El gran apoyo que la reina Sofía puede prestar a don Juan Carlos en la sombra
Desde que el lunes se emitiera el comunicado confirmando la decisión de don Juan Carlos de abandonar “de manera temporal” España, mucho se está hablando de su posible destino, de qué figuras están a su lado en este momento, pero poco se ha dicho sobre la reina Sofía. Y es quizá ella la que tenga la clave en cuanto a brindarle el mejor apoyo. ¿Qué pasaría si el padre del Rey Felipe VI recurriera en estos momentos a su familia política?. Aunque la princesa Irene ha sido una más en Zarzuela e incluso la reina Federica llegó a vivir con su hija en España, lo cierto es que don Juan Carlos siempre ha tenido una magnífica relación con su cuñado Constantino de Grecia aunque, como en todas las familias, también han tenido sus distanciamientos. El exilio de la familia real griega en Londres hizo que Constantino y por ende su mujer, Ana María, fueran inseparables de nuestros Reyes Eméritos. Sus viajes en familia de la capital británica a nuestro país eran constantes. Con ellos han pasado numerosos veranos en Palma de Mallorca, con ellos y con sus hijos, han pasado infinidad de Navidades. De hecho, la familia griega se alojaba en la zona de invitados de Zarzuela y pasaba en España todas las fiestas navideñas. Por lo que las Infantas Elena y Cristina y don Felipe tenían a sus primos como sus mejores amigos. Una estrecha relación que ha durado hasta hace unos años, al menos en lo que respecta al actual monarca español.
La relación entre ambos cuñados fue especial desde que Juan Carlos y Sofía se casaron en 1962. Constantino, Sofía e Irene siempre han estado muy unidos y don Juan Carlos formaba parte de esa ecuación perfecta. Los dos tenían una edad similar y ambos eran deportistas, pero además compartían su afición por la vela y más tarde por el kárate. Una práctica de la que el Emérito se enamoró cuando era príncipe y en la que su cuñado llegó a conseguir ser cinturón negro. De ahí que ambos fueran no solo cuñados y amigos, sino también rivales, al menos sobre el tatami. El pasado fin de semana fue Marie Chantal Miller, nuera de Constantino, quien rescataba una instantánea de uno de estos entrañables momentos entre ellos practicando este deporte que tanto les unió en sus comienzos como familia.
Tal y como ha contado Consuelo Font en LOC, su relación era tal que, tres años después de la llegada de Constantino al trono griego, y tras el fracaso del golpe orquestado por el monarca contra el régimen de los coroneles, tuvo que huir a Roma ‘con lo puesto’. Y ahí estuvo don Juan Carlos para ayudar a su cuñado al que le hizo llegar, entre otros enseres, ropa y algunos trajes. Y esta ayuda es de las que nunca se olvidan, así que no sería de extrañar que ahora que el Rey Emérito no está pasando precisamente su mejor momento, sus cuñados vuelvan a abrirle los brazos siguiendo los pasos de la propia reina Sofía que, a pesar de todo, siempre ha estado a su lado cuando se le ha necesitado.
Pero en todas las familias hay problemas, y la relación de don Juan Carlos y Constantino de Grecia no ha estado exenta de dificultades. Su amistad ha pasado por un distanciamiento de algo más de una década, pero la celebración del 80 cumpleaños del padre del Rey Felipe VI, en enero de 2018, fue el punto de inflexión entre ellos. Los dos consiguieron limar asperezas y retomar esa amistad de la que siempre presumieron. Todo gracias a la labor de doña Sofía que, aprovechando una de sus innumerables visitas a su hermano, le transmitió la invitación personal de su marido a esta celebración tan especial y Constantino no falló a su gran amigo.
Las razones de su distanciamiento
Según publica LOC, la amistad entre ellos comenzó a resquebrajarse a raíz de un documental realizado a don Juan Carlos en los 90 –‘A year in Spain’-, que hizo la periodista británica Selina Scott gracias a la mediación de Constantino de Grecia, de quien era amiga. El resultado levantó polémica ya que la imagen que se transmitió de don Juan Carlos no era la que se esperaba y el soberano se sintió traicionado. Pero el acontecimiento que probablemente dinamitó la relación entre cuñados fueron los problemas matrimoniales entre don Juan Carlos y doña Sofía, cuando se empezó a hablar de Marta Gayá. La reina por aquel entonces se refugió en su hermano y su marido no volvió a dejarse ver junto a su familia política ni siquiera en el 50 aniversario del fallecimiento del rey Pablo, en el que sí estuvieron doña Sofía, los Príncipes de Asturias y las Infantas Elena y Cristina.