Rania de Jordania nos cuela en la fiesta de la henna previa a la boda de su hija

La Familia Real de Jordania se encuentra ya ultimando los detalles de una de las bodas más esperadas del año. Era el pasado fin de semana cuando la Casa Real anunciaba, por fin, la fecha del enlace de la hija mayor de los Reyes Abdalá y Rania, la princesa Iman, con Jameel Alexander Thermiotis. Una boda muy especial para la familia, pero que, a diferencia de la de su hermano, no tendrá una gran trascendencia institucional. Y es que este mismo año también se casa el príncipe Hussein, heredero a la Corona, en su caso, en un enlace que se celebrará de una manera mucho más oficial y pública, como es lógico.

Hace unos días, la propia Rania compartía en su perfil en redes sociales un vídeo con una serie de imágenes y clips de la vida de su hija, que incluía, además, una fotografía de la Princesa con una tiara, que bien podría ser su tiara nupcial. Una pieza muy especial que ya se ha visto lucir en alguna ocasión a la Reina -una vez en un viaje de Estado a Reino Unido- y que ahora parece que los Reyes han decidido regalar -o prestar- a la princesa Iman.

Ahora, cuando quedan apenas unos días para la boda -prevista para el 12 de marzo-, se ha celebrado la tradicional fiesta de la henna, un ritual mediante el cual se bendice a la novia antes de casarse y abandonar la casa de sus padres. Una fiesta muy emotiva a la que solo han acudido mujeres y en la que la princesa Iman ha vestido de blanco, con un cinturón que perteneció a su madre y que esta llevó, curiosamente, el día de su boda con el Rey Abdalá.

Para esta fiesta, la novia ha escogido un precioso vestido blanco de la firma Reema Dahbour, con la parte superior ajustada, con cuello redondo, mangas ligeramente acampanadas y falda de vuelo. Un look que ha completado con el sofisticado cinturón joya de la boda de su madre. Por su parte, la Reina ha lucido un diseño de inspiración tradicional en rosa y burdeos, mientras que su futura nuera, la prometida del príncipe Hussein de Jordania, Rajwa, ha apostado por una túnica en la misma gama cromática. A pocos meses de su propia boda, la futura princesa está muy integrada en la familia y prueba de ello es que haya estado presente en esta celebración.

Por el momento no se sabe qué diseñador vestirá a la princesa Iman en su gran día, aunque, sin duda, resulta muy simbólico que haya recurrido a un detalle del look nupcial de su madre para su fiesta de la henna. El vestido de novia de Rania fue uno de los más emblemáticos de su época, elaborado por Bruce Oldfield, el modista que va a vestir a Camila Parker-Bowles en la Coronación y uno de los preferidos de Diana de Gales. Un vestido en seda salvaje que mezclaba tendencias de la época con influencias orientales y que, sin duda, acaparó la atención en todo el mundo.