Pippa Middleton "blinda" el acceso a su boda
Sabemos lo que Pippa Middleton ha pedido a sus invitados
Esto es lo que le costará a Pippa Middleton su boda
Falta una semana para uno de los enlaces más esperados del año. El próximo sábado, 20 de mayo, Pippa Middleton, hermana de la Duquesa de Cambridge le dará el sí quiero al empresario James Matthews en una «íntima» ceremonia en la localidad británica de Buckleberry.
Una celebración supuestamente privada que, sin embargo, captará la atención no solo de los medios nacionales, sino de todo el mundo. Y es que a pesar de que Pippa se hizo famosa por su derrière en la boda de su hermana con el príncipe Guillermo, lo cierto es que la presencia de los Duques de Cambridge, los pequeños Jorge y Carlota, el príncipe Enrique con su novia Meghan Markle y otras personalidades han hecho que esta boda trascienda el ámbito privado.
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Desde hace mucho tiempo la vida de Pippa interesa y mucho. Mucho más desde que se comprometiera con uno de los empresarios más prometedores de Gran Bretaña. Si la vida de Kate Middleton está constatemente sometida al escrutinio de la opinión pública, Pippa podrá disfrutar de una cierta privacidad, aunque corre el riesgo de que el día de su boda sea un auténtico espectáculo.
Consciente de ello, la joven no quiere dejar nada al azar. Es por esta razón que ya en las inmediaciones de la iglesia de San Marcos han colgado notas informativas que restringirán los accesos a la zona el día del enlace. Tal como rezan los carteles, los caminos que dan entrada al templo permanecerán cerrados desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde el día de la boda. Pero si esto no fuera suficiente, LOOK se ha puesto en contacto con varios fotógrafos británicos que han confirmado que el régimen de trabajo el gran día va a ser de pool, esto es, solo se va a dejar a algunos estar a la entrada del templo, que tendrán que repartir el material con el resto. Además, no se permitirá hacer fotos en el interior de la iglesia.
Tanto Pippa como sus padres estuvieron hace unos días en las inmediaciones de la ermita supervisando que todo estuviera en orden y durante el fin de semana ha sido personal de seguridad quien ha pasado a ultimar los detalles.
Mientras tanto, al domicilio londinense de la novia ya comienzan a llegar paquetes y bolsas con lo que podría ser parte de su vestuario o el de algunos de los invitados, como su madre o familiares cercanos.
Pese a que se ha dicho que los novios no tienen pensado conceder ninguna exclusiva, el recelo en torno a los preparativos es tal que todo apunta a que podrían estar negociando con alguna publicación u organización para distribuir imágenes del evento.