La reverencia de la realeza en una fecha histórica
Auschwitz-Birkenau volvió a acoger una ceremonia cargada de memoria y solemnidad
Sus Majestades el Rey Felipe y la Reina Letizia estuvieron presentes en esta cita histórica
Bajo un cielo gris y gélido, Auschwitz-Birkenau II volvió a acoger una ceremonia cargada de memoria y solemnidad. El 80º aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio reunió a líderes y miembros de la realeza europea, quienes caminaron entre las huellas de una tragedia que marcó la historia de la humanidad. Entre los presentes, los Reyes Felipe VI y Letizia, que destacaron no sólo por su presencia simbólica, sino por su cercanía y humanidad en un evento que pidió silencio, reflexión y respeto.
Letizia, vestida de riguroso luto, lució una elegancia discreta que enfatizó la gravedad del momento. Además, protagonizó un pequeño lapsus que no pasó desapercibido para los allí presentes, si bien fue rápidamente resuelto con naturalidad. El acto avanzaba tras escuchar los testimonios de los supervivientes y observar imágenes de la liberación del campo, cuando llegó el turno de los Reyes para entregar sus velas en una plataforma conmemorativa. Siguiendo el protocolo, ambos inclinaron la cabeza en señal de respeto tras depositar la vela. Sin embargo, al finalizar el gesto, Felipe comenzó a avanzar hacia la izquierda para dar paso a los siguientes asistentes, mientras que Letizia, con los ojos cerrados, volvió a agachar la cabeza, permaneciendo detenida frente a la plataforma. Esta descoordinación hizo que el Rey casi cruzara frente a ella.
En una jornada marcada por los testimonios de quienes vivieron el horror del Holocausto, se subrayó la importancia de mantener viva la memoria de uno de los episodios más oscuros de la humanidad. Carlos III se mostró profundamente conmovido al cruzar las emblemáticas puertas de Auschwitz, sobre las que se leen las palabras «Arbeit Macht Frei» (el trabajo te hará libre). Allí se encontró con los objetos personales confiscados a las víctimas, un recordatorio desgarrador de las vidas truncadas. Su gesto, al colocar una vela frente a un vagón de tren, fue un tributo solemne a las millones de personas asesinadas en el campo.
El homenaje de los príncipes de Gales
Al margen de los actos celebrados en Polonia, el príncipe Guillermo y Kate Middleton rindieron su particular homenaje en Londres, donde protagonizaron una emotiva reunión con varios supervivientes. El encuentro tuvo lugar en el emblemático edificio Guindhall y estuvo dividido en dos partes. Por un lado, se celebró una solemne ceremonia donde los asistentes encendieron velas y recordaron a las víctimas. Después, los príncipes de Gales estuvieron presentes en una merienda en la que pudieron conversar con representantes de la comunidad judía británica y algunos supervivientes del Holocausto.
Fue en el marco de esta histórica cita donde Kate se mostró, una vez más, de lo más cercana escuchando con atención sus historias y abrazándoles antes de despedirse. Sin duda, un gesto de lo más emotivo que no pasó desapercibido y que se produjo casi cuatro meses después de que anunciara que había terminado con su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer.