El rey Felipe celebra su cumpleaños con una visita sorpresa a las tropas españolas en Irak
Don Felipe ha viajado hasta Bagdad en compañía de la ministra de Defensa y ha felicitado a las tropas destinadas allí por su labor.
Un cumpleaños muy diferente al anterior. Si hace exactamente doce meses don Felipe celebraba sus cinco décadas de vida haciendo entrega del Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a su primogénita, la princesa Leonor, hoy, el Jefe del Estado ha querido celebrar su aniversario con una 7:30 de la mañana hora local -dos horas menos en España-, y acompañado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey, el almirante Juan Ruiz Casas, el Rey llegaba al Aeropuerto Internacional de Bagdad, donde ha sido recibido por el Embajador de España en Irak, Juan José Escobar Stemman y otras autoridades.
Tras el recibimiento inicial, don Felipe, vestido con traje de campaña, se trasladado hasta la base Gran Capitán, situada en el departamento iraquí de Besmayah. El Rey ha mostrado su agradecimiento y apoyo a las tropas españolas destinadas en el país. «Solo puedo daros las gracias por lo que hacéis, por vuestro servicio, por vuestra voluntad de ayudar», ha dicho el monarca, que además ha compartido un desayuno con ellos y le han cantado el «Cumpleaños Feliz».
La visita no había sido anunciada en la agenda semanal de la Familia Real por motivos de seguridad y se ha hecho coincidir precisamente con el cumpleaños del monarca para aprovechar una fecha tan significativa para poner de relieve la importante labor de las tropas españolas.
No es la primera vez que el Jefe del Estado visita a las tropas en el extranjero, sino que ya lo hizo en 2015 en el Líbano, ni tampoco que aprovecha su cumpleaños para poner el foco sobre algún asunto de especial relevancia. Por ejemplo, en 2015 asistió a una cumbre de Unión Africana en Addis Abeba en la que le obsequiaron con una tarta de cumpleaños, en 2017, lo hizo coincidir con los actos de clausura del centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, el pasado año con la entrega del Toisón de Oro a su hija mayor y también su padre, don Juan Carlos, quiso celebrar su 60 cumpleaños con una visita a las tropas destinadas en Bosnia.