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La pasada semana, el Palacio de Bukingham anunció que la Reina Isabel había dado positivo en coronavirus. Una noticia que ha generado bastante preocupación no solo en el entre el círculo más cercano de la monarca, sino también en los británicos. A sus noventa y cinco años, la soberana forma parte de los grupos de mayor riesgo frente a la enfermedad, a pesar de que tiene la pauta completa del suero contra el virus. A esto hay que sumar que, en los últimos meses, la salud de la Reina no ha sido especialmente buena y ha tenido algunos achaques.
A pesar del positivo, la monarca solo tiene síntomas leves. Esto significa que sigue manteniendo parte de su actividad y atendiendo a algunos compromisos. Por ejemplo, canceló varias videollamadas que tenía pendientes, pero no faltó a la conversación telefónica con el Primer Ministro, como parte de la reunión semanal que mantiene con él, de la misma manera que lleva haciendo desde que asumió el trono hace setenta años.
Aunque en estos momentos la Reina sigue al frente de ‘La Firma’, podría ocurrir que su estado de salud no se lo permitiera. Esto significa que alguien tendría que asumir temporalmente su papel, algo que a lo largo de la Historia ya ha sucedido.
En este caso, tal como explican desde el Palacio de Buckingham, si la Reina tuviera que suspender sus actividades oficiales, bien por enfermedad o bien porque se encuentre en el extranjero, dos o más de sus consejeros pueden actuar en su lugar.
Los consejeros son cuatro personas de la familia real, nombrados entre los adultos siguientes en la línea de sucesión, siempre que hayan cumplido los veintiún años. La única excepción se encuentra en el heredero más directo, que puede acceder a este papel cuando cumple la mayoría de edad.
Los Consejeros de Estado están autorizados a llevar a cabo la mayor parte de los deberes oficiales del monarca, como asistir a las reuniones del Consejo Privado, firmar documentos de rutina y recibir las credenciales de los nuevos embajadores en el Reino Unido. Sin embargo, hay una serie de funciones constitucionales básicas que no se pueden delegar, tal como los asuntos de la Commonwealth, la designación de un primer ministro, la disolución del Parlamento (salvo instrucción expresa del soberano) o la creación de pares.
El cargo de Consejero de Estado fue creado en 1937 en los términos de la Ley de Regencia. Antes de 1937, las Leyes de Regencia se redactaban y aprobaban tan solo en caso de necesidad. Hasta la fecha, había habido nueve Leyes de Regencia separadas para cubrir diversas eventualidades desde 1728. No obstante, poco después de que Jorge VI llegara al trono, se aprobó una nueva Ley de Regencia que proporcionó una regla para todos los reinados futuros. Fue en este momento que se creó el nuevo cargo de Consejero de Estado para cubrir ausencias de corto plazo donde una regencia sería innecesaria.
Los actuales Consejeros de Estado son el Príncipe de Gales, el Duque de Cambridge, el Duque de Sussex y el Duque de York. Sin embargo, en caso de indisposición o viaje de la Reina, se prevé que solo Carlos y Guillermo actúen como tal.
El polémico papel de Andrés y Harry
No hay que olvidar que, al margen del príncipe de Gales y su hijo mayor, el caso del príncipe Andrés y el duque de Sussex plantea ciertas dudas. Y es que su situación dentro de la familia real es complicada debido a diversas razones.
Desde hace tiempo, el príncipe Harry está al margen de las actividades de la Corona y, de hecho, se le han retirado honores militares y patrocinios por su deseo de llevar una vida independiente. En el caso de Andrés, la situación se traduce en lo mismo, pero los motivos son diferentes. El duque de York ha estado tiempo en el punto de mira por su relación con Jeffrey Epstein y la demanda por abuso de Virginia Giuffre. A pesar de que ha evitado el juicio gracias a un acuerdo con la norteamericana, lo cierto es que su posición y su imagen han quedado muy perjudicadas y está desvinculado de las actividades oficiales, hasta el punto de que se le ha retirado el tratamiento de Alteza Real. Sin embargo, no se ha dicho nada sobre el papel de Consejero de Estado.
En este contexto no se espera que ninguno de los dos pudiera asumir en estos momentos ese importante papel. De hecho, Peter Hunt, corresponsal de realeza de la BBC ha escrito recientemente en Twitter que “el público no tolerará que el príncipe Andrés de un paso al frente”. Victoria Howard, experta en Casa Real, ha matizado que el caso de Harry es diferente, ya que, con la polémica con su seguridad, es poco probable que volviera para ejercer este papel.
No obstante, aunque se ha cuestionado mucho el posible rol del duque de Sussex, lo cierto es que recientemente el Palacio de Buckingham ha confirmado que el duque de Sussex sigue siendo Consejero de Estado, aunque reside en California. The Telegraph ha informado de que el duque renovará su contrato de arrendamiento de Frogmore Cottage, que vence el 31 de marzo de 2022. Esto cumple con el requisito de estar ‘domiciliado’ en el Reino Unido. Al margen de otras cuestiones, los Consejeros de Estado tienen que ser ciudadanos británicos con residencia en el Reino Unido. Si Harry no tuviera residencia en el Reino Unido, en estos momentos, la siguiente con capacidad para ejercer este papel sería la princesa Beatriz de York.
Más allá de los temas relacionadas directamente con la Reina Isabel, lo cierto es que en el momento en el que Carlos asuma la Corona, cabe esperar cambios en el sistema de Consejeros. Camilla, como esposa del soberano -igual que Kate Middleton llegado el momento-, tendría derecho inmediato a este papel y desplazaría al duque de York, de la misma manera que los hijos de los duques de Cambridge lo harán después.
Al margen de los Consejeros de Estado, en el caso de que muera el monarca y su heredero sea menor de edad, entonces sí que sería necesario nombrar un regente. Esta es una posibilidad que solo ocurriría si Carlos y Guillermo fallecen, lo que dejaría a George como rey, pero no podría ejercer hasta la mayoría de edad. En este caso, de acuerdo con las Actas de Regencia, quien ejercería como tal sería el siguiente en la sucesión mayor de veintiún años, esto es, el príncipe Harry, dado que los hermanos de George son menores que él.