El pulso que enfrenta al Rey Felipe y la princesa Leonor en alta mar
La princesa va a terminar su formación en la Armada en unas semanas
A Felipe VI le encantaría que su hija mayor navegara en Mallorca este verano
La princesa Leonor está a punto de terminar su formación en la Armada. Tras su regreso de Nueva York -última parada de su crucero de instrucción a bordo del Juan Sebastián Elcano-, la heredera tiene por delante varias semanas de instrucción en la fragata Blas de Lezo, antes de subir de nuevo al buque escuela para el tramo final de la travesía hasta Galicia.
En estos momentos Leonor se encuentra descansando unos días antes de embarcar en la fragata. Será el próximo fin de semana en Canarias, donde se encuentra la nave. La princesa estará en la Blas de Lezo hasta principios del mes de julio, cuando subirá a Elcano en la parada del buque en Gijón. El crucero continuará la ruta hasta Galicia, donde el día 16 pondrá punto final a su instrucción y recibirá el despacho de alférez de manos del Rey Felipe VI.
Un verano diferente
Aunque Leonor finalizará su instrucción en la Armada a mediados del mes de julio, la princesa tendrá por delante aún varias semanas con compromisos antes de las vacaciones, previstas para la última semana del mes, como otros años. Entre las citas más destacadas, la entrega de los premios de la Fundación Princesa de Gerona, en la que veremos a toda la Familia Real junta.
Una vez los Reyes cierren su agenda en Madrid, se espera que toda la familia viaje a Mallorca para disfrutar de unos días de vacaciones. Unas vacaciones que este año serán diferentes, sobre todo porque van a ser las primeras que la heredera viva tras su formación en la Armada.
Esto significa que Leonor sabrá perfectamente cómo manejar un velero y podrá, por tanto, aprovechar para navegar con su padre o incluso participar en una regata. Algo que hasta ahora nunca ha hecho, a diferencia de sus primos.
Ni Leonor ni Sofía han recibido nunca clases en la escuela de vela de Calanova -como sí han hecho los hijos de las infantas Elena y Cristina-, pero sí se sabe que pudieron aprender a navegar durante su estancia en un campamento de verano en Estados Unidos.
El plan del Rey para Leonor
Todas las miradas estarán puestas en la materialización del debut de Leonor como regatista porque sí que se sabe que el deseo de su padre es que así sea. No hay que olvidar que la pasión por el mar es algo que está muy relacionado con la Familia Real, tanto en la rama Borbón como la Grecia. Desde el conde de Barcelona hasta la propia Reina Sofía. Por eso no es extraño que el monarca desee que sus hijas -en este caso Leonor-, continúe con esta tradición. Un pulso entre padre e hija cuya base se encuentra en la diferente inclinación de ambos hacia este deporte: la pasión del monarca por la vela frente al desinterés que había mostrado la princesa antes de su aventura como guardamarina.
Aunque hasta ahora no la hemos visto disfrutando de la navegación de recreo, su paso por Marín la acerca inevitablemente a la vela. Leonor no ha tenido reparos en subirse al mástil del buque escuela y ha participado en todas las tareas dentro del crucero de instrucción. Ahora sabe a la perfección cómo se maneja un velero, de manera que verla en la Copa del Rey en Palma sería fantástico. No obstante, lo cierto es que por el momento ninguna de las hijas de los Reyes ha mostrado una inclinación especial por la vela, algo que, según dicen, es una pequeña espinita clavada en el corazón del monarca.
De aceptar el reto este verano, Leonor no navegará en el Aifos -el barco en el que don Felipe compite cada año-, sino que ya hay preparado un velero para ella. Se trata del Regulus, un barco de más o menos 10 metros que ya está listo para competir. El Regulus podría ser para el Aifos lo que este mismo fue para el Bribón en tiempos en los que Felipe VI competía en la regata con su padre.
Regulus, un pequeño rey para una futura reina
Según ha trascendido, en 2023 la Armada quiso jubilar el Aifos y apostar por un velero más moderno que se había localizado en Argentina. Se comentó el tema con el jefe de Estado Mayor de la Armada y se hizo público el pliego de licitación. Sin embargo, la compra quedó paralizada por una pregunta parlamentaria del PNV sobre la adquisición.
Con el relevo del Aifos en pausa, la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada publicó un expediente para adquirir ocho cruceros de instrucción de vela para el aprendizaje de los cadetes. La empresa mallorquina J2 Sailing fue la adjudicataria del contrato de compra de los ocho veleros, uno de los cuales se quedó en Mallorca. Otros dos fueron enviados a Marín, donde el pasado otoño vimos a Leonor navegando por primera vez.
El Regulus -en latín pequeño rey-, fue el primero que se entregó y ya ha competido en la Copa del Rey de vela. El armador del barco es Eugenio Díaz del Río Jáudenes, miembro de una familia cercana a la de Felipe VI. De hecho, guarda parentesco con Martina Jáudenes, ahijada del Rey.
Tal como se ha podido saber, a Felipe VI le encantaría que su hija consiguiera una pandilla de compañeros guardiamarinas con los que podría disfrutar de la vela este verano. Se necesitan seis tripulantes para manejar el velero. Ahora solamente queda esperar a ver si este verano se cumple el deseo del monarca y vemos a la princesa surcando las aguas de Mallorca.