladará la Reina para participar en un acto relacionado con el ‘Día Internacional de las Personas Sordociegas’.
Sin embargo, la jornada más complicada tendrá lugar el jueves. Los Reyes sustituyen a su hija, la princesa Leonor en la entrega de los Premios de la Fundación Princesa de Girona. Por primera vez, los galardones se entregan en el centro de eventos del prestigioso restaurante Celler de Can Roca, algo inédito, ya que no se ha permitido que se celebren en el Auditori. La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, propuso que el coliseo no acojiera más esta gala presidida por Felipe VI, teniendo en cuenta que el pleno municipal lo declaró persona non grata a raíz de su discurso tras el referéndum.