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VUELTA AL PASADO

Recordamos el vestido de novia de Grace Kelly, la musa de Tamara Falcó en su gran día

  • Diana Torres
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Queda poco más de un mes para que tenga lugar la boda de Tamara Falcó, y sin embargo, ya han comenzado a salir a la luz muchos detalles de su gran día, entre los que están los relacionados con el vestido de novia. Un asunto que ha generado una gran controversia en las últimas semanas, sobre todo teniendo en cuenta que, pese a que la marquesa de Griñón había depositado toda su confianza en Sophie et Voilà de cara a la confección de su traje nupcial, la firma bilbaína daba un paso atrás a consecuencia de un «incumplimiento contractual» por parte de la hija de Isabel Preysler, que se veía obligada a buscar una alternativa in extremis que ha encontrado de la mano de Carolina Herrera y su director creativo, Wes Gordon.

Grace Kelly y Rainiero de Mónaco en su boda. / Gtres

Durante una de sus últimas apariciones en la tertulia de El Hormiguero, la ganadora de MasterChef Celebrity no puedo evitar expresar su felicidad a la hora de hablar de los diseños que la marca de Alta Costura le había enseñado y que estaban disponibles para que pudiera lucirlos en su camino al altar. Una serie de modelos de los que Tamara habría escogido uno muy similar al que vistió Grace Kelly en el día de su boda con Rainiero de Mónaco, siendo la consorte la gran inspiración pa la marquesa en una de las fechas más importantes de su vida.

Grace Kelly en su boda con Rainiero de Mónaco. / Gtres

Teniendo en cuenta que Tamara suele contar con un estilo tradicional, no resulta extraño que se haya decantado por un vestido con tintes de los años 50, ya que fue el 18 de abril de 1956 cuando la ganadora de un premio Óscar se dio el «sí, quiero» con el soberano del Principado Monegasco, haciendo así historia tanto dentro del ámbito del cine como en el de la realeza. Pero, ¿cuál fue el vestido por el que se decantó? Al ser uno de los acontecimientos más relevantes del siglo XX por excelencia, Grace Kelly quiso hacer gala de su exquisito gusto estilístico al aparecer en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada de Mónaco con un diseño de corte princesa. Se trataba de un vestido cortesía de la productora estadounidense Metro Goldwyn Mayer y confeccionado por Helen Rose, la cual ganó en su día dos premios Óscar al Mejor Diseño de Vestuario. Una profesional que se sumergió de lleno en la ardua tarea de crear uno de los vestidos más comentados todavía en la actualidad, el cual ha servido como referencia a multitud de rostros conocidos, y no es para menos, ya que contó con más de 100 metros de tul de seda y 25 de tafetán. Un vestido que se acoplaba a la perfección a la esbelta figura de la ex actriz, que probablemente por aquel entonces no llegó a imaginar que se posicionaría como una de las mejor vestidas en su boda, siendo seguida posteriormente por Catalina Middleton, Paris Hilton o Miranda Kerr.

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