La reina Camila, preocupada por la salud del rey Carlos tras su última decisión
La reina Camila intenta que el monarca se tome un respiro y reduzca su agenda
El rey Carlos III está convencido de que es muy importante de que se vea a los miembros de la Familia Real
Los últimos días han sido muy intensos para el rey Carlos III. A pesar de que el monarca no ha terminado con su tratamiento para el cáncer, sí que ha recibido la aprobación de los facultativos para retomar su agenda pública. Una decisión que a su entorno más cercano ha llenado de preocupación, ya que el jefe del Estado está participando en numerosos compromisos, y apenas dedica tiempo a descansar.
Una situación que no es del agrado de su esposa, la reina Camila. Ya hace algunas semanas, en un acto oficial, dijo que el monarca tenía que tomarse las cosas con más calma, aunque, por el momento, Carlos III no está dispuesto a hacerle mucho caso, al menos, de cara al público. Para el monarca, aunque su salud es prioritaria, también lo es su sentido del deber, heredado de la Reina Isabel. En un momento en el que la Corona vive sus horas más bajas y apenas cuenta con efectivos, es muy importante que sus miembros se dejen ver en público lo más posible.
Los reyes Carlos III y Camila, en el Palacio de Buckingham. (Foto: Gtres)
Según ha apuntado una experta que ha analizado una de las últimas apariciones públicas de los reyes en el Palacio de Buckingham, la reina Camila ejerce cierta presión en el rey Carlos III para que termine lo antes posible con el compromiso y regrese al interior del palacio para tomarse un descanso. Una presión sutil que se puede percibir en su lenguaje corporal. Así lo ha asegurado en unas declaraciones a The Mirror, en las que percibe que la reina Camila está algo nerviosa.
Los reyes Carlos III y Camila, en Buckingham. (Foto: Gtres)
Judi James ha observado con detenimiento el momento en el que Camila y Carlos se despidieron del emperador Naruhito y la emperatriz Masako. Cuando el coche oficial se alejó del Palacio de Buckingham, los reyes les dijeron adiós con la mano. Según James, se perciben algunas señales de cansancio en el rey Carlos III, después de una intensa agenda de tres días: «Hay un momento en el que Camila parece decirla algo a Carlos y su mano izquierda se abre y se cierra en una señal de creciente ansiedad. Él hace también algunos gestos, pero los invitados que parecen reacios a irse», ha dicho la especialista, que recalca que es Camila la que más ansiosa parece por terminar con la despedida, preocupada por la salud de su marido.
Finalmente, el rey Carlos III y su esposa entraron en el Palacio de Buckingham, pero esto no significa que la agenda del monarca vaya a interrumpirse, sino que Carlos está convencido de que tiene que seguir al pie del cañón, más aún ahora que su hermana, la princesa Ana, también está convaleciente. Todo apunta a que el jefe del Estado no está dispuesto a dar su brazo a torcer en este asunto.