La Reina Letizia, cara a cara con Juan Carlos I en el funeral de Fernando Gómez-Acebo

42. Estos son los días que separan las imágenes de la misa funeral de Constantino de Grecia y la de Fernando Gómez-Acebo; y los mismos, por ende, que hacía que Don Juan Carlos I y los Reyes, Felipe y Letizia, no se veían las caras. Y de ahí, que su reencuentro, este lunes, esté dando tanto que hablar a ojos de la crónica social. Sus Majestades los Reyes, así como Don Juan Carlos y Doña Sofía, y las infantas, han acudido en la tarde de hoy a la misa en honor a Fernando Gómez-Acebo, el hijo pequeño de la infanta Pilar, quien falleció el pasado día 1 de marzo a los 49 años de edad. La muerte del primo de Felipe VI y sobrino del Rey Juan Carlos llegó de forma repentina tras su conocida lucha contra una insuficiencia respiratoria crónica, la cual se fue agravando durante los últimos meses.

Ha sido alrededor de las 18.00 horas de la tarde cuando, tal y como se encontraba estipulado, los miembros de la familia han comenzado a desfilar por las inmediaciones de la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, también conocida como catedral castrense, situada en pleno centro de la capital madrileña. Juan Carlos I ha llegado en el mismo coche que la Reina Sofía y Cristina de Borbón, después de que lo hayan hecho la infanta Elena y sus hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica. Por su parte, el Rey Felipe y Letizia han llegado caminando, desde la calle Mayor de la capital, siendo recibidos a la entrada del templo por los cuatro hermanos del fallecido, Simoneta, Juan, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo. Se encontraba junto a ellos Nadia Halamandari, la que fuera esposa de Fernando Gómez Acebo y madre de su único hijo, Nicolás, que también ha estado presente en este último adiós a su padre.

Ya en el interior de la iglesia, los Reyes y los eméritos se han sentado en un lateral del primer banco, mientras que en otro lo han hecho las infantas y los hijos de Elena de Borbón y el aristócrata Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada. La misa ha durado cerca de una hora y ha sido al término de ésta y salida de los asistentes, cuando Don Juan Carlos I y Doña Letizia, junto al Rey Felipe, han protagonizado una insólita imágen. Una vez terminado el servicio religioso, suegro y nuera han intercambiado varias palabras y señas de cariño. Una imagen que no veíamos en público hace mucho tiempo y que acallaría, al menos de momento, las mil y una teorías sobre la mala o nula relación entre el emérito y la Reina Letizia.

Hasta este lunes, la incomodidad de la Reina Letizia y el Rey Juan Carlos era más que palpable en cada aparición de los dos, pues la una se había acostumbrado a no dirigir la mirada hacia el emérito y el padre de Felipe VI, por su parte, a no cruzarse con su nuera. «Porque es la bestia negra del emérito, a quien responsabiliza de todos los agravios que recibe», señaló hace escasas semanas la periodista y escritora expersa en la Casa Real, Pilar Eyre, a este respecto.

Esta es la segunda ocasión, sea como fuere, en la que Felipe VI y su padre se reencuentran en público este 2024, después de hacerlo en el Castillo de Windsor, cerca de Londres, el pasado 27 de febrero, en la misa en recuerdo de Constantino de Grecia. Ese día, padre e hijo dejaron de igual forma una imagen destacada. Al salir de la capilla de San Jorge de Windsor, Don Juan Carlos se apoyó del brazo de su hijo. Este gesto fue puntualizado por la Casa del Rey como una muestra de cariño entre ambos y no una rehabilitación institucional de don Juan Carlos. Letizia es digno de mención aquí, salió otra puerta junto a la Reina emérita Sofía e Irene de Grecia.

El Rey Juan Carlos I viajó a Madrid el pasado viernes con motivo de la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y Teresa Urquijo. En estos últimos días, se conoce que se ha alojado en la capital o en sus alrededores, aunque no ha trascendido el lugar, si bien se da por hecho de que se trata de una residencia privada al no poder pernoctar en el Palacio de la Zarzuela.

El look de la Reina Letizia con guiño a Juan Carlos I

Para esta cita, Doña Letizia ha escogido un estilismo que no ha pasado desapercibido y que supone, a propósito de lo anterior, un bonito gesto hacia la familia del Rey Felipe VI y, en concreto, a Juan Carlos I. Letizia se ha enfundado en un vestido negro de manga francesa y largo midi con corte evasé, que tenía como detalle especial unos cortes de flecos horizontales tanto en la falda como en el bajo de las mangas, al que ha añadido el broche en diamantes y perlas, perteneció a María de las Mercedes, condesa de Barcelona, madre de Juan Carlos I y abuela de Fernando Gómez-Acebo.

Se trata de una pieza que María de las Mercedes recibió como regalo de boda por su matrimonio con don Juan, el tercer hijo varón de Alfonso XIII y de Victoria Eugenia de Battenberg, y que Letizia usó por primera vez en 2017 durante la celebración del Día de la Hispanidad. La Reina ha completado su look con unos salones destalonados con un kitten heel, y un bolso de asa corta. El modelo de Armani que ya ha llevado en otras ocasiones.