La enigmática tranquilidad del príncipe Carlos en su reaparición tras la investigación abierta a su fundación
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En medio de la polémica por la investigación abierta a su fundación a raíz de varias informaciones que apuntan a que se concedieron honores y beneficios a cambio de cuantiosas donaciones, el príncipe Carlos ha retomado su agenda institucional. El heredero ha participado en un encuentro en el Palacio de St. James junto a su hermana, la princesa Ana.
Tranquilo, con una sonrisa, un elegante traje azul de raya diplomática y sin mascarilla, el hijo mayor de la Reina Isabel no ha querido perderse la recepción tras la presentación de los Queen’s Anniversary Prizes. El príncipe de Gales no ha perdido el sentido del humor en ningún momento y ha hecho gala de una actitud más que relajada. Es la primera vez que vemos a Carlos de Inglaterra después de que la pasada semana se confirmase que se había contagiado de coronavirus de nuevo. Un hecho que provocó inquietud entre la población, ya que el Príncipe había estado apenas unos días antes con la Reina Isabel, en las primeras celebraciones del Jubileo de la monarca en la finca de Sandringham, en Norfolk.
Fuentes oficiales revelaron que la monarca se encontraba bien y, de hecho, reapareció en una audiencia virtual y posteriormente en un encuentro presencial en el Castillo de Windsor sin dar muestras de ningún tipo de afección, más allá de algunos problemas para caminar propios de su edad. Poco después de que el príncipe Carlos diera positivo, se anunciaba también el contagio de su esposa, Camilla Parker, que por ahora continúa aislada. No se han dado nuevos datos sobre la evolución de la duquesa de Cornualles ni se ha confirmado aún cuándo retomará su actividad.
La reaparición del heredero se produce en un momento crítico para la Corona. Esta misma semana se anunciaba que el príncipe Andrés ha llegado a un acuerdo con Virginia Giuffre para no llegar a juicio por la demanda de abusos. Según ha trascendido, el duque de York abonará a la norteamericana más de doce millones de euros y se ha apuntado a que lo hará gracias, en parte, a fondos privados de la Reina, que siempre le ha apoyado en el ámbito familiar desde que este proceso vio la luz. Esto no es algo positivo para la imagen de la monarquía, ya que no ha quedado demostrada la inocencia de Andrés y que además no está bien visto que sea la Reina quien le ayude a pagar el importe del acuerdo.
No ha sido este el único quebradero de cabeza para el príncipe Carlos. También se ha abierto una reciente investigación contra su fundación, tras la dimisión el pasado año de Michael Fawcett. Al parecer, se especula con el hecho de que la fundación ofreció honores y favores a cambio de donaciones. Desde Clarence House han negado taxativamente que el príncipe Carlos haya tenido constancia de nada de esto.