El doloroso e incómodo trastorno que afecta a las manos del Rey Felipe
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La reciente visita del Rey Felipe a Barcelona ha puesto de manifiesto uno de los problemas que sufre el monarca. Un día después de cumplir 55 años, el jefe del Estado retomaba sus compromisos institucionales en la Ciudad Condal, donde participó en varios actos. Por la mañana, donde Felipe VI estuvo en la inauguración de la Feria Integrated Systems Europe 2023 y el IOT Solutions World Congress (IOTSWC). Más tarde, el monarca presidió el acto de entrega de despachos a los 171 integrantes de la LXXI promoción de la Carrera Judicial y a la XXII promoción del Cuarto Turno.
Una visita exprés a Barcelona en la que ha llamado la atención el aspecto de sus manos, con algunas heridas en la zona de las uñas. Unas lesiones que son fruto de un trastorno que padece el Rey Felipe y que se conoce como onicofagia y que no es otra cosa que comerse las uñas de manera compulsiva. En momentos de estrés y tensión, los afectados por este trastorno llegan a hacerse importantes lesiones en los dedos, algo que ha ocurrido muchas veces en el caso del Rey, al que no es extraño ver con tiritas para paliar las heridas de sus manos. Al parecer, al monarca no le resulta fácil controlar esta dolencia, sobre todo cuando atraviesa etapas de mayor carga institucional.
Con el tiempo, las consecuencias de la onicofagia pueden ser bastante graves. Este trastorno, que suele comenzar en la infancia, puede provocar múltiples lesiones físicas, tales como problemas en los dientes, deformación de la cutícula, formación de verrugas, infecciones, afectación por hongos o bacterias e incluso la elevación de los bordes laterales del dedo. En los casos más graves, estos efectos pueden provocar incluso la pérdida total de la uña. Es una conducta frecuente entre niños y adolescentes, que suele modificarse por otro tipo de conductas tales como morder el bolígrafo, mover el pelo, fumar, etc, a medida que la persona se desarrolla. Lo lógico es que en la edad adulta, las personas no se muerdan las uñas, pero esto es algo que no siempre se cumple. De hecho, todas las personas que se muerden las uñas coinciden en que no pueden controlar este hábito, no tienen conciencia de que lo están realizado y cuando están llevándolo a cabo tienen serias dificultades para parar. A esto hay que añadir el mal aspecto de las manos a consecuencia de los constantes mordiscos.
Además de onicofagia, el Rey Felipe también padece narcolepsia, un trastorno que le provoca sueño constante. En varias ocasiones se ha comentado que el actual jefe del Estado siempre ha tenido dificultades para levantarse y que no le gustaba madrugar. El veterano periodista Jaime Peñafiel ha contado alguna vez que se quedaba dormido hasta de pie y que esto era precisamente por la enfermedad que padece.